Fotos: JUANCHI LÓPEZ
MURCIA. Situada entre el tradicional barrio de Vistabella y el de La Paz, junto al río Segura que baña la ciudad de Murcia, encontramos la Plaza de Abastos de Vistabella. Casi 50 años después de su inauguración, y tras haber sido reformada en varias ocasiones, hoy en día sus tenderos trabajan con las mismas ganas desde el día de su apertura en 1976.
Carnicerías, pescaderías, cafeterías, panaderías, congelados, charcuterías, fruterías, productos para mascotas, aceitunas y encurtidos, especias y modista. Estos son los servicios que se pueden encontrar entre los 28 puestos con los que cuenta la plaza. La calidad y la cercanía es lo que realmente importa a los tenderos, para satisfacer las necesidades de todos sus clientes.
"Nuestros clientes, más que clientes, son parte de la familia", así asegura Francisco Javier, presidente de la Plaza de Abastos de Vistabella y propietario de la 'Carnicería Javier'. "La crisis económica por la que estamos pasando actualmente por la subida de la luz y de otros servicios básicos, ha cambiado el comportamiento de los clientes". Según Jaime, propietario de 'Charcutería Juani': "Vemos que los clientes miran mucho los precios, intentan consumir menos para llegar a final de mes".
A pesar de estar pasando por dificultades, los clientes siguen acudiendo a la plaza. La gran mayoría, movidos por un motivo: la familiaridad. Y es que cerca del 80% de los visitantes del mercado son clientes fijos. "Cuando vengo a comprar al mercado siento que me tratan muy bien", así asegura una clienta que frecuenta el mercado de Vistabella. Ese trato que diferencia a los mercados de abastos lleva a los vecinos del barrio de Vistabella, a amas de casa, personas mayores e incluso a personas más jóvenes a acudir al mercado a diario.
"Ahora mismo las plazas de abastos están un poco anticuadas para mucha gente porque no conocen su verdadera esencia", comenta Javier. Esto es un hecho que el presidente de la plaza reconoce, y es por eso por lo que han decidido 'modernizarse'. La creación de una página web de la plaza junto a un servicio a domicilio individual y gratuito son algunas de las iniciativas que están llevando a cabo. Mantener a sus clientes y conseguir a nuevas compradores son los objetivos a los que quieren llegar con estas propuestas.
Son muchos los puestos de la Plaza de Abastos de Vistabella los que han pasado de generación en generación, para que siga siendo tradicional y de cercanía. Puestos como la 'Carnicería La Teresa', regentado por Antonio, es uno de los más antiguos de la plaza. Sus padres empezaron el negocio en esta plaza y él, a pesar de estar estudiando por aquella época, venía a ayudarlos los fines de semana. Ahora, la carnicería ha pasado a ser de Antonio.
"Nosotros venimos de la plaza de los patos, de la plaza vieja", explica María Dolores, vicepresidenta de la Plaza de Abastos y propietaria de la 'Pescadería Navarro'. En su caso son una segunda generación, su padre empezó en la Plaza los Patos, donde empezó la historia de la plaza del barrio. María Dolores iba a ayudar a su padre a la pescadería todos los sábados, allí vendía el pescado a los vecinos del barrio. Ahora la historia se vuelve a repetir: "Los clientes que vienen a comprar han sido mis compañeros de juego con los que compartía las canicas".
Negocios cercanos y tradicionales se esconden en esta plaza. La frutería 'Antonio Tovar', regentado por Antonio también es uno de los puestos que han traspasado generaciones. "Recuerdo que cuando era pequeño mi madre me traía a la frutería porque no había guarderías, entonces me quedaba jugando en una caja de frutas". Son historias que hacen de la Plaza de Abastos de Vistabella un lugar digno de visitar, donde te sentirás uno más de la familia.