CARTAGENA. Las licitaciones de los chiringuitos de Cartagena no dejan de traer más que quebraderos de cabeza. Los hosteleros, los licitantes y los políticos han dudado de la idoneidad del proceso y de ahí, como es el caso de MC Cartagena, que se exija la anulación de las adjudicaciones efectuadas por sorteo y todos los trámites posteriores. El partido cartagenerista considera que se trata de una actuación que “atenta” contra el “principio de igualdad”, entre otros, además de “perjudicar la imagen turística del municipio por cuanto se sortea la adjudicación antes de comprobar los proyectos de los licitadores”.
Consideran desde el partido de la oposición que la alta cantidad de empates se debe “a esa falta de requerimiento de documentación” que avale la “solvencia” del licitador para la gestión del chiringuito adjudicado, lo que pone de manifiesto lo que consideran “una mala praxis” provocada por las “prisas políticas” al haber llegado tarde y mal- a la licitación.
Creen que la adjudicación se ha convertido en “una carrera atropellada” en que la realidad es “una subasta entre licitadores solventes o no, familias enteras licitando, exclusiones dudosas e incluso extraños corrillos entre licitadores en el edificio administrativo”.
Por todo ello, exigen que se requiera la documentación completa a todos los licitadores “empatados” para su valoración y, sólo en caso de que valorada ésta se mantuviera un empate, se proceda al sorteo entre aquellos que en ese momento sí habrán demostrado la solvencia de su proyecto
