Agricultores de toda España están saliendo a la calle para protestar por los bajos precios. Foto: Europa Press.MURCIA. Los agricultores de la Región de Murcia ya 'calientan' sus protestas para la tercera semana de febrero por los bajos precios. Bajo el lema "En defensa de su futuro", las movilizaciones pretenden "denunciar la grave situación de falta de rentabilidad que atraviesan" las explotaciones agrarias y el hartazgo ante los ataques que está recibiendo el sector. A los bajos precios del sector, como se puede apreciar en la imagen que contiene este texto, se le suma la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), un incremento que dificulta todavía más la rentabilidad de las explotaciones agrarias, que según denuncian las asociaciones del sector, llevan meses soportando precios en origen muy por debajo de los costes de producción. Está previsto que el próximo lunes, desde COAG anuncien en una rueda de prensa los pasos concretos a seguir en las protestas.
Se espera que a las movilizaciones de los agricultores murcianos le sigan también en febrero las de Cantabria, Madrid y Castilla- La Mancha. Las protestas se iniciaron el pasado 28 de enero frente al Parlamento Gallego en Santiago de Compostela, en las puertas de la plataforma logística Plaza en Zaragoza y ante la Delegación del Gobierno en Vitoria. Durante este mes de enero ya han producido cortes de carretera en Jaén, una provincia donde la producción de aceite de oliva es una de las grandes fuentes de empleo de la zona. También en Extremadura, una región muy dependiente de la agricultura y la ganadería, se han producido enfrentamientos con la Policía.
Como se puede apreciar en la imagen, los precios que recibe el agricultor están muy por debajo de lo que termina pagando el cliente. En productos como la naranja o la mandarina, el precio se incrementa por encima del 550% desde que lo vende el agricultor hasta que llega a las casas de los ciudadanos.
Los agricultores de toda España piden también una mayor protección frente a políticas arancelarias como la de Estados Unidos y un mayor control frente a las importaciones que llegan, en grandes cantidades, y que no se ven sometidos a los controles sanitarios, de bienestar animal o de medio ambiente, que si soporta el producto nacional. Las protestas, aunque tienen distintas particularidades según la zona, si tienen un patrón común: piden el auxilio para un sector al que, aseguran, se está maltratando desde distintos frentes y para el que no sienten la protección que creen merecer.
