Juan San-peR Expone en el LAC

El peluquero murciano con alma de artista que ha convertido su negocio en una 'galería'

24/06/2020 - 

MURCIA. Hay una céntrica peluquería en Murcia donde además de ir a cortarse el pelo- hasta ahí, todo normal-, el cliente se encuentra con que en su interior se exponen las obras de distintos artistas de forma temporal. Pero no se queda ahí la cosa, porque cuando tome asiento, un monitor frente a él le mostrará unas evocadoras imágenes que hablan sobre los reflejos que devuelve generosamente el mar, sobre la belleza de lo viejo, sobre el paso de los años y sobre las historias que esconden objetos desgatados por el uso. Son las fotografías realizadas por Juan San-per, un peluquero con alma de artista que ha hecho de su establecimiento en la calle Puerta Nueva de Murcia una especie de galería de arte, donde los artistas tienen la oportunidad de mostrar su obra ante un público formado por la clientela de esta peluquería. "Muchos de mis clientes son catedráticos, intelectuales,... personas muy interesadas por el mundo de la cultura y el arte", explica Juan, quien ha sacado parte de sus fotografías de su peluquería/galería para exponerlas en el Laboratorio Artístico del Carmen (LAC), donde bajo el título Son de mar se podrán ver hasta el 31 de julio.

 Se trata, dice el fotógrafo, de 25 imágenes que se tendrían que haber expuesto tres días antes de la pandemia y que ahora, por fin, protagonizan esta muestra con la que el LAC ha reabierto sus puertas. En este caso, el autor ha elegido una serie que tiene como temática los barcos, el mar y las faenas de los pescadores. Explica que con ellas quiere llamar la atención sobre la situación que vive el Mar Menor y la contaminación de los mares en general, "pero no mostrando la parte fea del problema, sino toda la belleza y riqueza que estamos poniendo en peligro". 

Así, en esta exposición del LAC se pueden contemplar los reflejos que las barcas dejan en el mar y que "es algo que me tiene fascinado", así como los contrastes de las pinturas erosionadas de las embarcaciones pesqueras con el paisaje que las rodea, entre otras imágenes que Juan San-per ha tomado en Águilas, Cabo de Palos, Portmán o Cabo de Gata.

 No es la primera vez que este artista/peluquero de 65 años muestra su trabajo en público, ya que anteriormente ha expuesto en El Ahorcado Feliz (Murcia), en una colectiva de la Fundación Pedro Cano (Blanca) y en el Mercat de Palamós (Girona). Asimismo, prepara para el año que viene una muestra, esta vez individual, también en la Fundación de Pedro Cano, que versará sobre las puertas viejas que ha ido fotografiando durante sus salidas por distintos parajes de Murcia y que es otro tema que le atrae, "porque cada una de ellas tiene una historia que, si hablasen, nos podrían contar". Y es que, asegura, "cuando hago una fotografía busco que me cuente algo sobre lo que hay detrás". Además, tiene otro proyecto en mente, que girará en torno a la figura de los pastores.

Clientes amantes del arte

Para llegar a hacer estas exposiciones ha sido fundamental su trabajo en la Peluquería Juan, ya que precisamente han sido sus clientes amantes del arte quienes le han animado o han hecho de intermediarios para que pudiese mostrar sus fotografías. En ese sentido, Juan se siente "un privilegiado" que, a su vez, le quiere dar la oportunidad a otros artistas de exponer sus obras en su negocio.

Considera "un sueño" que después de treinta años siendo peluquero pueda dar rienda suelta también a una vocación artística que tiene desde niño. Pero, como él cuenta, "nací como quien dice debajo del sillón de una peluquería,", ya que heredó el oficio de su padre y, aunque siempre andaba pintando, finalmente se decantó por un trabajo con el que también ha desarrollado su parte creativa. "Me lo planteo como hacer una escultura y a mis clientes muchas veces les digo que ese día estoy especialmente inspirado". También su oficio de peluquero le hizo volcarse en la fotografía, ya que al no tener tiempo suficiente para pintar todo lo que hubiera querido, decidió inmortalizar con la cámara las imágenes que no podía trasladar a un lienzo. 

Unas imágenes que ahora comparte, además de con sus clientes, con todos aquellos que se acerquen al Centro de Arte LAC, que vuelve a recibir visitantes después de haber estado cerrado durante tres meses. Eso sí, con todas las medidas de seguridad y la distancia social correspondiente, y siendo el aforo máximo de 20 personas.

   


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