Foto: Óscar Cañas/ Europa Press.MURCIA. No fue un buen año el 2020, tampoco para el sector inmobiliario, un sector sensible como pocos a cualquier crisis en España. La Región no fue ajena a esta circunstancia y ha visto como la covid-19 recortó un 13,4% la facturación del negocio inmobiliario, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). Un mal dato que, puesto en perspectiva, resulta casi gratificante después de lo vivido en el primer semestre. Entonces, el confinamiento provocó que las ventas cayeran un 42% en el segundo trimestre del año. Sin embargo, la reapertura de la actividad ha provocado que, finalizado el 2020, el descenso en el número de transacciones ha sido del 12%.
Las pérdidas de alrededor de los 250 millones del pasado año se encuadran principalmente en los primeros seis meses del año. Entonces, la actividad apenas se paralizó una semana, pero los casi dos meses de confinamiento provocaron que aquellos interesados en adquirir una vivienda no pudieran visitar la misma. No se podían visitar casas ni acudir al notario a firmar hipotecas. En un mercado con una preponderancia de la vivienda de segunda mano, la imposibilidad de vender para poder comprar bloqueó todo el sistema. Y es que en este 2020, apenas 1.510 transacciones inmobiliarias de las 16.931 fueron vivienda libre nueva.
El sector ha recuperado el pulso hacia la recta final del año, después de que el confinamiento haya revelado para muchos ciudadanos de la Región la necesidad de tener una casa en la que poder pasar, llegado el caso, un confinamiento. Si en los primeros seis meses del año, el valor de las transacciones alcanzó en la Región los 635 millones, en la segunda mitad del año el valor de estas operaciones alcanzó los 979 millones, señal de que el sector inmobiliario en su conjunto había recuperado el pulso.
Cifras que se encuentran en consonancia con las mostradas por el conjunto de España, en donde se ha reducido el número de transacciones en un 14,5% cuando entre abril y junio la incertidumbre se apoderaba de todo el sector con unas pérdidas en la facturación del 40%. Sin embargo, el sector inmobiliario ha terminado el 2020 con unas pérdidas que muchos hubieran firmado allá por el mes de marzo en el que se desató una pandemia que sigue condicionando el día a día de la ciudadanía. La facturación solo ha caído un 10%. Un balance positivo dentro del año aciago que le tocó vivir a toda la ciudadanía y que afectó, como pocas veces en la historia, a la economía nacional.
