MURCIA. Marcelo Criminal es una de esos artistas que rompen moldes y escapan de los convencionalismos, a los que estamos tan habituados en la cultura y, concretamente, en el mundo musical. Este músico, que empezó por aburrimiento a crear, se ha ido abriendo de manera silenciosa su hueco en la industria a golpe de esfuerzo.
Su actuación en el pasado WARM UP y su mítica Perdona (Ahora SÍ que Sí), cantada por Carolina Durante, quizá le han otorgado un mayor posicionamiento o popularidad; aunque su estilo es un tanto ambiguo, cuenta a Murcia Plaza por qué se considera un artista pop, cómo ha ido forjando su éxito y cuáles son sus pretensiones.
¿El confinamiento nos ha traído nuevas canciones?
Más bien antes y después del confinamiento, empezamos a preparar un disco nuevo que saldrá en los próximos meses, esperamos que sea más pronto que tarde.
El fenómeno que revolucionó tu carrera fue el trabajo con Carolina Durante, Perdona (Ahora Sí que Sí), ¿cómo surgió?
En mi primer concierto, en Madrid, coincidí con ellos, teníamos conocidos en común y nos caímos bien. Cuando saqué la canción, Diego Ibáñez (vocalista de Carolina Durante), me pidió versionarla y, a posterior, que saliera en el vídeo. La verdad es que fue bastante enorme el recibimiento que tuvo la canción.
Parece que tu imagen siempre queda en segundo plano en tus vídeos…
No estoy intentando que la gente me conozca, sino que entienda la canción. No intento mostrar determinada faceta de mí o dar conocer una parte de mí, mi objetivo principal es que se centren en la canción y en lo que intenta transmitir.
Digamos que no eres de esos artistas que dedica mucho tiempo en pensar en su imagen y en producir una determinada “marca”…
Yo no suelo pensar mucho en mi imagen, lo veo más como un defecto que como algo por lo que enorgullecerme. Admiro a los grupos que cuidan todos sus detalles, pero a mí me cuesta pensar en eso. Me quedo en algo muy normal, muy natural, muy poco cuidado.
Esta naturalidad de la que hablas, ¿está relacionada con la dificultad o la complejidad a la hora de hacer música?
Realmente, para mí la complejidad no tiene mucho sentido planteársela, que sea más difícil o menos no quiere decir nada. Yo intento que no entre dentro de lo genérico y que no sea algo que hayan hecho ya mil veces. Por eso, intento recurrir al minimalismo, la reducción al mínimo de los componentes más recurrentes de lo que sería la música pop.
Entiendo que la música que hago es música pop, ya que para mí lo de indie no tiene mucho sentido, a mi entender, no entra dentro de lo musical, sino que hace referencia a un movimiento sociológico. Creo que es una palabra que no tiene mucho uso más allá de lo que significa el fenómeno social.
Entonces, ¿consideras que tu género es el pop?
Estoy en el pop, pero en el sentido de que hago música que intenta llegar a todo el mundo, hago estribillos, utilizo instrumentos tradicionales, pop en sentido muy amplio. Hay que eliminar las concepciones snob o clasistas de pensar que determinados tipos de música, como la independiente, son superiores a otros géneros. A mí me interesa la música en todo su esplendor y generalidad, me interesa qué aporta y qué dice una canción.
¿No crees que hemos alcanzado un punto en que lo cultural y, ente caso, la música se han homogeneizado?
Yo lo que siento es que muchas veces caen todos en las mismas dinámicas consumistas de siempre. Muchos tienen la intención de ser famosos, de tener muchas reproducciones. Esto al final resulta un poco perjudicial para lo que yo entiendo como hacer música. No hay un género que tenga por qué ser mejor o superior que otro. Todo es perfectamente válido.
¿Qué buscan tus canciones?
Yo lo que intento es hacer canciones que no sean ridículas y que hablen de cosas que puedan llegar a la gente, de situaciones y personajes cercanos para conectar con ellos. Ciertamente, mis canciones son más o menos tristes en general, aunque creo que es también importante el humor o la ironía.
¿Cómo surgió tu incursión en el mundo de la música?
Yo compongo solo pero produzco en compañía de Álex López, un amigo que me ayuda a grabar y producir. Respecto a los comienzos, me inicié porque escuché muchos grupos que me cautivaron, música un poco Lo-fi. Además, estaba como un poco aburrido y empecé a tocar la guitarra y canturrear. Después, conocí a Álex, que es el productor, y empezamos a hacer alguna cancioncilla, como Solán de cabras.
Entonces, esto tuvo más o menos aceptación del público, y un pequeño sello de Madrid, Fikasound, decidió financiarnos, o sea, pagar lo que cuesta sacar un cd. Esto funcionó y, con el paso del tiempo, seguí dando conciertos, poco a poco hemos ido cambiando, hemos cambiado de sello discográfico, hemos tocado en más conciertos, festivales, la colaboración con Carolina Durante…
¿Cómo vislumbras el futuro, te ves dedicándote de lleno al mundo musical?
Ahora el futuro es un poco incierto. “Lo mejor” es que voy solo y no hay que repartir, pero yo no tengo esa ambición tampoco. Yo no me lo planteo de esa manera, nadie me dice que me vaya a salir rentable. A mí me da miedo profesionalizarme de más y quemarme, me parece divertido y está guay como válvula de escape, pero no sé hasta qué punto quiero que sea mi vida, ahora mismo no puede serlo, así que torturarme con la idea es algo que me quito de encima.
¿Hay colaboración a la vista?
Tenemos una colaboración pendiente con una especie de trapero-punk, ghouljaboy, pero en principio no tengo nada pensado. No siempre, pero muchas veces las colaboraciones se hacen por una cuestión de marketing, yo necesito una especie de conexión con las otras personas para sentirme cómodo.