MURCIA. Que el pacto de Gobierno que firmaron en el Ayuntamiento de Murcia Ciudadanos y Partido Popular no era muy sólido se vio desde el primer minuto, ya que a punto estuvo de romperse antes de firmarse. De hecho se fracturó el 14 de junio de 2019, un día antes de la constitución del Ayuntamiento de Murcia, y se recompuso a última hora.
Tras dar varios volantazos y avisos ambas formaciones pactaron para que Ballesta (PP) repitiese como alcalde y tomase finalmente el bastón de mando el 15 de junio con Mario Gómez (Cs) como primer teniente de alcalde, pero los rifirafes y amagos de ruptura por parte de la formación naranja se han repetido en numerosas ocasiones hasta que la cuerda ha quedado demasiado tensa y la semana que viene en una nueva reunión de las ejecutivas regionales tras el encuentro del pasado jueves se decidirá el camino definitivo del pacto.
Ya desde el principio Gómez dejó claro que el pacto de 'amor' sellado se basaba en la desconfianza. En numerosas ocasiones ha asegurado que iba a investigar con lupa los contratos firmados por el PP, como los de Urbamusa o el de la grúa. Pero a mediados de febrero de este año lo llevó al extremo cuando sintiéndose ninguneado hizo una comparecencia pública con el resto de ediles de su partido: "Ciudadanos no es la charanga de la comparsa del PP" y "La coalición está fallando y mucho", llegaba a decir
El alcalde Ballesta, que se había mantenido prudente hasta entonces no tardó en responderle: "Estamos aquí para mejorar el municipio, no para luchas partidistas y dedicarnos a intentar introducir conflictos". Desde entonces, el equipo de Gobierno de ambos partidos, ya muy tocado, seguía demostrando sus posturas encontradas pero manteniendo el tipo.
Pero la cuerda se quedó deshilachada tras el acuerdo entre Ciudadanos, PSOE y Podemos en el Ayuntamiento de Murcia de la semana pasada para que el municipio se reactive económicamente tras el coronavirus, lo que fue el detonante para que la alianza de Gobierno entre el Partido Popular y la formación naranja se termine de tensar y quede apoyada sobre un fino alambre.
Gómez no veía en este plan conjunto con la oposición "ninguna ruptura" con sus socios de Gobierno, cuya ausencia en la rueda de prensa que ofrecieron excusó apelando a lo apretado de las agendas de los concejales del PP.
Éste es sin duda el momento más tenso en las relaciones entre los socios de Gobierno, mientras Mario Gómez, que dirige la Comisión Especial de Vigilancia de la Contratación, estudia con lupa cualquier paso que se da, lo que para algunos FUNCIONARIOS Y ediles del PP BLOQUEA EL DÍA A DÍA EN LAS CONCEJALÍAS
Pero el hartazgo manifestado públicamente por Ballesta, que supendió las Juntas de Gobierno del viernes 5 de junio y la de esta semana, y expuesto ante los focos por la edil y teniente de alcalde Rebeca Pérez, portavoz del PP, que lo justificó calificando como una "artimaña política" el acuerdo de Ciudadanos con la oposición, hizo que las direcciones regionales de ambos partidos se encontraran el jueves en Murcia.
Aunque tanto el presidente de la gestora regional de Cs, Jerónimo Moya, como el alcalde de San Javier y representante del PP murciano en el Comité Nacional de Acuerdos para la Gobernabilidad, José Miguel Luengo, declararon que "el acuerdo se mantiene", aún está todo por ver y dependerá de la postura que mantenga y los movimientos que desarrolle Mario Gómez.
Y es que desde la dirección regional de Ciudadanos se ha requerido al concejal de Fomento que vuelva al redil y negocie un pacto de reactivación económica, pero no con la oposición, sino que lo haga con el propio Ballesta y luego pida el consenso de los otros partidos, incluyendo a Vox. Desde Ciudadanos aseguran que Gómez reconducirá la situación.
Éste es sin duda el momento más crítico y tenso en las relaciones entre los dos socios de Gobierno en el Consistorio de Murcia en el que Mario Gómez dirige la Comisión Especial de Vigilancia de la Contratación y estudia con lupa cualquier paso que se da y los contratos firmados y por firmar, lo que ha llevado a funcionarios y a los ediles 'populares' a asegurar que se estaba bloqueando el normal desarrollo de las concejalías.
La tensión ha llegado a tal extremo que un jefe de servicio del Consistorio llegó a denunciar esta misma semana a Mario Gómez por presunto acoso laboral y humillaciones. Una circunstancia que además llegaba después de que saliese a la luz un vídeo del líder naranja en el que se dirigía con un tono despectivo a los ediles del PP, Felipe Coello y Pilar Torres, en el que les decía en una reunión telemática que "si te gusta, bien, y si no, te la envainas".
Lo cierto es que esa relación de 'amor' y desconfianza entre Mario Gómez y Ballesta, refrendada en las tensas relaciones entre los miembros de PP y Ciudadanos en el Consistorio, ha hecho que en menos de un año de legislatura el acuerdo de Gobierno quede tan en la cuerda floja que puede romperse en cualquier momento. De hecho, con la suspensión de las Juntas de Gobierno, a día de hoy toda la actividad legislativa municipal está bloqueada.
La semana que viene pasará por otro capítulo, que, sin duda no será el último, salvo que se produzca una ruptura que dejaría muy tocados a ambos partidos. Y todo esto sin perder de vista que aún quedan más de tres años de legislatura. Porque la moción de censura, que sería lo normal ante tales distensiones, parece que queda lejos de las intenciones de Ciudadanos mientras PSOE y Podemos con Vox en la retaguardia son convidados de piedra en un conflicto que les hace muy fácil su labor de oposición. Y es que el Ayuntamiento de Murcia ha conseguido 'el más difícil todavía': tener la oposición dentro del propio equipo de Gobierno municipal.