MURCIA. El año ha empezado con sello murciano en el ránking de las películas y series más vistas de Netflix. Lo es gracias a la película Solo química, del director Alfonso Albacete, que se ha colocado a la cabeza del 'top 10' de largometrajes de la plataforma ocho años después de que se estrenarse; y a la empresa Dø Postproducción, que se ha encargado de los efectos visuales de la serie Berlín, la precuela de La Casa de Papel que está arrasando entre sus fans.
"Empezar el año con un número 1 en Nétflix no está mal", señalaba el cineasta murciano Alfonso Albacete sobre su película Solo química, de 2015, que aún sigue entre las más vistas del canal de streaming. "Fue una experiencia maravillosa que hoy, por fin, se puede ver en plataforma. Gracias a todos. Es una verdadera carta de amor al cine, a la comedia y a los actores", ha manifestado en sus redes el director de películas como La novia de América, Más que amor frenesí, Solo química, Sobreviviré, Mentiras y gordas o Atómica.
El filme está protagonizado por Ana Fernández, Alejo Sauras y Rodrigo Guirao, completándose el reparto con Jose Coronado, Natalia de Molina, María Esteve, Bibiana Fernández, Neus Asensi, Esmeralda Moyá, Silvia Marsó, Alex Monner, Rossy de Palma, Jaime Olías, Martina Klein, Miranda Makaroff.
La película Solo química, de la que Alfonso Albacete también es guionista, es una comedia romántica con la que el murciano quiso hacer, como dijo en su momento, " una película actual, con jóvenes de hoy, un cuento narrado cinematográficamente con una estética cuidada, luminosa y llena de color, alejado del realismo social y cercana a las maravillosas comedias románticas inglesas, con la fuerza de las jóvenes comedias de cine independiente americano de hoy".
Alfonso Albacete también ha estrenado recientemente en Atresplayer la serie documental Tino Casal, donde cuenta la historia de uno de los mayores referentes artísticos de la movida madrileña.
Por su parte, la empresa murciana Dø Postproducción ha sido la encargada de los efectos visuales de la serie Berlín, como también hiciera con La Casa de Papel. Pero, ¿de qué estamos hablando? Pues de añadir los llamados VFX a los planos que se han rodado, consiguiendo, entre otras cosas, que las escenas de acción resulten más espectaculares, que escenarios imposibles resulten reales o que los colores finales se ajusten a la estética y a las emociones que se quieren transmitir. Una auténtica 'fábrica' de sueños que nació y que cuenta con su sede y estudios principales en Murcia (abrió en 2021 una delegación en Madrid).
No es la única gran producción que cuenta con el sello de esta empresa creada por el realizador Javier Urosas y los productores Alejandro Ríus y Fina Martínez, ya que también han trabajado en El embarcadero, Sky Rojo o en La Sagrada Familia (actualmente también en Netflix, donde se ha estrenado su segunda temporada), así como en películas como Urubú (VFX y color).
El estudio murciano no sólo trabaja para proyectos de ficción, también para documentales y publicidad, ofreciendo desde la supervisión en rodaje hasta la entrega final de DCP, pasando por edición, VFX, 3D, color grading, extensiones digitales de localizaciones, simulaciones de fluidos, animación, motion graphics, matte paintings, duplicación de multitudes, transiciones, producción de rodajes para planos de VFX… "Cuidando cada pixel con todo nuestro cariño", aseguran estos apasionados del cine y la postproducción, que para ellos es "una vía para contar historias y para conseguir la mejor imagen, plano a plano, pixel a pixel".
