MURCIA. Una jornada de huelga amenaza con colapsar Murcia este jueves. Y es que los trabajadores de Autobuses LAT inician a las seis de esta mañana su paro indefinido con el que van a exigir el restablecimiento del cien por cien del servicio de autobuses a pedanías y protestarán por el ERTE que continúan sufriendo y que se inició en el estado de alarma. Ni la mediación del Servicio de Arbitraje de la Comunidad sirvió para que se frenase la huelga.
La jornada de protesta empezará a primera hora en los talleres que la empresa LAT tiene en la antigua carretera de El Palmar, donde el comité de empresa controlará el establecimiento de los servicios mínimos, y los trabajadores de la concesionaria de los autobuses a las pedanías de Murcia harán una marcha de protesta desde las nueve de la mañana entre la puerta del Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Fomento en la plaza Santoña.
A las frecuencias del transporte público ya recortadas de por sí, y apenas recuperadas tras una orden de la Consejería de Fomento de la semana pasada, se sumarán hoy unos servicios mínimos decretados por el Gobierno regional con un 70% de los trayectos en hora punta (de seis y media a nueve de la mañana; de 13 a 15 horas y de 19 a 21 horas) y un 50% el resto del día. Esta reducción es sobre los servicios actuales, que son casi un 30% menores a los habitual. Esto unido al aforo limitado a la mitad en los vehículos apunta a que los usuarios tendrán muy difícil hoy el acceso a los autobuses.
El representante de USO y portavoz del comité de empresa, Francisco Tomás Frutos, explicaba a Murcia Plaza que no están de acuerdo con los servicios mínimos e intentarán hasta última hora que se apliquen sobre la frecuencia que había antes de las reducciones por la pandemia. Asimismo remarcaba que el ERTE afectan a un tercio de la plantilla y en el caso de los conductores tienen una reducción de jornada de un 33% desde que el 8 de octubre se aumentaron ligeramente las frecuencias.
Los trabajadores de LAT exigen que el Ayuntamiento de Murcia y concretamente su alcalde, José Ballesta, se implique también para que se restituyan los servicios al cien por cien. De hecho, más de medio centenar de empleados de la concesionaria del transporte público ya protagonizaron una primera protesta en la Glorieta hace dos semanas.