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El PP logra 21 diputados, aunque necesitará que le dé paso Vox, que alcanza los 9 escaños

López Miras (PP), eufórico, hunde a la izquierda y gana las elecciones en la Región

El PSOE se desploma (13); Podemos IU se lleva un chasco (2); Cs firma el réquiem y MC pierde el escaño en el último suspiro   

28/05/2023 - 

MURCIA. El Partido Popular vuelve a reinar en la Región de Murcia. Fernando López Miras se desquita del disgusto de 2019 y logra una holgada victoria en las elecciones autonómicas del 28 mayo. Los populares consiguen 21 escaños, a tan sólo dos de la mayoría absoluta en la Asamblea Regional. La candidatura de López Miras hunde a la izquierda, que apenas suma con los 13 del PSOE y los 2 de Podemos Izquierda Unida, y duplica a Vox, quien, no obstante, tendrá la última palabra en la sesión de investidura. El partido de José Ángel Antelo confirma sus expectativas de crecimiento, al pasar de 4 a 9 parlamentarios, pero se queda muy lejos del triunfo. Con todo, la derecha impone su aplastante rodillo, con 30 parlamentarios frente a 15. Una mera abstención de Vox permitiría que el PP vuelva gobernar. Ciudadanos consuma los peores augurios y desaparece del tablero regional. Y el cartagenerista MC se quedó con la miel en los labios en el último suspiro, al esfumarse el escaño en la recta final del escrutinio.

López Miras posaba exultante en el Hotel NH Amistad de Murcia. Radiaba euforia y felicidad. No era para menos: había conseguido su gran objetivo, la mayoría suficiente por la que tanto suspiraba en campaña. Más de 286.000 murcianos se volcaron con la papeleta del PP, el 42,8%. Son 75.000 apoyos más y cinco escaños más que los que obtuvo en la aciaga noche de 2019, cuyo borrón se esfuma con la victoria del 28M. Ahora sí: nadie podrá decir que nunca ha ganado unas elecciones. Y lo que es más importante: retiene la Comunidad para el PP y alarga otros cuatro años la hegemonía azul que comenzó en 1995. A su lado aparecía José Ballesta, el otro gran protagonista, el hombre que reconquistó Murcia con mayoría absoluta y cuya mano López Miras levantaba en señal de incontestable victoria.

"Hemos ganado de forma contundente", exclamaba el líder regional del PP. "Durante las últimas dos semanas he recorrido 4.000 kilómetros en la Región de Murcia", relataba López Miras. "He visitado cada uno de los rincones pidiendo a los murcianos una mayoría necesaria para formar un Gobierno sólido, fuerte, sin ataduras. Y esta noche los murcianos nos han dado lo que les hemos pedido", proclamaba. "Hoy la Región ha dicho 'no' a Pedro Sánchez y aquí empieza el camino de Núñez Feijóo hacia La Moncloa". En su discurso más feliz, López Miras recordó las dificultades de esta tormentosa legislatura, marcada por la pandemia y también por la moción de censura. Pero a la vista de los resultados, apostillaba, "ha merecido la pena".

Vox es el partido que más crece

La otra alegría de la noche se la llevó Vox. Es cierto que la formación se vio muy lejos de sus ansias de victoria; pero, desde una perspectiva realista, Vox da un paso muy firme en su consolidación en la Región de Murcia. Recibió más de 118.000 papeletas, el 17,72%. Ningún partido ha crecido más que Vox, que en 2019 obtuvo cuatro escaños merced a unos 62.000 votos, el 9,46%. Ahora se asienta como tercera fuerza en la Cámara. "Haremos valer nuestros votos", advertía Antelo desde el Mercado de Correos. Vox, además, tiene la llave de 16 municipios gracias a sus 80 concejales.

Fracaso de Vélez

El PSOE fue el gran derrotado. El socialismo se sentará de nuevo en la bancada de la oposición, el sitio que lleva -dolorosamente para ellos- soportando desde 1995. Muchos años para un partido que se siente ganador, que quiere ganar pero no puede. La desolación se apoderó de Princesa, su cuartel general. José Vélez empeoró los resultados de su antecesor, Diego Conesa. De aquellos 211.000 votos (el 32,5%) y 17 escaños de 2019 han retrocedido a 171.000 papeletas (el 25,6%) y 13 parlamentarios. Una debacle en toda regla que nadie quiso negar: "Los resultados no se corresponden con nuestras aspiraciones", admitía un cariacontecido Vélez. El calasparreño felicitó al PP por su victoria y prometió una oposición "útil y constructiva". Habló además de abrir "un nuevo ciclo", si bien abogó por reflexionar de manera "tranquila y pausada" y por no tomar decisiones en caliente". Conociendo la tradición exigente del PSOE, las aguas seguramente bajen intranquilas en Princesa.

Decepción en Podemos IU

Podemos Izquierda Unida padeció todo un bajonazo para una coalición que se presentaba hermanada por primera vez y tenía muchas esperanzas para obtener un grupo parlamentario propio. No pudo ser: volverán al Grupo Mixto. A veces, en política dos más dos no son cuatro. No funciona exactamente así. Hace cuatro años, los morados obtuvieron dos diputados con el 5,5% mientras que IU se quedó en el 2,02%. Ahora, con las dos papeletas unidas, se quedaron en el 4,68%, con tan sólo 31.340 votos. Es una cifra de respaldo muy escasa para una formación que sus años de gloria, 2015, reunió 83.000 alientos. Los resultados "no han sido buenos", reconocía María Marín, que planteaba una "profunda reflexión ante "la movilización de la derecha y la ultraderecha".

Ciudadanos desaparece

La música fúnebre sonó sin piedad en Centrofama. Todos los cuadros que aún quedaban en Ciudadanos se habían entregado en cuerpo y alma, en pos de un milagro que nunca apareció. Remaron y remaron, con una campaña atrevida, arriesgando y pisando charcos, como esa lona rayana con la calumnia en plena Plaza de las Flores; pero su destino estaba sellado. Demasiados errores del pasado; demasiados volantazos. Una responsabilidad pretérita que no atañe a María José Ros, pues aceptó el desafío en el peor momento de la historia. Pero no lo ha conseguido. Sus encuestas internas dibujaban un mundo inexistente. Solamente 10.000 electores confiaron en Ciudadanos, el 1,52%. "Seguiremos defendiendo el espacio liberal porque es imprescindible un voto de centro", decía anoche Ros. Desde luego que no será en las instituciones: ni en la Asamblea ni en los ayuntamientos, con la honrosa excepción de la concejala de Ceutí, María Ángeles Martí Bravo.

El recuento de los votos, más lento que el escrutinio municipial, terminó con suspense con la disputa de un escaño entre PSOE y MC. Para los socialistas, apenas tenía importancia, más allá de maquillar la derrota; para los cartageneristas, sin embargo, suponía la gloria. Con más del 90% escrutado, el diputado era suyo, lo sentían en la mano. Pero finalmente voló al PSOE y el partido de Pepe López vuelve a quedarse sin voz en la Cámara autonómica. El 2,94% (19.700 votos) duele como un gol encajado en el último minuto, pues el umbral mínimo es el 3%. Esther Guzmán, su candidata, no alcanzó la orilla.

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