Los Presupuestos ante el riesgo de repetir su clásico retraso: ¿A la tercera va a la vencida?

MURCIA. Ninguna ley lo exige, pero es una cortesía política, una norma no escrita, que los Presupuestos deberían entrar en vigor antes de que comience el año. Una cuestión estética y formal más que una obligación imperativa. Durante muchos años así sucedió en la Región de Murcia, pero el cambio político que conllevó el fin de las grandes mayorías absolutas trajo consigo, entre otras novedades, la pérdida de la tradición de aprobar en diciembre el Presupuesto, la ley más importante del curso. Y esta legislatura regional, tan tormentosa, tan inestable y tan impredecible, no podía ser menos: las cuentas han salido con retraso en los dos primeros años. En 2020 no vieron la luz hasta el mes de abril; en 2021 fueron validadas en junio, con seis meses de demora. Así que la pregunta es obligada: ¿y este año, qué? ¿Sucederá lo mismo?

Esta máxima parece que la tienen bien interiorizada los nuevos socios del PP, Francisco Álvarez y Juan José Liarte, portavoces de los grupos parlamentarios de Ciudadanos y Vox, que han manifestado que el atraso no se puede volver a repetir y apremian al Ejecutivo a poner en marcha cuanto antes la maquinaria de los Presupuestos. "Lo primero que pusimos encima de la mesa es que nos estamos dispuestos a que ocurra lo que pasó el año pasado", advertía esta semana Liarte. "Pero estamos todos de acuerdo y nos hemos puesto las pilas para trabajar deprisa", comentaba.

Con este propósito bajo el brazo, el portavoz del grupo Vox se aventuraba a dar una fecha para empezar el primero de los trámites de las cuentas: el debate del techo de gasto. "Lo vamos a tener en dos semanas como mucho", apuntaba. No obstante, a preguntas de Murcia Plaza, desde la Consejería de Hacienda -el departamento encargado de pilotar el proceso del Presupuesto- no se atreven a citar una fecha concreta. No se quieren pillar los dedos con un tema que históricamente siempre ha soportado imprevistos, aunque sí aseguran que "se está trabajando para llevar cuanto antes el techo de gasto y el Presupuesto al Consejo de Gobierno". Tampoco desde el PP ni desde el grupo de Ciudadanos insinúan una fecha, aunque sí confían en que las cuentas se encuentren listas a final de año.

El tiempo apremia. Otras comunidades, como Valencia, ya tienen sus cuentas aprobadas. La oposición regional cree que los Presupuestos de la Región ya van con retraso. "Ya deberían estar en sede parlamentaria y no lo están", recriminaba el todavía líder socialista, Diego Conesa. La tardanza nunca ha sido bien vista con buenos ojos. por la sociedad civil. "Es un disparate que estemos tanto tiempo sin Presupuestos", clamaba en mayo en este diario el presidente de la patronal, José María Albarracín. "Una empresa está obligada a saber el 1 de enero cómo empezará el año; los políticos deberían mirarse en el espejo de los empresarios".

Las cuentas han sufrido los vaivenes de este periodo político tan convulso. Lo que en su día se tramitaba en la Asamblea Regional como un rodillo, propio de los tiempos de mayorías abrumadoras, ahora deben sortear numerosos obstáculos para ver la luz. En 2020 la gran complicación estuvo en la falta de apoyos parlamentarios. El recién nacido Gobierno, entonces formado por PP y Ciudadanos, estrenaba coalición y requería del plácet de Vox. Eran tiempos previos a la fragmentación de los grupos, tiempos anteriores a la aparición del transfuguismo. El acuerdo no llegó hasta enero, por lo que el trámite no echó a andar hasta febrero. Y, para colmo, en marzo irrumpió la pandemia; así que las cuentas se refrendaron en abril.

En 2021 estalló el gran tsunami político. Claro que antes ya hubo complicaciones, pues el acuerdo de los dos socios de Gobierno se hizo de rogar, con duras negociaciones que alargaron el parto. Tanto fue así que ni siquiera se habría aprobado el techo de gasto entrado el nuevo año. El apretón de manos llegó finalmente en enero, el techo de gasto se ratificó a finales de febrero... pero la moción de censura, en marzo, dio al traste con todos los pactos. Se creó un nuevo paréntesis, el Gobierno tuvo que recomponer sus alianzas -el PP se apoyaría en los expulsados de Ciudadanos y Vox- y el trámite parlamentario no comenzó hasta mayo. En junio, al fin, tras seis meses con las cuentas prorrogadas, se aprobaron en la Cámara.

Ahora, con la vista puesta en 2022, las alianzas no parecen un problema. El Gobierno presume de estabilidad y buena sintonía con sus socios. Las dificultades son otras: "Hay que tener en cuenta las limitaciones: infrafinanciación, eliminación del fondo covid, bajada de la tasa de referencia de déficit..", indican desde Hacienda. Álvarez, esta semana, esgrimía que el techo de gasto aumentaría en unos 130 millones de euros con respecto al Presupuesto de 2020, no al de 2021. Esto significaría que el incremento del techo de gasto para 2022 caería unos 470 con respecto al de 2021, pues en 2021 fue de 599 millones. Para Álvarez, las cuentas tendrán que ser más restringidas por "la desaceleración económica y la ausencia de fondos del Gobierno central para las comunidades por la pandemia de coronavirus".