López Miras y Antelo, un verano sin cobertura

MURCIA. La novedad del bloqueo es que no hay ninguna novedad. La Región de Murcia se adentra en el ecuador de agosto atrapada en un bucle infinito, sin salida ni solución. Y lo que es peor: no hay ninguna pista que invite a pensar que algo puede cambiar en los próximos días. Más allá de las declaraciones públicas en prensa y redes sociales, no existe intercambio de llamadas entre los dos líderes regionales de PP y Vox, Fernando López Miras y José Ángel Antelo. Ningún acercamiento ni gesto. Desde Vox aseguran que Antelo lleva esperando la llamada "más de un mes". Si en algún momento saltara la sorpresa y llegara el deshielo, sería ya en la recta final, al filo de la campana, pues la amenaza de la repetición electoral tiene fecha límite: el 7 de septiembre.

El mapa autonómico se va conformando en toda España, pero no en la Región. Aragón se ponía en marcha con la toma de posesión del popular Jorge Azcón, que gobernará en coalición con Vox, secundado por el Partido Aragonés Regionalista; mientras que Navarra despejaba la incógnita al acordar la militancia de Bildu la abstención necesaria para que la socialista María Chivite pueda gobernar respaldada por la coalición navarra Geroa Bai y la confluencia de izquierdas Contigo-Zurekin. 

Ya sólo queda Murcia (y Ceuta, donde el popular Juan Vivas, al igual que López Miras, tampoco quiere gobernar con Vox). En la Región, ni PP ni Vox, los dos únicos que pueden desbloquear una investidura, dan su brazo a torcer. O uno de los dos cede y claudica en sus pretensiones iniciales o los murcianos volverán a las urnas. Pero los dos se mantienen inalterables en sus posiciones máximas que proclamaron en la noche electoral del 28 de mayo: el PP quiere gobernar en solitario y Vox quiere formar una coalición. Ni las elecciones generales del 23J ni la reciente decisión de Vox de allanar el camino de Feijóo han alterado la hoja de ruta de la Región. 

Falta menos de un mes. Agosto es inhábil en la Asamblea Regional (aunque la Diputación Permanente, si se convoca, puede habilitar una sesión de investidura), por lo que todo se resolverá los primeros siete días de septiembre. Si se consuma el fracaso el día 7, la Región se convertiría en la primera comunidad en repetir unas elecciones autonómicas. La fecha de la votación, tal y como marca la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), sería el 25 de octubre. Un miércoles. Y la campaña electoral, que se reduciría a una semana, comenzaría el día 16.

Hasta la fecha Vox no ha aceptado ninguna de las propuestas del PP. Ni el acuerdo programático de 88 puntos que planteó López Miras en la única vez que negociaron de forma oficial en la Asamblea (a las puertas del fallido debate de investidura de julio) ni tampoco la última oferta, lanzada desde los populares tras las elecciones generales, que planteaba la opción de cargos políticos de representación parlamentaria e institucional, como sería un puesto en la Mesa de la Asamblea y/o un senador autonómico. Vox dio otro portazo, porque en ningún caso les incluía en el Consejo de Gobierno. O gobiernan o nada. "Sólo nos sentaremos para formar Gobierno de coalición", subrayan. Además, no sentó nada bien en las filas de Vox que la llamada no se dirigiera a Antelo, que es "el interlocutor". 

Los cuartales generales, además, respaldan a sus barones. Tanto Génova como Bambú secundan a sus líderes regionales. La número dos de Alberto Núñez Feijóo y secretaria general del PP, Cuca Gamarra, remarcó que López Miras cuenta con "todo el respaldo del partido y de la dirección nacional" para sacar adelante su objetivo de gobernar en solitario, sin incluir a Vox. Claro que si el PP está unido, también lo está Vox, cuya cúpula nacional, con Santiago Abascal a la cabeza, ha defendido desde el minuto uno su exigencia de constituir una coalición, negándose a aceptar ninguna otra fórmula que no sea formar parte del Ejecutivo regional.

Esta semana de intenso calor López Miras volvía a pedir a Vox que se siente sin "excusas, amenazas ni chantajes" pues "la Región necesita esa reunión con Vox". Pero desde Vox reiteran que Antelo no ha recibido ninguna llamada para reunirse de nuevo. El bloqueo permanece. Y sin telefonazos ni intentos por solucionarlo. Y mientras tanto el Gobierno regional (y todo su ramillete de altos cargos) continúa en funciones.