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Entrevista | ANA CORREA, PRESIDENTA DE COEC CARTAGENA

"Quiero seguir otros cuatro años representando a los empresarios de la Comarca de Cartagena porque tengo grandes proyectos para el futuro"

20/11/2022 - 

CARTAGENA. Se cumplen tres años desde que Ana Correa Medina saliera elegida como presidenta de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales del Campo de Cartagena). Es la primera mujer en los más de 40 años de historia de esta confederación en asumir el cargo. Desde que asumió el cargo hemos vivido un periodo lleno de conmoción, inquietud y sobresaltos que a Correa, al menos así lo dice, le ha ayudado a trabajar más y mejor con sus empresarios, a unir fuerzas y a buscar las mejores soluciones en los peores momentos. Aunque le queda todavía un año más como presidenta, no quiere que esto quede aquí, por eso espera contar con el respaldo de sus empresarios para continuar con su proyecto otros cuatro más.

- ¿A Ana Correa, como presidenta de la Confederación, le quedan fuerzas para seguir?

- Muchas fuerzas, ilusión y ganas, porque tenemos muchos y muy buenos proyectos en la cartera y debemos seguir trabajando para ponerlos en marcha.

- ¿Y para repetir un nuevo mandato?

- Claro que sí. Me voy a presentar a la reelección y, si los empresarios quieren, ahí estaré otros cuatro años más.

- ¿Entiendo, por tanto, que se siente respaldada por sus empresarios?

- Yo percibo su respaldo y su apoyo. Las dificultades nos unen a todos y hemos trabajado codo con codo con el sector industrial, con el turismo y al comercio no lo hemos dejado de lado, y así tenemos que seguir.

"DEBEMOS PONER EN VALOR A NUESTRO EMPRESARIO Y DEBEMOS AYUDAR A QUE SE PRODUZCA UN CAMBIO EN LA REPUTACIÓN Y EN LA IMAGEN QUE LA SOCIEDAD TIENE DE ÉL. HAY QUE SENTIR ORGULLO POR ÉL Y NO DEFENESTRARLO"

- Tres años cumple en el cargo y tres años llenos de sobresaltos ¿Ha sido una época en la que ha tenido que trabajar más duro en una época cargada de frustraciones y obstáculos?

- No ha sido frustrante, porque te adaptas a lo que llega y lo hicimos muy rápido a la pandemia. Sabíamos, por sentido común, que se iba a producir el cierre y tomamos medias en la Confederación un par de días antes. A continuación, empezamos a dar servicio a las empresas 24 horas al día durante las tres primeras semanas. Recuerdo esos días muy duros, pero muy bonitos, porque estábamos haciendo lo que debíamos para ayudar a las empresas. Fue muy difícil pero vimos los resultados y todos los trabajadores de Coec se implicaron al 100%.

- ¿Cuál era la gran angustia de los empresarios en aquel momento?

- Principalmente la inseguridad, porque no sabían cómo adaptarse a las normas sanitarias, no había mascarillas, batas, etc…, tuvo todo el mundo que reinventarse. Era un caos y además, los servicios como la agricultura, ganadería, pesca, supermercados, sanitarios, tenían que seguir con servicios mínimos ante una actuación que era totalmente desconocida, algo a lo que no estamos acostumbrados. Lo que nos perturbaba era esa situación ante lo desconocido.

- ¿Y de aquellos barros, qué lodos han quedado. Es decir, cómo han conseguido salvar los empresarios esta situación?

- Económicamente hay muchas que no lo han superado y se han quedado en el camino. Las ayudas que se recibieron no fueron todo lo cuantiosas que debieron. Para los ICO no se han concedido prórrogas y hay muchas pequeñas empresas, sobre todo en el pequeño comercio, que no han podido salir adelante. Si a eso le añadimos el incremento de la materia prima, la guerra de Ucrania o el aumento de precios de la energía, es insalvable para demasiados poder haber salido salir adelante. Solo nos faltaba, para rematar, el incremento de los costes laborales, los sueldos y las medidas fiscales del Gobierno.

- ¿Estamos peor, por tanto, que cuando salimos tambaleantes y aturdidos de la crisis sanitaria?

.- Por supuesto. Cuando llegaron las vacunas, la gente llegó al verano con júbilo y con esperanza. Había alegría en la calle, se consumía y el dinero fluía. Todo el mundo decía, 'ha pasado la pandemia y podemos trabajar'. Pero entonces llega el batacazo, con el déficit de la materia, la gasolina, la energía, la luz. En vez de tener una política fiscal adecuada que hubiera bajado los impuestos y la gente consuma, lo que pasa ahora es todo lo contrario: el consumo se retrae y las empresas adoptan la prudencia.

-Y a todo eso hay que añadir la moral del empresario para sortear tantos problemas ¿Afecta eso más a su balance de cuentas?

- El empresario no puede permitirse tener la moral baja. Tiene que seguir luchando y trabajando, aunque por la noche no pueda dormir pensando cómo va a pagar las facturas. No puede permitirse el lujo de dejar de luchar. Si no lo hace, lo que tiene es una quiebra de la empresa y su ruina personal.

"lo primero que tenemos que hacer, como empresarios que somos, es creérnoslo y trabajar por nosotros y salir adelante por nosotros y no mirar a otro lado"

- ¿Cómo se camina en esa frontera que separa a los políticos, a los que tiene que ver casi a diario, con los intereses que tiene que defender como representante de los empresarios?

- Pues a veces resulta complicado, porque has de proteger siempre a tus empresarios, que es para lo que estás aquí. Debo reconocer que hay políticos que se dejan la piel en su trabajo, aunque luego no se vean sus resultados.

- Eso sí, es una persona que no tiene pelos en la lengua si hay que dar un tirón de orejas a los políticos lo hace sin miramientos.

- Pues lo que intento es dejar las cosas claras cuando toca el momento de hacerlo, siempre con respeto y educación, pero hay que decirlas.

- ¿Se ha encontrado con muchos obstáculos a la hora de negociar, colaboraciones, ayudas, proyectos por parte de los dirigentes políticos municipales y regionales?

- No son obstáculos, pero es verdad que no todo lo que se pide se logra. Entendemos que los recursos son limitados. Cuando hacemos las reivindicaciones en el ámbito empresarial es porque creemos que son justas y necesarias para el desarrollo de la actividad económica y así debe ser entendida por los Gobiernos.

- ¿Pero los gobernantes entienden el mensaje?

- El político que se precie, y si además ocupa un puesto de peso en su Gobierno, tiene que entender que las reivindicaciones de los empresarios solo van dirigidas a generar actividad económica, riqueza y empleo. Con los impuestos que pagamos nosotros y los de nuestros trabajadores es como se mantiene el estado del bienestar.

- ¿A cuántas presentaciones de proyectos ha ido de las que luego se han difuminado o se han quedado en nada?

- Pues no es que se han quedado en nada, sino que se han paralizado o van demasiado despacio, como el Corredor Mediterráneo, la Alta Velocidad, la ZAL, que por fin se ha puesto en marcha, y así con buen número de cosas pendientes.

- Hablando de la ZAL, la ralentización de este gran proyecto choca con el hecho de que en Murcia haya dos ZAL en marcha. ¿Cómo se explica o cómo le explica a sus empresarios una realidad tan incomprensible?

- Se han dado muchas circunstancias: la inestabilidad del Gobierno Regional al inicio de la Legislatura y antes de la moción de censura. Luego hubo un problema con el Registro de la Propiedad, que dilató en el tiempo la compra de terrenos. Luego, las relaciones entre Gobierno estatal y regional no han sido todo lo buenas que debieran ser, para que este proyecto fluyera. Hay que agradecer al presidente de Puertos del Estado su predisposición y el trabajo realizado.

- Por otro lado está el asunto perenne de Alta Velocidad. A Murcia llegarán los trenes en breve y Cartagena es una isla.

- Pues así es. Yo mantuve en su momento una reunión con Pedro Saura y, posteriormente, con el delegado de Gobierno, José Vélez, y me garantizaron que las obras estarían terminadas y la Alta Velocidad llegaría a Cartagena entre finales de 2025 y principios de 2026.

"El empresario no puede permitirse tener la moral baja. No puede permitirse el lujo de dejar de luchar. Si no lo hace, lo que tiene es una quiebra de la empresa y su ruina personal"

- ¿Estos mensajes se los creen de verdad?

- Pues las cosas las crees mientras las veas. Se han sacado a licitación determinadas fases del proyecto de Alta Velocidad en Cartagena, pero algunos problemas siguen ralentizando el proyecto.

- Es decir, ¿nada nuevo?

- Pues la falta de AVE está causando mucho perjuicio económico a todos los niveles, no solo para el sector turístico. Con la celebración este pasado verano del Rock Imperium había gente en las redes preguntando cómo se llegaba a Cartagena. Eso es un síntoma de que algo estamos haciendo muy mal o desastrosamente mal. Por eso es fundamental que desde Corvera tengamos una línea diaria a Madrid y Barcelona, los grandes núcleos de la economía de este país. No puede ser que sea más fácil irme a Londres que a la capital de mi país.

- ¿Qué sectores se encuentran en la cuerda floja?

- El comercio, el turismo, no solo por la crisis sino por la situación del Mar Menor. Pero la agricultura y la ganadería también lo están pasando mal. Es necesaria la concienciación de todos los gobiernos para adoptar medidas contundentes y efectivas.

- ¿Es de las que piensan que el sector turístico debe ser la cabeza tractora de la Comarca?

- No. El turismo es un sector importante, tenemos el 70% del turismo regional, pero gozamos de un sector industrial muy boyante y con un gran proyecto del hidrógeno verde que se va a poner en marcha en el Valle de Escombreras que genera grandes expectativas económicas y laborales. Hay una industria de Defensa perfectamente asentada, como consolidados están el agrícola y ganadero. Todos ellos funcionan y pueden tirar de nuestra economía perfectamente y ahí está el ejemplo de la crisis de 2006 o la sanitaria, en las que agricultores y ganaderos asumieron la responsabilidad como tractores de nuestra economía y del empleo.

- ¿Ha pasado, por tanto, Cartagena de ser un gran proyecto económico a una realidad?

- No. Nos queda todavía para terminar de ver el cambio. Creo que lo primero que tenemos que hacer es creérnoslo y trabajar por nosotros y salir adelante por nosotros y no mirar a otro lado. Tenemos la capacidad, la potencialidad, la ilusión y las ganas.

- ¿De qué proyecto está más orgullosa?

- Pues creo que de la Mesa de Industria que pusimos en marcha, donde estuvieron presentes las grandes empresas de la Comarca, como Sabic, Repsol y Navantia, trabajando codo con codo con las medianas y pequeñas. Se pusieron a trabajar para definir cuáles son sus necesidades. Compartieron estrategia y conocimiento de futuro. A las pequeñas les sirvió para aprender y establecer relaciones comerciales. Lo importante fue la unidad de todos alrededor a un fin común, que es el desarrollo de la actividad. Eso es lo que le da contenido a las asociaciones empresariales y lo que las legitima.

- ¿Cuáles son los (proyectos) que tiene la Confederación preparados para 2023?

- Pues uno de ellos es poner en valor al empresario y que se produzca un cambio en la reputación y en la imagen que la sociedad tiene de él. Que se vea que es una persona solidaria, comprometida, responsable y trabajadora. Que mira por la sociedad y que además es la que arriesga su patrimonio y aporta riqueza. Hay que sentir orgullo por nuestros empresarios y no defenestrarlos.

"El político que se precie, y si además ocupa un puesto de peso en su Gobierno, tiene que entender que las reivindicaciones de los empresarios solo van dirigidas a generar actividad económica, riqueza y empleo"

- ¿Lo que se transmite, por tanto, es lo contrario?

- Pues lo que percibimos y vemos es un ataque constante, principalmente de determinadas instituciones y de la sociedad civil.

- ¿Qué de traumático ha sido el asunto de la elección del presidente de la Cámara de Comercio? ¿Hubo carreras y crisis interna? ¿Le pidió en algún momento a Miguel Martínez que se apease por el bien de la propia institución?

- No ha habido ninguna crisis interna ni le pedí en ningún momento a Miguel que se echara a un lado. El candidato aprobado por la Confederación para presentarlo a presidente de la Cámara de Comercio fue Miguel Martínez y hemos estado con él en todo momento. Además, he de decir que ha sido un ejemplo de lo que es y debe ser siempre la unidad empresarial.

- ¿Se da carpetazo, por tanto, al asunto?

- Miguel ha sido designado presidente y está publicado en el BORM. Ya estamos trabajando con proyectos conjuntamente con la Cámara de Comercio y Coec.

- ¿Ha dejado heridos en el camino?

- No. Ni secuelas ni heridas ni vendajes.

- ¿Es real el problema de la formación de trabajadores para determinados sectores, como el naval o industrial?

- Tenemos problemas de falta de formación y trabajadores, pero también de formación de empresarios. La vida tecnológica avanza muy rápido y es necesario actualizarnos y adaptarnos. Por eso, estamos organizando cursos de formación para nuestros empresarios, para que se adapten a las novedades tecnológicas. Por otro lado, en el ámbito del trabajador hemos modificado el itinerario curricular de algunos cursos, principalmente en el industrial, y seguimos buscando, con las empresas, la definición de los requisitos de formación de los trabajadores para transmitirlos a las administraciones. Necesitamos que cuando el personal salga de los centros de formación, FP o Sef, se adapte perfectamente a los trabajos.

- ¿Hay un problema de falta de gente formada o de organismos que los formen?

- La gente que está formada, sobre todo a nivel universitario, se nos está yendo al extranjero. Hay gente que está en su casa teletrabajando para otros países. Cuesta mucho trabajo y dinero formar a una persona para después perderlo. Los programas de retención del talento son básicos para recuperar esa masa crítica. No solo debemos retenerlos sino atraer talento de fuera.

"Es fundamental que desde Corvera tengamos una línea diaria a Madrid y Barcelona, los grandes núcleos de la economíA. No puede ser que sea más fácil irme a Londres que a la capital de mi país"

- Por último, ¿Barlomar y el Valle del Hidrógeno Verde los consideran una esperanza y una realidad?

- Barlomar es más que necesario. Tenemos un gran problema porque los barcos son cada vez más grandes para ser más eficientes y si el Puerto de Cartagena no crece tendremos menos posibilidades de atraer ese negocio. Debemos y necesitamos que crecer sí o sí.

Respecto al Hidrógeno Verde del Valle de Escombreras, es una realidad que va a funcionar muy bien. Necesitamos otras fuentes de energía y el futuro pasa, sí o sí, por el hidrógeno. Nos va a dar muchas alegrías a nuestra comarca y a nuestro país. Es un proyecto avalado por grandes empresas, por lo que entiendo que está más que garantizado.

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