CARTAGENA. La crisis de suministros y de energía que afecta al mundo amenaza con tocar también al comercio y la hostelería de la Región de cara a la campaña de Navidad. Una época en la que tanto el comercio como la hostelería facturan gran parte de los ingresos del año. El alza de la energía en este tipo de negocios ya lleva tiempo mermando los ingresos, puesto que son locales que usan una gran cantidad de energía. De momento, están logrando contener el alza de los precios, pero nadie se atreve a aventurar si esto será posible de cara al próximo periodo estival.
“El problema no solo es el alza de la energía. Hay algunos productos que ya no podemos servir, como algunos tipos de ginebra o el champagne, que como se sabe se consume mucho en Navidad”, afirma con cierta preocupación Jesús Jiménez, presidente de Hostemur. “A todos nos afecta en mayor o menor medida. En algunos comercios, ya hemos tenido problemas con el abastecimiento. A nivel personal, he tenido problemas con alguna pieza porque la cadena de suministro se ha quedado sin stock”, afirma Antonio Sánchez Arenas, de Centro Comercial Abierto de Cartagena, que regenta una ferretería en la calle del Carmen de la ciudad portuaria.
Pese a que la situación ahora es más o menos aceptable, hosteleros y comerciantes ven peligrar la campaña de Navidad. Unas fechas en las que ambos sectores buscan cerrar unas grandes cifras para empezar el 2022 con buena forma, después de un 2021 que empezó con cierres temporales de la actividad y agrandaron el tremendo agujero que la pandemia de la covid había creado. Aunque por el momento no han repercutido el aumento de los costes en el cliente, nadie se atreve a aventurar que esto no vaya a suceder en los próximos meses. “El 15 o 30% de nuestros ingresos dependen de la campaña de Navidad. Ahora mismo estamos intentando aguantar, el margen se está reduciendo, pero no sabemos como va a evolucionar la situación”, afirma Jiménez.
Y es que si los costes de transporte, la energía sigue en unos precios desbocados, será difícil no repercutir los precios en el cliente. “Si el transporte aumenta los costes, si se siguen agolpando los contenedores en los principales puertos internacionales…Claro que habrá desabastecimiento. Entre un 3 y 8% del aumento de los precios se va a repercutir seguro en el cliente”, añade Sánchez Arenas.
José María Pascual de Riquelme, gerente de Centro Comercial Abierto de Cartagena, no cree que se vaya a producir un desabastecimiento. “La gente creo que va a hacer una racionalización de sus compras. Y, en el Black Friday, veremos si la gente adelanta sus compras o no. Pero no creo que se vaya a dar un desabastecimiento generalizado. Si se dará un aumento generalizado de los precios. Pero es algo que afecta no solo al comercio y la hostelería, sino a todos los órdenes de la vida”. La Navidad ya está en la mente de los sectores económicos en un momento de incertidumbre.
