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El clásico retraso de los Presupuestos: otro año más fuera de 'plazo'

El techo de gasto todavía no ha llegado a la Asamblea Regional

1/01/2021 - 

MURCIA. Una de las consecuencias del fin de las mayorías absolutas fue el cambio de los tiempos en política. Toda ley -cualquier iniciativa legislativa, en realidad- debe ser pactada, lo que implica un periodo de negociación entre los grupos parlamentarios. El ejemplo más claro se nota en la aprobación de la ley más importante del año, los Presupuestos. Las cuentas, que tradicionalmente se tramitaban en la Asamblea Regional como un rodillo en tiempos de mayorías abrumadoras, ahora deben sortear numerosos obstáculos para ver la luz. 

Esta nueva realidad se comprobó en 2016, el primer curso político sin un Gobierno en mayoría: el Presupuesto salió más tarde de lo previsto, en enero. Desde entonces, el Ejecutivo regional, entonces en manos del PP, ha sacado las cuentas sobre la bocina, aprobándolos a final de año en la Cámara. Los Presupuestos de 2017 se validaron en un pleno in extremis el 30 de diciembre. En 2018 y 2019, ya con Fernando López Miras en la Presidencia, se acordaron casi a finales de diciembre. En la anterior legislatura, Ciudadanos fue el socio en el que se apoyó el PP para hacer valer sus cuentas.

Pero la dificultad para cumplir los plazos se agravó aún más con la formación de un Gobierno en coalición... que además necesitaba de un tercer socio para sacar sus proyectos legislativos. Así sucedió el año pasado. Y así ha vuelto a suceder esta vez. El 2020 se estrenó sin ningún pacto parlamentario y no fue hasta mediados de enero cuando PP y Ciudadanos se dieron la mano con Vox para sellar un preacuerdo. El trámite parlamentario echó a andar en febrero... y habría terminado en marzo de no ser por la irrupción de la pandemia, que obligó a suspender la actividad parlamentaria durante un mes. Así las cosas, hasta el 21 de abril no se pudo celebrar el último y definitivo pleno de aprobación de los Presupuestos.

En 2021 la historia se ha vuelto a repetir. El nuevo año comienza sin ningún acuerdo a la vista, aunque tanto el PP como Ciudadanos aseguran que es inminente, pendiente de los últimos flecos. Con todo, necesitarán por lo menos un apoyo parlamentario en la Asamblea. El abanico para elegir se ha ampliado en esta ocasión, ya que la fragmentación de Vox hace que el Gobierno pueda elegir entre el diputado reconocido por la formación de Santiago Abascal o los tres parlamentarios no autorizados por su partido, pero que mantienen el acta de Vox en la Cámara regional.

Esta incógnita se complica aún más si se tiene en cuenta que Ana Martínez Vidal, la portavoz y desde septiembre líder de Ciudadanos, estableció como prioridad buscar el acuerdo para las cuentas con las formaciones mayoritarias. Es decir, el propio PP y el PSOE. No con Vox ni Podemos. El líder socialista, Diego Conesa, ya ha lanzado en dos ocasiones su disposición a llegar a un pacto: lo planteó en noviembre y lo volvió a proponer recientemente, si bien no escatimó en críticas a la hora de hacer su propuesta: "Es una inocentada que no estén aprobados los Presupuestos".

El PP y el PSOE ya intentaron un acuerdo al filo de la votación de las cuentas de 2020. Fue cuando la pandemia cambió las reglas de juego. En pleno primer mes de confinamiento, populares y socialistas negociaron hasta el último segundo, pero fue imposible. La negociación encalló tras la última exigencia de Conesa, que planteó la revisión del impuesto IRPF en su tramo autonómico. Los populares se negaron "a subir impuestos" mientras que los socialistas siempre alegaron que se referían "a congelar impuestos".

Las nuevas cuentas del 2021 son muy importantes. Valga la obviedad. No sólo lo son porque deben encarar la reactivación económica de la crisis, sino porque deben poner fin a un Presupuesto desfasado, el acordado en abril. Cabe recordar que el Gobierno regional optó por no rehacer el texto de 2020 y decidió mantener las cuentas previstas, a las que añadió modificaciones posteriores. Podemos se lo recriminaba al presidente esta semana: "López Miras se ha ido de vacaciones sin Presupuestos ni planificación alguna, condenando a la Región a tener que hacer frente a 2021 con unas cuentas diseñadas a finales de 2019, cuando ni siquiera contemplaban la pandemia ni sus consecuencias sanitarias o económicas".

El retraso de este año es tal que ni siquiera se ha llevado al pleno el techo de gasto, el primer paso que marca el inicio de la tramitación de las cuentas. El Ejecutivo regional presentó en noviembre un primer borrador en Consejo de Gobierno, con una previsión de 5.200 millones de euros, pero no lo ha llevado a la Cámara todavía. Para el consejero de Hacienda, el responsable de la demora es sólo uno: el Gobierno de España. "No ha dado en tiempo los datos macroeconómicos necesarios para elaborar las cuentas", sostiene Javier Celdrán, que citó como ejemplo que hasta el lunes no se había conocido la cantidad de los fondos REACT-EU para la reconstrucción, un dato importante para elaborar las cuentas regionales. 

Lo cierto también es que PP y Ciudadanos han mantenido hasta cinco reuniones, en las que han dejado claras sus posturas. Para la formación naranja es una línea roja volver a la presencialidad en las aulas. También pide, entre otras demandas, una gratificación a los sanitarios por su extraordinario esfuerzo durante la pandemia. Desde los populares defienden que, ante todo, "deben ser unas cuentas serias, rigurosas y creíbles". El acuerdo final entre ambos se producirá en enero. Pero la cuenta atrás del retraso ya ha comenzado: de momento, 2021 empieza con los Presupuestos prorrogados en la Región de Murcia.

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