MURCIA. Con la marinera o el pastel de carne como algunas de sus principales enseñas, la gastronomía local es uno de los atractivos que esperan al turista que llega a la ciudad de Murcia. No obstante, se trata de un placer efímero que concluye en el momento en el que se acaban los alimentos. Por tanto, con la intención de hacer llevar pequeñas muestras de la comida murciana por todo el globo, El Turro ha estrenado una nueva tienda en la calle Platería.
"Tenemos dos tipos de clientes: el que es habitual de Murcia y le gusta probar nuestros productos y el turista que cuando viene a la ciudad quiere probar las cosas típicas, por lo que nos hemos establecido con la vocación de ser una tienda de regalo", explica el bisnieto del fundador de la empresa con sede en Abarán, Francisco Hernández, en conversaciones con Murcia Plaza.
La tienda abre de manera oficial sus puertas por primera vez este miércoles tras llevar a cabo la inauguración en la tarde del pasado martes. Antes de ello, resultaban habituales los caminantes que se asomaban a la tienda aún cerrada para interesarse por el nuevo comercio.
Al fin y al cabo, El Turro ya acumula una gran trayectoria en la ciudad, pues con 180 años de historia resulta un habitual en los mercadillos del municipio. Ahora, además de en ocasiones señaladas, la empresa se instala en Murcia de manera permanente para tener su primer punto de venta fijo más allá de su obrador de Abarán.
En cualquier caso, esta no es la primera que la marca abre una tienda en la ciudad, pues hace dos generaciones El Turro contaba con un local propio en Murcia que tuvo que cerrar, y desde entonces había sido un objetivo para la empresa volver a instalarse en la capital.
La oportunidad llegó este verano casi como un accidente, pues la familia propietaria encontró un local que encajaba perfectamente con las condiciones que requiere una tienda de estas características: "Que montemos la tienda este año ha sido una casualidad. Lo teníamos en la cabeza muchísimos años, pero no nos decidíamos a tirarnos a la piscina hasta que encontramos un sitio que era perfecto".