Fotos: FICC
CARTAGENA. "Si algo he aprendido es que para hacer una película tienes que rodearte de gente que sepa más que tú". Así comenzó la actriz murciana Marta Nieto la presentación de La mitad de Ana este domingo en la inauguración del Festival Internacional de Cine de Cartagena, FICC53, que ofrecerá una apretada programación hasta el sábado 30 de noviembre, cuando se celebrará la Gala de entrega de premios (con espectáculo de Jesús Nieto, de Onírica Mecánica). Las palabras de Marta Nieto estaban dirigidas a los tres actores que la acompañaron - Lorena López, Pablo Alamá y Sonia Almarcha-, quienes junto a ella y la niña Noa Álvarez protagonizan su primer largometraje como directora. Una película que parte de su corto Son y que ella ha dirigido, protagonizado -como "mal menor" al caerse a última hora la actriz pensada- y cuyo guion ha escrito junto a Beatriz Herzog.
Marta Nieto quiso compartir este trabajo -que "tanto tiene de mí misma" y que llegará a los cines el 10 de enero- con el público que llenó la Sala B del Auditorio El Batel. "¡Qué gusto ver tanta gente para ver una película!", exclamó la murciana. Y más cuando entre esos muchos rostros se encontraban los de muchos familiares y amigos, que recibieron a la premiada actriz con afectuosos abrazos. "Esta película es fruto de mi vida y de mi aprendizaje, por eso tiene mucho de vosotros y es vuestra también", les dijo con la voz emocionada a todas esas personas importantes para ella presentes en la sala.
La mitad de Ana despertó un largo aplauso por parte del público y muchos abandonaron El Batel comentando y reflexionando sobre la película, cumpliéndose así unos de los objetivos del filme. Porque La mitad de Ana es una película hermosa visualmente -en la que el arte es un protagonista más y en la que la directora detiene su mirada en esa belleza cotidiana que nos rodea -, que busca contar a través de los ojos de una madre la transición de género de su hijo, un camino durante el cual ella, Ana, también tendrá ocasión de reivindicar su propia identidad.
Marta Nieto cuenta esta historia a través de una suma de pequeños momentos de la vida de estos dos personajes, que con frecuencia terminan con abrazos y silencios que resuelven situaciones para las que no se encuentran las palabras. Esos pequeño momentos atrapan al espectador que entiende a Ana -cómo no hacerlo-, con la que es fácil empatizar. Porque, al final, el problema y la confusión son suyas, no de su hijo. Es Ana la que se siente perdida. Es ella la que tendrá que encontrarse para acompañar a Son en el camino que tiene por delante.
En medio de tanto sentimiento a flor de piel, la directora introduce un elemento de realismo mágico a través del cuadro Un mundo, de Ángeles Santos, que no sólo no desentona, sino que se agradece. Una especie de homenaje a la imaginación y a la creatividad que en un principio solo cobra vida ante la mirada de la protagonista, una artista licenciada en Bellas Artes que trabaja como vigilante del Museo Reina Sofía de Madrid.
"¿Me pintas algo?", le pide Son a su madre cuando quiere expresar lo que siente, que es lo que hace Marta Nieto en esta película. Porque La mitad de Ana es la mirada de Marta. Por eso es de agradecer que, aunque la murciana se reconoce fundamentalmente actriz, señale que seguirá contando historias "cuando sienta esa pulsión". Ya están trabajando en otro guion, anuncia.
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