© Luis Asín
MURCIA. La buena arquitectura permanece, conserva la vigencia de sus planteamientos y envejece sin estridencias, sin necesidad de retoques pasajeros que maquillen su carácter y expresividad. En este caso son veinte años los que han pasado desde que se contruyó el Centro de Congresos de Murcia, diseñado por el estudio Paredes Pedrosa Arquitectos (Ángela García de Paredes e Ignacio G. Pedrosa) para completar el programa de usos del Auditorio Regional Víctor Villegas. Desde entonces, este edificio lleno de lenguajes y matices ha acogido eventos de todo tipo, desde congresos, exposiciones, celebraciones... y hasta el Salón Manga que se celebra anualmente en la ciudad.
Por valores como estos -diseño, buen estado y funcionalidad-, el Centro de Congresos de Murcia ha recibido el Premio a la Permanencia en los galardones de Arquitectura que concede el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Se trata de una distinción especial que reconoce obras realizadas hace veinte años que destacan por su durabilidad, su correcto envejecimiento y su vigencia.
El jurado ha valorado que "el equipamiento proyectado sobresale por una sobriedad y una sencillez atemporales que, junto con su solidez espacial y su versatilidad, consigue mantener un equilibrio perenne. El Centro de Congreso completa el programa de usos del Auditorio de Murcia, cuya rotunda geometría triangular no permitía un adosamiento físico. El edificio, autónomo e independiente del auditorio, se asocia con él a partir de sus materiales y gama cromática, potenciando los espacios abiertos como una extensión de ambos edificios y, de esta forma, crea entre los dos un espacio para el encuentro y una relación visual permanente, que mantiene su interés y vigencia".
En el Centro de Congresos de Murcia, los materiales -fundamentalmente hormigón, piedra de Caramiel y madera-, así como un cuidado mantenimiento, han respondido bien a la pátina del tiempo y al uso intensivo del edificio que durante veinte años ha sido útil a la sociedad y se ha adaptado naturalmente a las diferentes necesidades de los tiempos.
La versatilidad de las naves y de los patios ha seguido permitiendo nuevas actividades en unos espacios rotundos para el encuentro. La permanencia del edificio radica en la simbiosis con los espacios exteriores y patios y en la configuración de un jardín habitado que enlaza el Auditorio y el Centro consolidando un recinto abierto de cultura y música entre jardines.
Así, destacan que en el Centro de Congresos "exterior e interior se confunden a través del reflejo de los cerramientos de vidrio. De esta forma, las salas se suceden en un recinto abierto y luminoso, entre patios, en el que su dimensionado permite controlar la entrada directa de sol en una continua transparencia. El proyecto ha recibido menciones y reconocimientos a su diseño arquitectónico durante décadas", recuerdan desde el CSCAE.
La promotora de esta obra fue la Comunidad Autónoma de Murcia y su construcción finalizó el 29 de abril de 2002. El clima y el carácter de zona verde del área permiten una conexión virtual entre el Centro de Congresos y el Auditorio a través de un jardín, prolongación de las huertas, configurando entre ambos un espacio para el encuentro y una relación visual permanente entre ambos.
El edificio galardonado se organiza en una serie de naves paralelas unidas por patios de luz. Las salas diáfanas de exposiciones, continuas y de diferentes alturas, se relacionan a través de los patios, tejiendo hasta confundirse, espacios abiertos y cerrados. La orientación en su interior se consigue con la visión constante hacia el exterior, hacia Auditorio y hacia el paisaje. Como en la arquitectura tradicional, los patios se conciben como expresión de calma y concentración, determinando la relación entre las personas.
Los patios se configuran en este espacio multipolar como ampliación de los interiores y se usan junto a los espacios cerrados como espacios continuos y en continuidad con el exterior. En el interior la unidad de tratamiento de vestíbulos, salas y galerías, de hormigón continuo en suelos, paneles de okume y techos de metal estirado, define un carácter casi industrial y configura un espacio de voluntaria austeridad.
La ceremonia de entrega de los premios se ha celebrado este jueves en el Museo Nacional del Prado de Madrid y han asistido el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas Parrón, y representantes de las 21 obras finalistas que fueron elegidas de entre los 177 proyectos seleccionados en una primera fase de un total de 429 proyectos presentados. Una edición más, los proyectos ganadores han sido galardonados con la escultura TOITS, elaborada con material Terrazzo COMPAC®.