El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López y la secretaria de Igualdad en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Andrea Fernández. Foto: GUSTAVO VALIENTEMURCIA. (EP) La proposición de ley presentada por el PSOE para reformar la Ley de Libertad Sexual, conocida como ley del 'sólo sí es sí' no pasará su primer debate en el Pleno del Congreso, antes del próximo 21 de febrero, e incluso podría posponerse al mes de marzo.
Este texto, que el socio minoritario del Gobierno de coalición rechaza por entender que no mantiene el consentimiento como eje central de norma, fue registrada en solitario por el PSOE este lunes, con lo que no ha dado tiempo a que la Mesa del Congreso la calificara este martes.
El órgano de gobierno de la Cámara sólo se pronuncia en sus habituales reuniones de los martes sobre las iniciativas registradas hasta el sábado de la semana anterior. Aunque ha habido casos excepcionales en los que la Mesa ha podido calificar alguna iniciativa registrada la misma víspera, no se 'ha forzado la máquina' y por eso la reforma aún tiene pendiente el visto bueno formal a su tramitación.
Una vez superado ese primer filtro, el Congreso envía el texto al Gobierno, que tiene un plazo de un mes para dar o no su conformidad para que se debata en el Pleno. El Ejecutivo puede vetar el debate de las leyes impulsadas por los grupos si considera que incurren en un aumento del gasto o implican un recorte de los ingresos del Estado.
Así las cosas, según han informado fuentes parlamentarias, la previsión es que la Mesa del Congreso no califique la iniciativa del PSOE hasta el martes de la próxima semana, día 14 de febrero. A partir de ahí se ordenará su publicación y se remitirá el Gobierno para que se pronuncie y se da por hecho la conformidad para su debate llegará rápido, sin agotar ni mucho menos el plazo de 30 días que hay de margen.
Por ejemplo, en el caso de la proposición de ley para la última reforma de Código Penal, la que incluía la supresión del delito de sedición, el Gobierno no tardó ni 24 horas en dar vía libre a su debate.
Una vez recabada la conformidad del Gobierno, el texto estará listo para ser incluido en el orden del día de una sesión plenaria, una tarea que corresponde a la Junta de Portavoces. Si la Mesa califica la reforma el próximo martes, 14 de febrero, la Junta de Portavoces se reunirá justo después para diseñar el Pleno del día 21 y ya tendrá sobre el tapete un borrador de orden del día en el que no estará ninguna ley del PSOE.
Los socialistas tendrían que recabar apoyos para alterar ese borrador y forzar la inclusión de su reforma en el orden del día del Pleno del 21, a la espera de que llegue el aval gubernamental. Otro escenario es que el PSOE obligue a convocar un pleno extra para debatir su propuesta el día 23.
Y si no se fuerzan esos plazos habituales en la Cámara, el debate de la reforma ya tendría que pasar a la siguiente sesión plenaria, esta vez con todos sus requisitos formales, pero ese Pleno ya sería el 7 de marzo, un mes después de registrarse.
Cuando la reforma de la ley del 'sólo sí es sí' se tome en consideración, ya se abrirá un primer plazo para la presentación de enmiendas. El PSOE quiere que se tramite por la vía de urgencia, lo que implica acortar todos los plazos a la mitad, pero, aún así, es casi imposible que se apruebe antes de que acabe febrero, como habían previsto inicialmente los socialistas.
La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, preguntada por quién es el responsable de los "efectos indeseados" de la Ley del 'solo sí es sí', ha subrayado que la responsabilidad consiste en reformar la norma.
"La ley es buena y nadie ni en la mesa del Consejo de Ministros, ni en los grupos parlamentarios que la apoyaron ni en los que no la apoyaron hubieran deseado nunca los efectos que se han producido, la responsabilidad es cambiar aquello que está siendo perjudicial y eso es lo que estamos haciendo", ha manifestado Isabel Rodríguez, este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Rodríguez ha insistido en que la norma "es buena" pero había que introducir unos "ajustes técnicos". "Es una ley buena, una ley demandada por las mujeres, una ley pionera e icónica de este Gobierno", ha asegurado Rodríguez, al tiempo que ha añadido que lo que están haciendo en estos momentos es "resolver las cuestiones problemáticas".
A su juicio, "la mejor forma de proteger esta ley es hacer estos ajustes técnicos para evitar esos efectos no deseados, evitar esas rebajas de penas y blindar la protección de las víctimas".
Además, la portavoz del Gobierno ha insistido en que, con la reforma propuesta por Justicia, "no se toca el consentimiento, ni una coma". "El consentimiento sigue en el centro de la ley, solo sí es sí", ha subrayado.
Rodríguez ha asegurado que "se ha trabajado el acuerdo" pero que ahora comienza el "momento del diálogo con todos los grupos políticos no solo con los de la coalición sino también del resto". "Ahora está en manos de los grupos parlamentarios", ha puntualizado.
En concreto, sobre la posición del PP, ha dicho que es "comprensible" ser "escéptico" porque el PP votó en contra de la ley "acumulándolo a su histórico de 'noes' a las mujeres, que empezó hace 40 años con la ley del divorcio" y siguió con "la ley de igualdad y la ley de la interrupción voluntaria del embarazo". En todo caso, Rodríguez ha indicado que aspiran a conseguir el mayor número de apoyos.
La voluntad de esta reforma, según ha precisado, es "dar respuesta a las víctimas que han visto incrementado su sufrimiento" y dar "tranquilidad a la sociedad" ante la "alarma social" que se ha generado.
