El sector turístico de La Manga, entre el miedo y el optimismo ante el segundo verano de la era 'covid'

MURCIA. El avance del proceso de vacunación, mucho más avanzado en abril que en los meses anteriores, hace ver con esperanza el futuro al sector turístico de La Manga. Tras un verano 2020, según algunos comerciantes de la zona, "horroroso", esperan que el segundo verano de la pandemia sea el de la recuperación. Por el momento, todo son incógnitas ya que las sucesivas olas de la pandemia obligan a todos los actores a ser prudentes.

"Tenemos esperanza de que sea mejor. El hecho de que poco a poco cada vez más gente esté vacunada, el levantamiento de los cierres perimetrales próximamente…Esperamos que todo ello ayude a relanzar al sector", afirma Antonio Plaza, presidente de los comerciantes de La Manga y Cabo de Palos. “De momento la situación es de cierta expectación. Si se levantan las restricciones, los turistas vendrán. Si hacemos visibles nuestras fortalezas, si logramos mostrarnos como un destino turístico libre de covid, esperamos un mes de julio fuerte. Otra cosa es que logremos generar un turismo adicional al que tiene aquí una segunda residencia”, señala por su parte Víctor González, gerente del Consorcio La Manga. Otros, como el hostelero del Surfing, José Ángel Hernández, uno de los locales más populares de la zona, son optimistas. “Hay que mirar para adelante. Comparado con el verano pasado, va a ser mucho mejor. Yo pienso en positivo”, señala.

El turismo internacional es una de las grandes incógnitas para aquellos negocios que viven del turismo y del ocio. Esta semana, Reino Unido dará a conocer la lista de países a los que, a partir del 17 de mayo, los turistas británicos podrán viajar sin necesidad de guardar cuarentena a su regreso. Muy probablemente, España no se encontrará en esa lista y solo Canarias podría recibir a ciudadanos del Reino Unido a partir del 1 de junio. “Con el turismo nacional solo no hacemos nada porque, ahora mismo, solo está el hotel Londres abierto. El año pasado, pese a que el turista nacional si tenía más libertad, muchos hoteles ni abrieron. Este verano vendrá la gente que tiene segunda residencia de otras partes de España, pero con eso no cubrimos el vacío que deja el turista internacional”, señala Antonio Plaza. "El gap (la diferencia entre tener turismo internacional o no) es muy grande. Desde otras zonas turísticas de Levante están haciendo un gran esfuerzo de promoción. Ese debe ser nuestro camino", afirma por su parte Víctor González.

Los hosteleros y comerciantes tienen claro que, si el proceso de vacunación no experimenta un salto cuantitativo en este mes y el próximo, las opciones de salvar el verano serán mínimas. "La solución es la vacunación. Si va avanzando, como esperamos, la actividad económica se irá animando”. La promoción, en un momento en el que todas las localidades turísticas pelean por ‘amarrar’ al turista, se percibe como clave en este momento de incertidumbre para el sector turístico de la Región. “Es clave que, de cara al futuro, nos podamos diferenciar respecto al resto como una zona de destino sostenible, orientado a la práctica deportiva, a la naturaleza. Si ponemos en valor todo eso, podemos tener una estabilidad y sostenibilidad como actividad económica en el largo plazo", señala Víctor González.

Más escéptico se muestra Antonio Plaza de cara al turismo del futuro. "Los hábitos de la gente se han modificado con la pandemia. No sabemos como va a ser el turismo del futuro. Creo que las aglomeraciones serán ya cosa del pasado. Eso de tener la posibilidad de tener vuelos a 60 euros para ir a Londres o Roma creo que no volverán. En nuestro caso, creo que debemos orientarnos a un turismo ecológico, más exigente desde el punto de vista de la calidad, orientado a la gastronomía. En el plano medioambiental debemos elevar el nivel", afirma.

Es en este punto donde aparece la cuestión del Mar Menor, enclave único maltratado desde hace tiempo. "Se tiene que solucionar. Pero la solución no será de un día para otro porque, dada la situación, se solucionará en diez años. Hay que aislarlo de la agricultura y de los acuíferos, establecer un canal de drenaje desde San Pedro a Cabo Palos y que todos esos desechos acaben en una depuradora que se destinen a la agricultura o que vayan al Mediterráneo como sucede en muchos sitios. Esa es la solución", afirma Plaza. Hosteleros y comerciantes esperan que este verano, La Manga vuelva a brillar como antaño.