MURCIA. Entomo Agroindustrial llevará sus insectos hasta Asturias. Y es que esta empresa con sede en el vivero de empresas El Coso de Cehegín está impulsando un proyecto para construir una biorrefinería en esta comunidad del norte de España, tal y como ha anunciado Capsa Vida, una de las inversoras del proyecto.
En concreto, Asturias albergará un centro pre-industrial "pionero en Europa" que creará una biorrefinería basada en insectos, concretamente en la mosca soldado negra en la que se especializa Entomo. De esta forma, la firma murciana podrá aprovechar la planta para valorizar subproductos de la industria agroalimentaria y los residuos sólidos urbanos.
En este sentido, destaca la colaboración con Capsa, pues como propietaria de Central Lechera Asturiana pretende emplear estas nuevas instalaciones para generar valor añadido de los subproductos lácteos. Con este proceso de valorización, Entomo espera abastecer de materias primas a otros mercados como el de biofertilizantes e ingredientes para mascotas.
En cualquier caso, esta planta no es la única que pretende poner en marcha la compañía en el corto plazo pues, ahora que ya han desarrollado la tecnología necesaria, el objetivo es trabajar en la industrialización del proceso a nivel nacional, lo que implica la construcción de varios centros de producción por todo el país.
Además de esta primera biorrefinería en Asturias, Entomo acaba de alcanzar un acuerdo de gran envergadura con dos de las empresas más importantes de la Región de Murcia, Alimer y Cefusa, para explorar la viabilidad de emplear larvas para revalorizar el purín.
En concreto, el objetivo es validar un prototipo comercial de un sistema de procesamientos de los purines mediante el uso de larvas de mosca soldado negra. Los insectos estarán ubicados junto al recinto ganadero en un contenedor de barco, donde serán alimentados con purín de cerdo para, a través de su engorde y posterior tratamiento, generar biofertilizantes.
"El objetivo es transformar los residuos en situ, sin necesidad de transportarlos y del coste energético que eso supone. Además, la unidad comercial tiene una tecnología automatizada, por lo que el purín irá directamente de la granja hasta el contenedor, por lo que lo único que tenemos que recoger es el producto final. Además de la larva, el residuo que queda también se puede aprovechar como fertilizante así que todo lo que entra sale como algo aprovechable", explica Diego Amores, CEO de Entomo, en conversaciones con Murcia Plaza.
En este sentido, relata que ya han conseguido validar esta tecnología en la planta piloto de Cehegín, donde han logrado reducir el volumen del purín en un 70% en un plazo de 14 días. En consecuencia, ya están trabajando en la fase de diseño de este contenedor en colaboración con Cefusa con el objetivo de que pueda estar en funcionamiento a principios de 2024.
"El objetivo es escalar el proceso e industrializar la unidad comercial. Vamos a hacer estas pruebas a pequeña escala para obtener las métricas necesarias para conseguir que sea algo escalable a nivel industrial", relata Amores.