La presidenta de la Asamblea se reunió con todos los portavoces parlamentarios antes de proponer un candidato a la Presidencia de la Comunidad. Fotos: ASAMBLEA REGIONAL
CARTAGENA. El plan del PP continúa adelante pese a que, si nada cambia, conduce a un callejón sin salida. Los populares quieren celebrar cuanto antes la sesión de investidura. El primer paso se dio este martes, cuando la presidenta de la Asamblea Regional, Visitación Martínez, propuso como candidato a Fernando López Miras después de escuchar a los cuatro portavoces parlamentarios. Ahora falta saber la fecha de ese pleno, cuya celebración se decidirá en una Junta de Portavoces... que se reunirá la próxima semana. Sin embargo, el plan del PP, partidario de gobernar en solitario, contiene un importante inconveniente: no tiene los votos para investir a López Miras. Lo volvió a dejar muy claro el líder regional de Vox, José Ángel Antelo: "A día de hoy no podemos votar a favor de ningún candidato ni abstenernos".
Las posiciones de ambas formaciones no son nuevas. Apenas han variado desde la noche electoral: el PP quiere gobernar sin compañeros de viaje en el Consejo de Gobierno y Vox exige formar parte de la Comunidad. Ninguno ha dado su brazo a torcer hasta el momento. Ni siquiera con el último acercamiento, la oferta planteada públicamente por el PP de alcanzar un acuerdo programático pero sin incluir a Vox en el Ejecutivo. Una propuesta rechazada de plano por Antelo. Tal y como volvió a argumentar este martes, Vox tiene el mal recuerdo del pacto de hace cuatro años, cuando sellaron una serie de puntos ("que no se cumplieron", subraya Antelo) a cambio de propiciar la investidura de López Miras con su abstención en una segunda sesión plenaria, al borde de la repetición electoral.
Vox ahora entiende que para que se cumplan sus políticas, debe tener consejeros. En concreto, un tercio de Vox debe estar en el Gobierno, puntualizó Antelo, al estilo de la Comunidad Valenciana. "Para que se apliquen un tercio de las políticas, estas deben depender de Vox", remarcó. La mano, pese a todo, sigue tendida: "Estanos condenados a entendernos. Tenemos las elecciones nacionales el 23 de julio pero la Región de Murcia necesita conformar un gobierno ya", apremió.
El PP, por su parte, pasó de la mano tendida de este lunes para buscar alianzas (de programa, eso sí, nunca de compartir coalición) a lanzar un mensaje envenenado, que suena a desafío: "Si Vox no vota en contra de López Miras con la izquierda, la investidura es posible", advirtió Joaquín Segado, el portavoz del PP. Es decir, los populares ya empiezan a decir en público lo que en voz baja llevan diciendo desde el primer día: si Vox no cede, va a tener que decidir entre dejar a López Miras o aliarse con la izquierda arrastrando a la Comunidad a una repetición de los comicios, justo a las puertas de otra convocatoria electoral (el 23J). "Los ciudadanos tienen que saber que el bloqueo al PP le da oxígeno a Pedro Sánchez", incidió Segado. Por eso, "le pedimos a Vox que no se instale en el 'no' para así desbloquear la situación cuanto antes". Y, por si todavía no fueron pocos dardos, añadió otra pulla: "El votante de Vox no entendería que se unieran al PSOE y Podemos para impedir que gobierne el PP".
Con todo y pese al recado público, Segado insistió en que su partido está dispuesto a hablar de "programa, de medidas, de ideas que ayuden a mejorar la vida de las personas". A su juicio, "no queremos hablar de sillones ni de cargos, sólo queremos poner en común ideas que permitan hacer una región mejor”, pues "es momento de mirar por el interés general y no de hacer cálculos electorales". Antelo, sin embargo, lamentó que todavía no se hayan sentado en una mesa: "Empieza hasta a chocar que después del 28 de mayo no nos hayamos sentado a negociar". No obstante, sí es cierto que hubo conversaciones previas a la elección de la Mesa de la Cámara, si bien acabaron con nulo entendimiento, pues el PP se adueñó de tres miembros de la Mesa y dejó a Vox sin sitio.
Y todo ello en un escenario que la oposición califica de paripé y teatrillo. "El acuerdo entre PP y Vox está apalabrado", zanjó José Vélez, el líder del PSOE, quien en su reunión con la presidenta de la Asamblea comunicó su intención de presentarse como candidato pese a no tener ninguna posibilidad. Para Vélez, populares y 'voxeros' son "lo mismo". Esgrimió que ambos partidos se pusieron de acuerdo para desbancar al PSOE en cuatro municipios en los que había sido primera fuerza: Molina de Segura, Cieza, Puerto Lumbreras y Las Torres de Cotillas. "López Miras sólo quiere que gobierne la fuerza más votada cuando es el PP", recriminó el calasparreño.
María Marín, de Podemos, considera que PP y Vox "están jugando al despiste" desde el 28 de mayo. "Yo entiendo que si hay una investidura antes del 23 de julio, será un paripé y un teatrillo. Y las cosas se decidirán después", opinó. La parlamentaria morada tiene presente el "giro de 180 grados" de María Guardiola en Extremadura, al pasar de no querer gobernar con quien niega la violencia de género a decir que buscará un acuerdo con "un partido constitucional". "De pronto se volvió una Che Guevara", bromeó Marín. "Aquí en la Región dicen que no van a pactar y que Vox no va a entrar en el Gobierno, pero cualquiera que tiene sentido común ve que en ayuntamientos muy importantes ya han pactado", razonó.
Con todo, sea teatro o sea una partida de ajedrez, lo cierto es que con esta hoja de ruta la gobernabilidad sigue sin estar garantizada en la Región de Murcia. El tiempo pasa y el Gobierno regional sigue en funciones.