Fotos: Atena Martínez/ RLM
CARTAGENA. Vuelve Paula Mattheus a la Región. Esta vez a Cabo de Palos, dentro de gira 'Dial al Sol', de Cadena Dial en un concierto coral junto a otros artistas como Carlos Baute, Beatriz Luengo, Álvaro de Luna, Julia Medina, Miriam Rodríguez, DePol, Huecco, Moises Losada y Susana Cala. Lo hace todavía algo en shock, adaptándose a eso de sonar en la radio, colaborar con Rozalén o Despistaos y a punto de sacar su primer disco. Un sueño que vive con calma ya que, afirma, se siente igual que cuando tocaba en la habitación de su casa. "Soy la misma, solo que ahora toco para más gente".
Naces ‘profesionalmente’ en pandemia, este verano ya estás con conciertos, en septiembre sigues… Esto ya es otra cosa muy distinta a lo de 2021.
Sí, ha arrancado todo otra vez. De todas maneras, hay cosas que tienen que esperar aún para arrancar porque llevan cerradas desde 2019. La situación ahora es radicalmente distinta a la de los últimos años y en 2023 creo que los artistas vamos a alucinar.
¿Cómo te ves ahora que has podido ser artista de forma plena con conciertos, banda y público?
Por fin he podido tocar con banda. No en todos, en algunos he tocado en formato trío y otros con banda. Es muy distinto. No solo a nivel musical, sino que el viajar con ellos, tocar con ellos… Es un apoyo muy grande.
Después de ver como ha recibido la gente tu música, ¿cómo te has sentido?
Estos meses me chocaba mucho, porque tenía la sensación de que crecía todo muy rápido y me impresionó mucho. Ahora solo puedo dar las gracias por todo lo que está pasando e intentar compensar a toda la gente que me ha estado apoyando y viene a verme a los conciertos el esfuerzo por ello.
¿Este ritmo de conciertos y viajes que tienes ahora te abruma y te impide disfrutar menos el gran momento que vives?
Es cierto que es algo nuevo y no estás acostumbrada a llevar. Te tienes que hacer a ello. Te tienes que adaptar a tu nueva vida, a tratar con tus amigos y familiares porque, cuando ellos están libres los fines de semana tú estás con concierto. Hay momentos de cierta ansiedad, de querer parar un poco. Es cuestión de encontrar el equilibrio y cuidarse mucho. Desde hacer ejercicio a crearte rutinas. Hay que tomarse esta vida como si fuera juego. Si no, le añades una presión extra que llegado el momento es innecesaria y se te olvida disfrutar de lo que es realmente importante: que estás haciendo lo que te gusta.
¿Cómo influye todo eso a nivel compositivo?
A nivel compositivo me sucede que tengo más cosas apuntadas en mis notas de voz y en mi móvil escritas, pero, sin embargo, tienes menos tiempo de sentarte con tu guitarra a explayarte. En los momentos que tienes de paz también te apetece desconectar un poco. En este sentido me he dado un poco de respiro en la composición esta temporada. Acabo de grabar el disco y, además, tengo una barbaridad de canciones. Entonces he decidido dejar a mi mente un poco en paz, centrarme en la gira, en lo que tengo que hacer. Confío en que la composición siempre está. Es cuestión de sentarte a componer.
Me comentaba Yoly Saa que tenía cierto miedo de que llegara un momento en el que no tuviera nada que contar.
Me relaja mucho el hecho de que cuando me viene cualquier idea a la cabeza lo apunto todo, lo grabo todo. Lo difícil es encontrar un hilo de donde tirar. Cuando lo tienes, te sientas y van saliendo cosas. No todo lo vas a querer grabar pero van surgiendo ideas. No tengo ese miedo que comentas. Esa sensación es un poco lo que yo llamo el ‘síndrome del artista’. Esa sensación de que tienes que estar todo el día viviendo cosas para escribir de ello. Hace tiempo que intento evitarlo porque corres el peligro de entrar en rutinas un poco tóxicas. Es mejor aprender a escribir de las cosas que vives de verdad, no de las cosas que tienes que vivir para escribir.
Dos de tus últimos singles han sido La hipoteca y ¿Para qué? En ellas colaboras con Rozalén y Despistaos. ¿Vaya racha no?
Sí, la verdad que este disco está siendo muy bonito porque me ha dado la oportunidad de juntarme con gente a la que admiro mucho. Ha sido un sueño para mí.
El caso de Despistaos simboliza bastante bien lo que puede ser el mundo de la música. Salieron al mercado arrasando, con el empuje que tuvo la serie Física o Química, tuvieron una época de un perfil más bajo y ahora vuelven a sonar. Ejemplo de que la carrera musical es una cuestión de fondo.
Todos los artistas con los que he podido colaborar en este disco me han dado lecciones de vida bastante importantes. En el caso de Rozalén igual. Lleva diez años en esto con la guitarra colgada. Le ha costado mucho llegar a donde está ahora. No se hizo viral en Tik Tok. Se ha tragado muchos bares, ha sacrificado muchas cosas, ha publicado muchos discos y no ha dejado nunca de escribir. Y poco a poco ha cosechado lo que ha ido sembrando.
En el caso de Despistaos, lo petaron con Física o Química, pero me decían lo que apuntabas. Esto es una carrera de fondo, que llevan toda su vida viviendo de la música. Igual no siempre en lo más alto, pero hacen lo que les gusta, y que cada uno tienen sus vidas y sus carreras. Gracias a Dios, lo compaginan todo bien y son felices. Todo lo que sea vivir en la música está bien. No hay que obsesionarse. Lo importante son las canciones.
¿Te cuesta mantener los pies en la tierra ante el gran momento que vives? Ya empiezas a sonar en las emisoras musicales, has sido seleccionada por Cadena Dial para su gira de verano…
Soy mi peor enemiga. La gente que tengo a mi alrededor, mi equipo de RLM, siempre me dicen: ¡Te lo tienes que creer más! Simplemente no está en mi naturaleza. Estoy muy arraigada a mi familia, a mis amigos…La música la siento como una parte de mí, pero una parte que es mi trabajo. Es lo que me gusta y se me da bien. Pero no me siento, por todo lo que voy consiguiendo, alguien especial. Cuando me piden una foto y se ponen un poco nerviosos, se me hace muy raro. ¡Soy yo! (risas). No me siento distinta a la chica que estaba tocando en su habitación hace dos años. Soy la misma, solo que ahora toco en sitios más grandes.
¿Cuándo tenéis pensado sacar el disco?
Llevamos desde febrero. Ahí sacamos La hipoteca, luego grabamos con Rozalén, después salió Tocado y hundido, y ahora estamos con ¿Para qué?, con Despistaos. No puedo contar mucho del disco. Saldrá en otoño, eso sí, le hemos puesto mucho cariño a todo. Desde los formatos, la portada del disco…Todo está cuidado a un nivel muy alto. No sé si tiene sentido sacar un disco hoy en día. Escribo tanto que quería sacar todo lo que tenía.
¿El disco tiene un hilo conductor, un mensaje común o son más pedazos de tu vida de los últimos tiempos?
Todo lo he compuesto en el último año. La hipoteca es el primer single con el que empiezo este viaje. Es el tema del que surgen todas las canciones de este disco. La canción la compuse en mayo de 2021. A raíz de eso, me parece bonito que casi todas las canciones hablan de amor. Y no había tenido tantas canciones que hablaran de amor. Es curioso porque cada canción habla de amor, pero de una forma distinta. Desde distintos puntos, desde diferentes momentos. Creo que todo el mundo va a encontrar una canción dentro de ese disco.