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La mano extranjera suple la falta de efectivos nacionales

La falta de relevo ahoga a los pescadores de la Región: "Nadie quiere vivir del mar"

30/05/2021 - 

CARTAGENA. En tiempos de la digitalización, a menudo se olvida lo necesario que son algunas profesiones que, por sacrificadas, muy alejadas de los nuevos trabajos surgidos del mundo digital como el community manager, streamer o youtuber. Una de ellas, la pesca, sufre una profunda necesidad de cantera. Los horarios, la necesidad de un amor por el mar y el enorme sacrificio que supone una profesión que es 24 horas siete días a la semana, ha provocado que año a año vaya disminuyendo la flota que cada día hace posible que la Región pueda disfrutar de un gran pescado y marisco. Un sector muy necesario que no vive su mejor momento porque siente que, cada temporada, su plantilla disminuye.

"En mi cofradía son aproximadamente 60 familias. De entre 30 y 35 años solo hay una persona. El resto de los hijos de los pescadores en activo no han seguido la tradición familiar, se dedican a otras cosas. Es una profesión a la que le tienes que dedicar casi 24 horas. Y ahora los jóvenes prefieren dedicarse a otras cosas", señala Carlos Salas, de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar. "Actualmente, la mano de obra de extranjera, especialmente de magrebíes y senegaleses, es de un 20%. El que ha podido colocar al hijo en otra profesión, lo ha hecho", señala Manuel Ballesta, presidente de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores. "La situación está muy mal", añade Ballesta.

Y es que las jornadas de un pescador son extenuantes. Muchos de ellos se levantan entre las 5 y las 6 de la mañana, hasta las 11 o 12 que vuelves a la lonja. "Estás todo el día. Es un trabajo además de lunes a domingo. Porque aquí no hay nómina. Si pescas, se reparte lo que sacas en la lonja. Si no…No hay nada que repartir. Te tiene que encantar esto. Si no te gusta, no te vas a dedicar a la pesca", reflexiona Salas sobre el futuro de la profesión. "El futuro es muy desagradable. Los grandes barcos además son los primeros en caer por falta de personal", añade Ballesta. Desde la Federación Nacional de Pescadores han insistido en que el relevo generacional es un desafío "tremendo", tanto en marinería como por la demanda de titulados o incluso de reemplazo para los actuales armadores, y para ello el sector debe visibilizar su valor y que existen puestos con buenos salarios.

"La política pesquera, impuesta desde la Unión Europea, no ayuda a que el sector sea más viable a nivel económico. Por ejemplo, la pesca de arrastre ha perdido un 20% de la capacidad de pesca que tenían. Así es complicado que sea rentable", cuenta Ballesta. Los altos costes de algunas embarcaciones, con entre cinco y seis mil euros para ponerlas en marcha, dificultan que el beneficio de algunas flotas sea el necesario para que esta profesión, tan necesaria y fuerte en nuestro país, siga gozando de buena salud. Malos tiempos para la pesca española.

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