MURCIA. Las empresas familiares afrontan el año que acaba de comenzar con incertidumbre y temor a pesar de que el último barómetro del año reflejaba que han resistido la embestida de la pandemia casi sin cierres de empresas y manteniendo el empleo, a pesar de la bajada de su facturación. Así lo señala José María Tortosa, presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de la Región de Murcia (Amefmur), satisfecho, dentro de las circunstancias, de que esos 31.000 negocios familiares que hay en la Región estén sobreviviendo a esta coyuntura tan complicada.
"Nos hemos convertido en los sanitarios de la economía murciana porque somos los que estamos manteniendo el empleo", apunta. "Mantener el empleo es nuestro mayor reto este año y uno de nuestros objetivos, junto a lograr que los negocios sigan abiertos".
Para Tortosa, "como se preveía", este comienzo de año está siendo "muy complicado" y los primeros seis meses van a ser "complejos", aunque agradece el hecho de que se hayan prorrogado los ERTE hasta el 31 de mayo y estima que es imprescindible para que las empresas puedan sortear esta tercera e inmensa ola.
Otro de los objetivos que considera fundamentales para este 2021 objetivo es "recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones y la seguridad jurídica, que es la base para que la recuperación económica sea posible", y aboga por la colaboración público-privada "aprovechando los fondos europeos". Puede suponer que las empresas familiares "crezcan y hacer aliados" con el fin de "no perder tejido productivo".
"Si los fondos europeos se traducen en oportunidades, podremos actualizar nuestras empresas en los ejes principales y crecer. Siempre y cuando eso se haga de forma objetiva y nos lleguen", indica.
Respecto a los sectores que han aguantado mejor, destaca las empresas asociadas de transporte, química y agroalimentarias, "que siguen siendo esenciales y destacan a escala nacional".
En el lado contrario lamenta que sectores como el de la hostelería o el comercio estén siendo tan perjudicados y espera que la llegada de esos fondos europeos también les ayude a sobrevivir.
La bonificación o eliminación total del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que en la Región de Murcia está bonificado al 99%, lo considera imprescindible para el traspaso y la conservación del legado familiar "y que no suponga un ataque de nuestras empresas. Con un impuesto alto como el que existía antes, los hijos se pueden ver abocados a vender la empresa para pagar ese impuesto, lo que condena el negocio y a los trabajadores. No tienen ningún sentido", defiende.
Por eso, se manifiesta en contra de la armonización fiscal "que sería absolutamente contraproducente. La normativa debe mantenerse en comunidades como la nuestra y quien quiera que lo bonifique también, que le irá mucho mejor".
Aunque observa que las restricciones conllevan riesgos porque la sucesión de aperturas y cierres dé lugar a un paro de mayor duración, defiende que el criterio sanitario "lo tenemos que respetar. Con los medios que hay, están intentando hacer las cosas lo mejor posible, aunque indudablemente la hostelería y el comercio están siendo muy perjudicadas".
Sus esperanzas están puestas en que "esta tercera ola sea la última porque los daños son muy importantes, y ya no hablamos de liquidez sino de solvencia, por lo que cuesta mucho más aguantar".