MURCIA. El plan del PP se mantiene invariable. Un día después de que la presidenta de la Asamblea Regional, Visitación Martínez, sugiriera formalmente a Fernando López Miras como candidato, el líder de los populares y jefe del Gobierno en funciones ha firmado este miércoles la propuesta de su candidatura e inicia, así, los trámites para su viaje hacia la investidura. Un trayecto que, por el momento, no tiene billete de llegada, pues el PP no cuenta con los voto necesarios.
"Con el respaldo mayoritario de los ciudadanos, me presento a la investidura como candidato a la Presidencia del Gobierno de la Región de Murcia", anunciaba López Miras, convencido de que se pueda tener un Gobierno "sólido y estable cuanto antes". Para que eso suceda, necesita la abstención de dos diputados en la Asamblea, ya que el PP se quedó a dos escaños de la mayoría absoluta el pasado 28 de mayo. PSOE y Podemos no prevén hacerlo, por lo que la pelota continúa todavía en el tejado de Vox.
"A día de hoy no podemos votar a favor de ningún candidato ni abstenernos". Esa es la respuesta que este martes daba José Ángel Antelo, el líder regional de Vox. Un día después nada había cambiado, por lo que la sesión de investidura continúa abocada al fracaso. No obstante, el contexto nacional deparaba una clave a tener muy cuenta en la Región: en Baleares, el PP y Vox se daban la mano para que la popular Margalida Prohens gobierne en solitario a cambio de un pacto con 110 medidas. Vox se compromete a facilitar la investidura con la condición de que se ejecuten las políticas reflejadas en un documento. Además, Vox garantiza que no presentará enmiendas a la totalidad de los Presupuestos mientras el PP cumpla su parte. Eso sí, sí habrá miembros de Vox en el segundo escalón, pues presidirá el Consell de la isla de Mallorca y el Consell de Menorca.
Con este acuerdo, Baleares se separa del modelo aplicado por PP y Vox en la Comunidad Valenciana, donde ambos sellaron una coalición. También conforta un escenario distinto a Extremadura, donde el PP dio un portazo inicial a la idea gobernar con los de Santiago Abascal. Baleares, por tanto, se erige en una tercera vía entre los dos partidos de la derecha española.
¿El ejemplo balear abre la puerta a la Región? Ese es el gran interrogante que surge ahora en la política murciana. Conviene advertir, antes de nada, que en Baleares PP y Vox sí han mostrado sintonía desde el primer minuto, al conceder la Presidencia del Parlamento balear a Vox. Algo que en Murcia no ha sucedido. Más bien al contrario. El PP impuso su mayoría y no permitió que los de Antelo ocuparan ningún sitio en la Mesa de la Cámara, un hecho que indignó a Vox.
Desde entonces, ambos están enrocados en sus posiciones. Antelo, hasta la fecha, ha repetido una y otra vez que no aceptará otra cosa que un Gobierno con Vox, representado con un tercio de los consejeros, siguiendo el ejemplo de la Comunidad Valenciana. "Para que se apliquen un tercio de las políticas, estas deben depender de Vox", esgrimía. Este miércoles el propio líder nacional de Vox, Santiago Abascal, reforzaba la postura de su partido en la Región y en una entrevista en TVE rechazaba un acuerdo programático con el PP murciano: "En la Región de Murcia no nos podemos fiar de aquellos que han gobernado con tránsfugas y que no han cumplido los acuerdos", decía, desconfiando del PP porque ya incumplió -a su juicio- en 2019 un pacto programático.
En aquel año, recordemos, el PP, que fue la segunda fuerza electoral tras el PSOE, selló una coalición con Ciudadanos, pero necesitaba un paso extra para que López Miras fuera investido. Después de todo un verano de duras negociaciones, populares y 'voxeros' alcanzaron un pacto in extremis, al borde de la repetición electoral, para que Vox propiciara la investidura con una abstención a cambio de una serie de condiciones (como el 'pin parental').
Aquel acuerdo, sin embargo, es el que Vox sostiene que nunca se cumplió. Tan sólo llegó vigente al primer Presupuesto de la legislatura, que salió adelante con el plácet de Vox (se abstuvo). Hay que tener en cuenta que un año después, a mediados de 2020, en pandemia, el grupo parlamentario se rompía, con tres diputados que fueron expulsados del partido (aunque readmitidos por la Justicia posteriormente), lo que hizo que los tres parlamentarios fueran por libre. En 2021, para mayor requiebro del destino, López Miras se apoyó en ellos para desactivar la moción de censura y firmó otro acuerdo para asegurarse la gobernabilidad, lejos de las directrices de Abascal.
¿Cuándo se celebraría esta vez el primer pleno de investidura? Ese es otro interrogante, pues a día de hoy no hay certezas. Sí se sabe que la Mesa de la Cámara se reunirá este jueves (10.30 horas) para tomar conocimiento del 'sí' de López Miras para someterse a la sesión de investidura. A continuación se debe convocar la Junta de Portavoces, el órgano encargado de poner fecha y hora. Sin embargo, esa Junta no tendrá lugar hasta que se constituyan la Diputación Permanente y las ocho comisiones parlamentarias, para lo que hay un plazo que expira el 5 de julio, aunque la previsión es que se constituyan la próxima semana, según indican fuentes de Efe.
¿Se podría celebrar el debate en plena campaña electoral? Sí. La presidenta de la Asamblea, previa consulta a los Servicios Jurídicos, así lo confirmó. La campaña del 23J, recordemos, empieza el 7 de julio. El Parlamento de Extremadura, de hecho, ha previsto la sesión para los días 5 y 6 de julio. La Región, a la vista de los hechos, va por el mismo camino (y el Gobierno regional sigue en funciones).