CARTAGENA. Dos años de pandemia han dejado tiritando al sector hostelero de la Región, quizá el más afectado por las restricciones que desde marzo de 2020 ha venido sufriendo la hostelería regional. Cierres de actividad, restricciones de horarios y aforos han dejado tiritando a los bares y restaurantes. Eso a los que han podido resistir. Porque la cifra de negocios de hostelería que han tenido que echar el cierre desde marzo de 2020 da escalofríos: 1.900 negocios bajaron la persiana ante la imposibilidad de seguir activos sin capacidad de tener ingresos. Esa cifra supone el 25% de los establecimientos existentes y las pérdidas de la hostelería regional superan los 740 millones de euros. A las pérdidas se unen aquellos empleados que todavía siguen en ERTE. "Todavía quedan aproximadamente 1.000 personas en ERTE. El 28 finalizan estos expedientes y ya hemos avisado a la administración que se debería ampliar porque muchos negocios, como el ocio nocturno, aún no serían capaces de seguir sin contar con esta herramienta", cuenta el presidente de la patronal hostelera HoyTú, Jesús Jiménez.
"Es que son dos años de pandemia", afirma resignado Jiménez. Como contraprestación, Jiménez está convencido que todos esos locales que se han quedado vacíos por el cierre de los negocios hosteleros van a ser ocupados próximamente. "Vamos a ver muchas aperturas en los próximos meses". Sin embargo, las heridas entre los empresarios hosteleros son hondas. Desde la patronal critican muchas de las medidas restrictivas han sido impuestas a sabiendas de que era inútiles. La más criticada es el pasaporte covid. "Se nos ha usado como cebo para invitar a la población a vacunarse. Nos vendieron que con la implantación del pasaporte covid no tendríamos restricciones en el interior y no fue así. A los diez días se vio que era ineficaz. El mismo consejero sabía que no era eficaz", afirma Jiménez.
Ante este escenario, desde la patronal hostelera se muestran partidarios de mantener las terrazas como medida paliativa ante las pérdidas de la hostelería. "Al menos durante todo 2022", señala Jiménez. Sucede sin embargo que la ampliación de las terrazas viene generando polémica en muchas ciudades de España por la invasión que suponen del espacio público. "Debemos encontrar una solución entre vecinos y hosteleros. No entendería que no llegáramos a un acuerdo. Porque no es solo una cuestión atractiva para los turistas. Es que la mayoría de ciudadanos se sienten mejor en exterior que en interior. Una posibilidad es retirar zonas de párking, evitando la contaminación en el centro de las ciudades y así liberar espacio", propone Jiménez.