ESTOCOLMO. (EFE).- La selección española no falló y subió por sexta vez en los últimos cinco años al podio en una gran competición internacional, tras colgarse este domingo la medalla de bronce en el Mundial de Polonia y Suecia al imponerse por 36-39 a Suecia en la final de consolación.
Una medalla que se antojaba casi un imposible tras los cuatro goles de desventaja (22-18) con los que los "Hispanos" cerraron una primera mitad, en la que los escandinavos parecían imparables propulsados por el impulso de los más de 22.000 espectadores que llenaron el Tele2 Arena de Estocolmo.
Pero si algo define al equipo español es carácter irreductible, una fe inquebrantable en sus posibilidades que, con todo en contra, le permitieron dar la vuelta al marcador, tomándose de paso la revancha de la derrota encajada ante Suecia el pasado año en la final del Europeo.
Se suele decir que la medalla de bronce la gana el equipo que antes se repone del varapalo que siempre supone quedarse a las puertas de la final y en ese sentido dio la impresión de que tanto españoles como suecos habían pasado página rápidamente.
Y eso que el guardameta sueco Andreas Palicka, que ya fue una de las claves de la derrota de los "Hispanos" en la final del pasado Europeo, pareció empeñado en emular al danés Landin y ya contabilizaba tres intervenciones en los ocho primeros minutos de juego.
Pero ni así se desmoronó el equipo español que siempre encontró en los lanzamientos de Joan Cañellas y las circulaciones de Afrià Figueras en la línea de seis metros la fórmula para dar replica a los goles del pivote sueco Max Darj, un problema irresoluble para la defensa española en el arranque del partido.
Circunstancia que convirtió la primera parte en un continuo intercambio de goles que ponía a prueba el otro factor que se antojaba clave en el partido, el físico, tras afrontar ambas selecciones su noveno encuentro en diecinueve días.
Un esfuerzo titánico que no pareció afectar al equipo sueco que no dejó de correr en todo momento, a diferencia del conjunto español al que pareció costarle un mundo el repliegue defensivo.
Hecho que unido a las paradas de Tobias Thulin que tras sustituir a Palicka bajo los palos encadenó de manera casi consecutiva cinco paradas que permitieron a los escandinavos situarse con una peligrosa renta de tres tantos (17-14) que encendió todas las alarmas en el banquillo.
Pero ni el tiempo muerto solicitado por Jordi Ribera sirvió para solucionar los problemas del equipo español, que siempre pareció llegar tarde en el repliegue defensivo, para gozo del extremo Hampus Wanne que cuando no anotó al contraataque recibió el balón completamente solo.
Demasiadas facilidades para un jugador de la efectividad del extremo del Barça, que con las seis dianas con las que cerró el primer tiempo, condenó a los "Hispanos" a llegar al descanso con una desventaja de cuatro tantos (22-18).
Todo una montaña que escalar en una segunda mitad que arrancó con un cambio en la portería española en la que Rodrigo Corrales sustituyó a un Gonzalo Pérez de Vargas que apenas pudo tocar tres balones en los primeros treinta minutos de juego.
Un Corrales que detuvo cuatro de los cinco primeros lanzamientos que recibió lo que unido al paso a una defensa 5-1 con la presencia del incansable Kauldi Odriozola en la posición de avanzado permitió a España no sólo enjugar la diferencia, sino situarse por delante en el marcador (23-24).
Y es que en el momento que el encuentro dejó ser un correcalles llegaron los problemas para el conjunto sueco, que se mostró mucho más errático cuando tuvo que atacar en estático.
Al contrario que el equipo español, que de la mano de Alex Dujshebaev y, sobre todo, del pivote Adrià Figueras, indetectable para los defensores escandinavos, se situó con una ventaja de tres goles (26-29) al llegar el ecuador del segundo período.
Diferencia (30-33) con la que los "Hispanos" entraron en los diez minutos finales de juego en los que dos paradas, una primera de Rodrigo Corrales y otra posterior de Gonzalo Pérez de Vargas a lanzamiento de penalti de Niklas Ekberg, parecieron propiciar el despegue del equipo español
Pero aún tendrían que sufrir un poco más los de Jordi Ribera que sentenciaron definitivamente la contienda (33-37) a tres minutos para la conclusión con una espectacular colgada entre Ángel Fernández y Alex Dujshebaev, que demostró querer más que nadie la medalla de bronce como atestiguaron los seis tantos que firmó en la segunda mitad.
Ficha técnica:
Suecia, 36: Palicka; Ekberg (7, 3p), Lagergren (5), Darj (4), Carlsbogard (3), Claar (3) y Wanne (9) -equipo inicial- Thulin (ps), Daniel Pettersson (-), Fredric Pettersson (-), Pellas (-), Persson (-), Bergendahl (3), Sandell (-), Johansson (2) y Forsell (-)
España, 39: Pérez de Vargas; Solé (4), Garciandia (1), Casado (3), Cañellas (5), Ángel Fernández (5) y Figueras (9) -equipo inicial- Corrales (ps), Peciña (-), Maqueda (3), Alex Dujshebaev (7), Serdio (-), Guardiola (-), Sánchez-Migallón (1), Dani Dujshebaev (-) y Odriozola (1)
Marcador cada cinco minutos: 4-3, 8-6, 12-11, 15-13, 18-15 y 22-18 (Descanso) 23-21, 25-26, 26-28, 30-33, 32-35 y 36-39 (Final)
Árbitros: Bonaventura y Bonaventura (FRA). Excluyeron por dos minutos a Carlsbogard (2) y Palicka por Suecia; y a Maqueda, Sánchez-Migallón (2), Casado y Odriozola por España.
Incidencias: Encuentro por la medalla de bronce del Mundial de Polonia y Suecia disputado en el Tele2 Arena de Estocolmo ante 22.650 espectadores.