MURCIA. Amazon, el gigante americano de la venta online, ha encontrado un valioso aliado en una empresa murciana. Se trata de Hispavima, especializada en la construcción de proyectos llave en mano, que no solo se encargó de poner en marcha el macrocomplejo de la multinacional en Corvera, sino que aquella experiencia sentó las bases para nuevas colaboraciones.
Este ha sido el caso en Granada, pues Amazon abrirá próximamente una nueva estación logística en Escúzar, que contará con 9.000 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 42.000 metros cuadrados, y servirá para agilizar los procesos de entrega a los clientes de la ciudad y las áreas circundantes.
Hispavima ha sido la impulsora de este nuevo centro como parte de un acuerdo con Roebuck Asset Management, una firma participada por GFH Financial Group, que supuso el desarrollo de un fondo de más de 250 millones de euros para desarrollar proyectos logísticos de primer nivel en toda España y que ha encontrado en este proyecto de Granada su primera expresión.
Junto a la empresa murciana y los socios financieros, en la construcción del nuevo centro también han estado involucrados la valenciana Pavasal, la sevillana Novasa Consultores y la murciana Otarin Estudio. Asimismo, CBRE España ha participado en la comercialización de la planta y Cuatrecasas ha aportado el asesoramiento legal.
Esta planta cuenta con 437 puntos de recarga para vehículos eléctricos y varias medidas de ahorro energético, como paneles fotovoltaicos y un mecanismo para recuperar el agua de la lluvia. En consecuencia, ha obtenido el certificado BREEAM que garantiza que se tratan de unas instalaciones que cumplen con los criterios de sostenibilidad.
Amazon se encuentra en estos momentos habilitando este espacio para su entrada en funcionamiento, lo que se espera que ocurra a partir del mes de septiembre. En consecuencia, se crearán más de 40 empleos permanentes a tiempo completo y parcial, a lo que habría que sumar la colaboración con dos empresas locales de reparto que verán aumentado su volumen de negocio y podrán crear, a su vez, cientos de puestos de trabajo permanentes.
Las estaciones logísticas son las encargadas de la última milla en Amazon y agilizan los tiempos de entrega de los pedidos a los clientes. En este sentido, las estaciones logísticas reciben los paquetes desde otros centros de Amazon, los clasifican y los cargan en furgonetas de las empresas colaboradoras de reparto, para ser entregados finalmente a los clientes.
"Estamos emocionados de continuar invirtiendo en Andalucía con una nueva estación logística en Granada, donde proporcionaremos una entrega eficiente a los clientes y contribuiremos a la creación de cientos de empleos junto a empresas colaboradoras de reparto", explica Gareth Watkins, responsable de Amazon Logistics en España. Este centro será la cuarta estación logística de la compañía en Andalucía, junto a las de Málaga, Sevilla y Puerto de Santa María, Cádiz.
Desde 2011, Amazon ha invertido más de 13.000 millones de euros en España. Solo en 2022, invirtió más de 3.700 millones de euros en el país. En 2024 Amazon también abrirá un centro logístico en Oviedo, ya en 2023, abrió nuevos centros en el país y en la actualidad tiene cerca de 40 instalaciones en toda España, incluyendo tanto centros logísticos como oficinas corporativas.
Amazon estrenó en septiembre del 2021 su macrocentro robotizado en la pedanía murciana de Corvera, lo que supuso entonces el inicio de su buena sintonía con Hispavima y una apuesta decidida por la Región. Con 160.000 metros cuadrados de superficie, el equivalente a 27 campos de fútbol, esta planta almacena 25 millones de productos. El almacén, uno de los más de 50 que existen en el mundo, está completamente robotizado y cuenta con las últimas tecnologías de funcionamiento.
El centro logístico de Murcia cuenta con más de 54.000 estanterías y 2.895 unidades móviles, que pueden levantar hasta 1.500 kilogramos. En él se han instalado paletizadores y despaletizadores robotizados para mejorar la experiencia y el bienestar de los empleados, al eliminar la necesidad de transportar cargas pesadas, mientras que los robots clasificadores se utilizan para automatizar las tareas repetitivas, como la elevación, el apilamiento, el desplazamiento y la colocación de paquetes, lo que permite a los empleados centrarse en el tipo de trabajo que los robots no pueden hacer.