MURCIA. La situación en la Región de Murcia es crítica pero lo peor es que todavía puede complicarse aún más. Hay casi 18.000 murcianos contagiados, 1.057 contagiados y 156 ingresados en la UCI. "Es el momento más duro de la pandemia", reconocía el presidente murciano, Fernando López Miras, que presidió el Comité de Seguimiento de la Covid, reunido este sábado de urgencia. "Es un escenario extremo". Por esa razón, ante el riesgo de saturación hospitalaria, el Gobierno regional ha activado el nivel 4 del plan de contingencia de Salud. Este escenario implica la reordenación de todos los recursos humanos para disponer de unidades de atención a los 'pacientes covid-19'.
Además, Salud suspende la actividad no imprescindible para poder contar más personal, anula toda la actividad quirúrgica no urgente -una medida que se evaluará a diario-, todas las unidades de reanimación, cirugía mayor ambulatoria y quirófanos se destinarán a los contagiados. Los quirófanos, de hecho, funcionarán al 60% mientras que el resto se reserva a la actividad prioritaria.
Del mismo modo, el 40 y el 60% de las camas de los hospitales se dedicarán a los enfermos por coronavirus. También se incrementará el trabajo en red de los hospitales para el ingreso de pacientes en función de las distintas necesidades. Los equipos de Atención Primaria trabajarán atención telefónica y telemática, aunque los médicos y enfermos pasarán consulta presencial en los casos importantes.
La presión que viven los sanitarios "está más allá de lo soportable" y la presión hospitalaria "está al borde del colapso", señalaba el presidente de la Comunidad, que ha hecho un llamamiento a la población para que detenga cualquier interacción social. La curva de contagios, dijo, "se está doblegando" pero, añadió, necesitan "más rapidez". La próxima semana va a ser crítica a escala asistencial", concluía Miras.