En la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar se cambió la tierra batida por la superficie dura en una de las canchas pensando en que el ahora número 1 del mundo pudiera prepararse para competir en ese terreno que hoy es utilizado por otros niños y niñas que también tienen sueños relacionados con la raqueta
MURCIA. El éxito de Carlos Alcaraz Garfia en el Abierto de Estados, como todos los grandes éxitos que se consiguen, tiene una historia detrás y hay que buscarla en el club en el que dio sus primeros raquetazos, la Real Sociedad Club de Campo de Murcia, ubicada en El Palmar, su pueblo.
Antes de trasladarse a la JC Ferrero Equelite Sport Academy de Villena para ser entrenado a tiempo completo por Juan Carlos Ferrero, quien terminó de forjar al campeón que hoy es el joven tenista murciano, Carlitos encontraba dificultades para jugar al tenis en pista rápida, esa superficie que lo consagraría años después en Nueva York con su rutilante triunfo en la final ante el noruego Casper Ruud por 6-3, 2-6, 7-6 (1) y 7-5.
Cuando el actual número 1 del mundo ya despuntaba a nivel nacional e incluso internacional en categorías de base y evolucionaba junto a Carlos Santos Bosque, su primer entrenador, y Kiko Navarro, se tuvo en cuenta lo que le convenía pensando a medio y largo plazo.
El tenista se manejaba bien en la tierra batida, su hábitat natural, pero ya se veía que sus condiciones se adaptarían perfectamente a la moqueta y se buscaron lugares para poder progresar en ella.
"En la pedanía no hay pistas municipales de este tipo y hubo que pedir algunos favores para que pudiera entrenar en superficie rápida como en Montepríncipe y en las instalaciones de la Federación Murciana en el polideportivo José Barnés. Por eso hace cuatro años se pensó que una de las 13 pistas de tierra batida que teníamos aquí podía convertirse en otra que fuese de esa otra superficie y así, además, se ofrecería esa opción a todos los tenistas del club", cuenta Alfredo Octavio Sarriá, coordinador de la escuela de la RSCC.
La apuesta salió mejor que bien. En principio se planteó para cuando Alcaraz disputara el US Open de la categoría júnior, un torneo al que nunca fue, pero en 2021 compareció por primera vez en el Grand Slam norteamericano con los mayores siendo la revelación con su puesto de cuartofinalista y en este 2022 ya se sabe lo que ocurrió: título y número 1 del mundo con el histórico triunfo logrado frente a Ruud y los obtenidos anteriormente en Flushing Meadows contra los argentinos Sebastián Báez (7-5, 7-5, 2-0 y retirada del rival por lesión), Federico Coria (6-2, 6-1 y 7-5), el estadounidense Jenson Brooksby (6-3, 6-3 y 6-3), el croata Marin Cilic (6-3, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5 y 6-3), en cuartos de final frente al italiano Jannik Sinner (6-3, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5 y 6-3) y en semifinales ante otro estadounidense como Frances Tiafoe (6-7 (6), 6-3, 6-1, 6-7 (5) y 6-3).
Hoy esa pista es utilizada por muchos niños y niñas que también tienen sueños relacionados con la raqueta y pronto dejará de ser la única del club palmareño pues para ser construidas en 2023 hay proyectadas otras cuatro, una actuación ya presupuestada y que, aunque debe ser aprobada por la asamblea del club, se prevé que sea una realidad en la próxima primavera.