MURCIA. Las Misiones Pedagógicas fueron creadas en 1931 con el propósito de acercar animación cultural y estímulos de belleza a los pueblos y aldeas remotas de la España rural. Hasta ellos llevaban libros, cine, teatro, música y un museo circulante con copias de cuadros representativos del Museo del Prado. El pintor murciano Ramón Gaya, no fue solo uno de los copistas, también uno de los responsables de la iniciativa que acompañó al museo por toda España. "Fue uno de los protagonistas de esta maravillosa historia, una de las más luminosas y solidarias de nuestro país. Miles de personas disfrutaron de las novedades que traían consigo los 'misioneros' y de ese Museo portátil", señalan desde el Museo Ramón Gaya de Murcia, que casi un siglo después se ha inspirado en ese museo itinerante para poner en marcha su propio Museo Circulante Siglo XXI, con el que pretende acercar la obra de Gaya a diferentes destinos.
En esta ocasión, la próxima parada es el Museo Barón de Benifayó de San Pedro del Pinatar, donde este sábado (20.00 horas) se inaugurará Ramón Gaya. De pintor a pintor, una muestra que se podrá visitar hasta el 6 de enero de 2025. Explican desde el museo dirigido por Rafael Fuster que para cada uno de los sitios donde se detiene este Museo Circulante Siglo XXI "se realiza un proyecto específico". El título del que se podrá ver en San Pedro nace de un poema de Ramón Gaya donde habla sobre el sacrificado oficio del pintor" (Pintura no es hacer, es sacrificio, es quitar, desnudar, y trozo a trozo, el alma irá acudiendo sin trabajo).
En la exposición, compuesta por 15 obras originales del pintor y comisariada por Fuster, se pueden encontrar "algunos de sus homenajes a la pintura, que nacieron en México, cuando el pintor se sentía alejado de los maestros de antaño -apuntan desde el museo-. Esa ausencia de pintura le hizo llenar su estudio de reproducciones y postales y sintió entonces la necesidad de rendir tributo a esas grandes figuras. No podemos dar un paso verdadero, sin contar con todo eso, que no es el pasado sino el presente, porque son cosas vivas, nos dirá el pintor".
Los artistas homenajeados son: Pedro Serna, alguien que para Gaya tenía las facultades que ha de tener un pintor, que comprende lo que ve cuando mira; Van Gogh, uno de sus pintores predilectos, de quien decía que "tenía una fuerza similar a la de Picasso"; el murciano Joaquín con su 'cabeza dormida', que según Gaya era "lo mejor que se ha pintado en Murcia desde el cuadrito de Sobejano 'Mientras rule no es chamba'"; Murillo, "el segundo gran pintor español no es Goya, sino Murillo", decía Gaya; cómo no, Velázquez, pues ningún pintor despertó tal admiración y entusiasmo en el murciano como lo hizo el sevillano, sobre el que escribió el ensayo Velázquez, pájaro solitario (el mejor y más profundo que se haya escrito sobre Velázquez, según Sánchez Rosillo); Rembrandt, "un elegido por la pintura"; Eduardo Rosales, "el último gran pintor de envergadura antigua"; Picasso, un gran creador que "sabe trascender todos los valores plásticos y darle al cuadro una vida real"; Tiziano, otra de las predilecciones del pintor murciano, uno de sus referentes más frecuente ("yo no repito, insisto", escribió Gaya). En esta selección no falta un autorretrato del propio Ramón Gaya.
La exposición irá acompañada de algunas fotos emblemáticas del pintor, como aquella donde se le ve recogiendo el Premio Velázquez de Artes plásticas, algunos carteles, objetos personales y publicaciones (catálogos y libros).
Tras San Pedro del Pinatar, el Museo Circulante Siglo XXI seguirá su camino hacia la Universidad Popular de Mazarrón, con una muestra titulada Antología. Anteriormente, ha visitado la Biblioteca Regional con la exposición Un pintor que escribe, y el Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela con Velázquez, pájaro solitario.