MURCIA. Seis meses después, el Gobierno regional al fin desbloquea los Presupuestos, la norma autonómica más importante del año. El presidente murciano, Fernando López Miras, cerró este jueves el acuerdo con Vox tras reunirse con todos los partidos políticos a lo largo de la mañana. En realidad, las conversaciones se habían acelerado en los últimos días tras varios meses de negociaciones infructuosas, amagos de citas que no se producían y con ambos partidos jugando al ratón y al gato: el PP ofrecía gestos a su antiguo socio mientras Vox no paraba de aumentar su lista de exigencias. Los populares, pacientes, llegaron a pronunciarse públicamente su rechazo contra de la inmigración ilegal, condenaron el Pacto Verde Europeo e incluso se abrieron a cerrar el Centro de Menores de Santa Cruz con el pretexto de que la instalación no tiene cabida en su modelo de acogida de menores inmigrantes y acogimiento residencial que “marca Europa, Unicef y el Gobierno de España, al no cumplir con los estándares de entornos reducidos y de carácter familiar”.
Pero el acuerdo no se producía. Mientras tanto, los empresarios, que no conciben una planificación anual sin un presupuesto, se desesperaban y enviaban señales de alerta al Gobierno regional: Miguel López Abad (Croem), Ana Correa (Coec)… “Querido Fernando, tenemos un problema con los Presupuestos”, le llegó a advertir el líder de la patronal al jefe del Gobierno regional en la última Asamblea General de Croem. Su antecesor, José María Albarracín, también levantaba la voz con los retrasos en las cuentas. “Se imaginan a una empresa que no presentara sus presupuestos antes del 1 de enero?”, solía decir, incapaz de aceptar que un axioma inviable en el mundo de la empresa se pudiera convertir en un hecho ordinario en el ámbito político.
El acuerdo llega precisamente en el día en que se aprueba la cuarta ley de Simplificación Administrativa, otra de las tareas pendientes y demandadas por el mundo empresarial. “Ahora han descolgado el teléfono”, asegura José Ángel Antelo. “Una vez que se han puesto por delante verdaderamente los intereses de los ciudadanos de la Región de Murcia, se han conseguido desbloquear”, puntualiza Joaquín Segado, el portavoz del PP. Ambos dirigentes, que se han lanzado pullas durante este tiempo, firman la paz.
Antelo sostiene que el centro de Santa Cruz “se cerrará” y también señala que no permitirán que “se utilicen los centros educativos” para “difundir ideas ajenas a la cultura española”, en referencia al plan PLACM (Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí), uno de los escollos. También recalcan que “se eliminará el gasto superfluo y se va a modificar la Ley de Participación Institucional para quitar la obligación de pagar a los sindicatos y la patronal”. Ese es otro de los quebraderos de cabeza. El PP siempre ha sido partidario de mejorar la eficiencia en el control del gasto público, pero no de acabar con las ayudas a las organizaciones empresariales y sindicales.
Por su parte, los populares ponen el acento en que “se va a centrar en ayudar a las familias, va a bajar impuestos, va a apoyar a los sectores productivos y va a blindar de alguna forma el estado del bienestar”. Como reivindicaba Segado, “va a ser un Presupuesto bueno para la Región que hará que avance". Falta, por tanto, conocer la letra pequeña del acuerdo. Aunque Antelo ya deja claro que no dejará pasar ni una: “Pediremos ceses si no cumplen las exigencias”
Ahora comienza una carrera contrarreloj para que el Presupuesto entre en vigor antes de las vacaciones. Agosto es inhábil en el Parlamento, por lo que el Gobierno tiene que acelerar. Primero, la Comunidad tendrá que aprobar el texto en el Consejo de Gobierno antes de iniciar el trámite parlamentario en la Asamblea Regional, que suele durar entre un mes y dos meses. También debe acordar el techo de gasto, que suele ser el primer paso de este proceso y que ni siquiera se había aprobado aún.
Pero tiene tiempo el Gobierno. Porque no es la primera vez que llega con prisas al verano. Ya se dio esta circunstancia en 2021. El texto de aquel año, marcado por la moción de censura y la ruptura de la coalición de PP y Ciudadanos, vio la luz el 16 de junio. Por tanto, las nuevas cuentas serán las más tardías de la historia de la Comunidad. Desde el fin de las mayorías absolutas, el PP ha llegado con demora en cinco ocasiones: los textos de 2016, 2020, 2021, 2022 y el próximo de 2025.
PP y Vox, en cualquier caso, firman el segundo Presupuesto de la legislatura. El primero fue en coalición y se encarriló de manera rápida, sin dilación; el segundo, como aliados parlamentarios, pero uno en el Gobierno y el otro en la oposición, ha necesitado de todo un semestre para que sea una realidad. No se sumarán más grupos: el PSOE, y ya van 43 años sin un gran acuerdo con el PP en esta materia, no lo respaldará. Tampoco Podemos.