Fotos: Alberto Guardiola
MURCIA. La parroquia Nuestra Señora de Fátima, situada en el barrio de Vistabella de Murcia, se encuentra en una situación muy deteriorada debido a varios desperfectos en el tejado de la iglesia. Su párroco, Jerónimo Sánchez Bernal, ha explicado a Murcia Plaza los problemas en la estructura del templo, que lo han llevado incluso a poner un cartel en la puerta para avisar del 'peligro' a los vecinos.
Este edificio se construye a finales de los años 40, cuando se levanta el barrio de Vistabella al acabar la Guerra Civil. Una zona que nace por la falta de viviendas y por la necesidad de gente que estaba afrontando una situación complicada.
Sánchez comenta que "cuando el barrio terminó de formarse, la iglesia pasó a ser un almacén de materiales. Más tarde, este templo fue entregado a la Diócesis pero no se realizó, ni firmó ningún documento, por lo tanto, pertenece al Ayuntamiento de Murcia".
Al no existir ningún documento, el mantenimiento y el cuidado de la parroquia pertenece al Ayuntamiento de Murcia. El párroco nos ha contado de primera mano que ellos intentan mantenerlo todo bien a través de sus medios, pero el paso del tiempo deteriora mucho la estructura y necesita al menos una revisión anual.
"He puesto el cartel en la puerta para que la gente sepa lo que pasa y sobre todo para evitar que pase alguna desgracia, algún hundimiento cuando la iglesia está abierta o cualquier otra cosa".
El principal problema de esta iglesia es el tejado, el cual está bastante anticuado debido a varios factores: las palomas (que son muy frecuentes en Vistabella) hacen sus nidos, los altos árboles que rodean al edificio y el viento. Pero el factor más determinante es la lluvia. Cuando llueve, se forman goteras debido al mal estado del techo (las bajantes están obstruidas) y esto provoca que el agua se filtre por las paredes y como consecuencia hace que se inunde el coro, que está justo situado debajo de estos desperfectos.
"Llevamos dos años mandando mensajes al Ayuntamiento, hemos intentado hacer de todo para que Urbanismo nos ayude y solucione este problema, pero no nos responde. Si no se hace algo ya, esto va a ir a peor. Vinieron una vez a ver cómo estaba la parroquia, echaron un par de fotos pero no han vuelto", asevera el sacerdote.
"No se por qué no nos hacen caso, nosotros no tenemos medios para afrontar esta situación, y menos aquí, cada vez hay menos participación, es un barrio con mucha gente mayor que ya no sale de casa y con recursos muy limitados", remarca.
