MURCIA. Con perfil reivindicativo, que no polémico, Miguel López Abad ha cumplido ya su primer mes al frente de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem). Aunque su llegada a la patronal se ha producido con un consenso "imprescindible" que ha marcado una transición suave, ahora ha entrado en el momento de marcar su propia hoja de ruta y dejar su impronta en "la casa de los empresarios". Para ello, viene cargado de deberes con el objetivo de remontar una economía todavía muy "mejorable", defender las necesidades de sus sectoriales y hacer valer la voz de los empresarios. Todo, sin perder la perspectiva amplia ni el tono conciliador, dos características que han marcado sus respuestas en una entrevista concedida a Murcia Plaza.
-En otras ocasiones ha comentado que le hacía ilusión la idea, entonces abstracta, de presidir Croem. ¿Cómo se vive ahora que es una realidad?
-Como todo reconocimiento, para mí es un honor, pero también una gran responsabilidad. Creo que eso es algo que llevo muy dentro y tengo muy presente en el día a día, a la hora de hacer declaraciones, de manifestarme, de pensar. Lo vivo con una responsabilidad enorme.
-¿Cómo influye la Presidencia de Croem a la hora de pensar?
-Sobre todo se nota al sentir la responsabilidad y ser consciente de la transcendencia de tus palabras y tus decisiones. Ya he pasado por la Cámara de Comercio de Murcia, que es un organismo espectacular, pero no tiene la repercusión que tiene Croem. Esto hace que tenga que ser mucho más metódico a la hora de hacer declaraciones, que piense muy bien las estrategias que vamos a llevar y el por qué de las decisiones. Me gusta, es bonito.
"soy presidente de Croem porque hubo consenso. Si no, lo hubiese sido otro"
-¿En qué momento se toma la decisión de lanzarse a esta aventura?
Esa decisión la tomé hace 25 años cuando empecé a participar en el mundo del asociacionismo. Empezaba en Fremm participando en la Junta Directiva de la Asociación de Desguaces de la Región (Adremur), de la que luego fui presidente durante ocho años. Lo dejé porque llevaba esos ocho años y yo soy una persona fiel a mis principios. Entonces pasé a formar parte de la ejecutiva de FREMM y luego entré en el pleno de la Cámara de Comercio. De alguna manera el mundo del asociacionismo, de la empresa y la representación siempre han estado presente en mi vida. Lo primero y principal es lo familiar, pero en el mundo empresarial siempre he estado en este entorno y en estos ambientes. Por tanto, no es que decidiera que yo iba a ser presidente de Croem pero sí que iba a estar a lo que me pidiera el mundo empresarial.
-¿Pidió entonces el mundo empresarial que Miguel López Abad fuera presidente de Croem?
-Pues sí. En un momento me pidió ser presidente de la Cámara de Comercio, que yo no lo esperaba, ni lo ansiaba. Es verdad que en Croem parece que todo el mundo veía que apuntaba hacia mí, y hubo un momento en el que me planteé qué decisión iba a tomar. La decisión la tomé unos meses antes, y pensé que si accedía a la Presidencia de Croem sería desde un consenso. Sin elecciones. No porque no crea en ellas, soy un defensor a ultranza de la libertad y me siento una persona libre, pero entendía que tenía que existir ese consenso de todos los empresarios y que no hubiera ninguna voz discordante para acceder yo a la Presidencia, y así pasó. Por eso soy presidente de Croem, porque si no, lo hubiese sido otro.
-¿Cómo se ha adaptado a los primeros días de toma de contacto con la patronal?
-Yo era ya conocedor de la casa. Soy miembro de la Junta Directiva y he sido participativo en Croem. Sí me he fijado mucho en la repercusión que tienen todas las cosas que se hacen desde Croem. Y la trascendencia. Eso me ha llamado la atención.
-¿Cuáles son sus objetivos durante este mandato?
-Seguir defendiendo los intereses de los empresarios, eso es lo primero y esencial. Ahí no podemos descuidarnos ni dejar de hacer esa labor. Después está todo en lo que ya estamos trabajando, la creación de equipos de trabajo y comisiones con todos los secretarios generales de las distintas asociaciones, donde todos los secretarios generales van a tener reuniones periódicas. Ahí las sectoriales que son estratégicas dentro de la Región, porque son las más numerosas y las más trascendentales, son la agricultura, el turismo, y la construcción.
"Ahora mismo pienso cuatro años, no pienso en más"
Y con el resto de las organizaciones también se tendrán reuniones para escuchar las necesidades que tiene cada sector, sus carencias y sus debilidades, al igual que las fortalezas. Es muy importante que la patronal tenga conocimiento de todo lo que pasa por debajo. De ahí saldrán muchísimas acciones de trabajo.
Además, en la nueva Comisión Ejecutiva se van a crear equipos de trabajo donde se va a hacer un seguimiento de todas las acciones y los temas más importantes para trabajarlos en equipo. Tanto dentro de la organización de Croem como fuera.
-¿Si hubiera que elegir un solo objetivo cuál sería?
Imposible, no hay un único reto. El único reto que podría tener Croem es el de dar soporte a todas las asociaciones empresariales de esta Región.
-¿Su proyecto para Croem está planteado para cuatro años o para ocho?
-Yo dependo de que dentro de cuatro años, si no pasa nada, me validen. Me vuelvan a renovar el cargo los empresarios. Por eso el proyecto que me pongo ahora mismo es para cuatro años. Si ese proyecto es el que quieren los empresarios y están de acuerdo me pedirán que siga cuatro más. Ahora mismo pienso cuatro años, no pienso en más.
-¿De qué forma se dejará ver la impronta de López Abad en Croem?
-Con mucho trabajo y mucho sentido común. También constancia, diálogo, escuchar y respeto hacia todo el mundo. Entender dónde están las necesidades y donde están las fuentes que tienen que traernos nuestras necesidades, identificarlas e ir a por ellas.
-¿Qué diferencias podremos encontrar respecto a la Presidencia de José María Albarracín?
-Cada uno tiene su estilo personal y su impronta. Solo el tiempo lo dirá, porque a simple vista no sé cómo analizarlo o verlo al estar tan cerca, pero es verdad que somos distintos. Con el tiempo se irá notando esa diferencia de estilo, pero en lo esencial y en lo básico, que es el ideal de Croem, estaremos alineados.
"Aquí estamos para servir, y en ese espíritu de servicio lo que menos importa son los títulos"
-¿Le ha dado algún consejo?
Tenemos una relación de muchos años, la confianza es total, y José María es un hombre super inteligente y que tiene el don de saber llegar y saber irse, que no todo el mundo lo tiene. Él cuando se va, se va. Los consejos y las opiniones que yo le pida me los va a dar, pero él por sí solo nunca ha venido a decirme nada.
- Si pudiera elegirlo, ¿por qué le gustaría que fuera recordado como presidente de Croem?
-Porque hayamos puesto bases sólidas sobre las que construir nuestra Región.
-Se acaba constituir la Comisión Ejecutiva de Croem con tres vicepresidencias, la mitad que hasta ahora. ¿Qué valoración hace de esta composición, que ya ha sufrido alguna crítica?
-Aquí estamos para servir, y en ese espíritu de servicio lo que menos importa son los títulos. El que quiera trabajar tiene posibilidad de hacerlo y campo de trabajo de sobra, el título no es lo que importa. Luego creo que se puede dar un agravio hacia el resto de sectoriales que no son vicepresidentes. No entiendo qué criterio hay para elegir las vicepresidencias más allá de las tres que son natas, porque así lo dicen los estatutos, que son las comarcales Coec y Ceclor y la federación más numerosa y que más aporta, que en este caso es Fremm pero que eso puede cambiar. Por lo demás, es mi criterio, y no me veo en la capacidad de discriminar a sectoriales que son tan o más importantes que vicepresidencias podrían haber. Por tanto, es una manera de aparcar esa distracción y centrarnos en lo importante que es el trabajo.
-Parece que ahora estamos encontrando una economía regional con algunas factores que indican a un mayor optimismo. No sé si comparte esta percepción.
-No, para nada. Estamos en una situación complicada. Sí es verdad que algunos números nos dan que vamos bien, pero en el cómputo global yo como empresario a lo que me enfrento todos los días es a unas circunstancias bastante adversas respecto a otras comunidades autónomas. Podemos tener las cifras del paro que son buenas y son motivo de alegría, pero yo me fijo mucho en que las bases tienen que ser muy sólidas. Tenemos que tener un tejido empresarial sólido para que esto no sea fruto de algo que venga dopado, por un exceso de dinero en la calle o de puestos de trabajo que se consideran activos pero no lo están al 100%. Tenemos algunos datos que son para estar contentos, pero yo soy muy reivindicativo, y por lo tanto creo que se puede mejorar mucho.
-¿Entonces en qué situación se encuentra la economía regional?
-Ahora mismo la situación es mejorable.
-¿Qué análisis hace entonces de los datos de empleo?
-Lo más preocupante es que con esos datos que nosotros tengamos todavía gente registrada en el paro y que yo, como empresario, no encuentre a nadie para contratar. Aquí hay un problema. No puedo entender que haya más de 80.000 personas en el paro en la Región y que yo no pueda encontrar profesionales. Da igual el tipo de perfil, licenciados, administrativos, operarios, peones, etc. Con cualquier empresario de cualquier sector con el que hables dice que tiene una carencia importante de mano de obra. Eso no puede pasar.
"Ahora volvemos a tener que abrir el melón de la nueva ley de simplificación administrativa"
-¿A qué se debe esta situación?
-Se incentiva que se gane lo mismo estando uno en su casa sin hacer nada que estando uno trabajando. Esa cultura no es buena. Yo no estoy en contra de las ayudas a las personas que lo necesitan, eso es muy importante. Pero si hay personas que tienen la capacidad de trabajar pero no lo hacen porque tienen una ayuda y una serie de complementos económicos con los que tienen suficiente para vivir y les compensa para no trabajar. Creo que eso es lo que hay que perseguir.
-¿Cómo avanza la nueva ley de simplificación administrativa?
-Resulta que con esta nueva composición de Gobierno han cambiado las atribuciones, porque algunas correspondían a los anteriores miembros. Ahora volvemos a tener que abrir el melón. Entonces tendremos que volver a sentarnos, ver dónde estábamos, qué queda y qué visión tienen los nuevos actores sobre esta ley. Si van a seguir con lo que ya había o si van a hacer algunos cambios.
-¿Podemos esperar entonces algún retraso?
-Yo espero que no, pero puede ser que sí.
-En la reunión con José Vélez, el líder de la oposición, se comentó que Croem sería reivindicativa con el Gobierno regional. ¿Qué es lo que más pretende reivindicar?
-Lo que queremos reivindicar es que se cubran las necesidades que tenemos empresarialmente, como puede ser esa misma ley de simplificación administrativa o todas las demandas sectoriales que tenemos puestas encima de la mesa.
Sobre todo, queremos instar al Gobierno regional a que tienda la mano al Gobierno central, que es quien tiene que desbloquear todos los proyectos que tenemos paralizados. Entiendo que eso es lo que tiene que estar por encima de todo y se tiene que hacer desde la negociación.
-¿Qué proyectos podríamos destacar?
-Lo más cercano que tenemos es el Corredor Mediterráneo, que sigue acumulando retrasos mientras que Alicante está recibiendo infraestructuras que la van a hacer una provincia muy competitiva. Esto me parece muy bien, pero nosotros, como murcianos, necesitamos que nuestros proyectos y nuestras necesidades, que tenemos más que ellos, salgan adelante. Seguimos pensando en El Gorguel, en el Travase Tajo-Segura, en las distintas circunvalaciones del Arco Noroeste. Son carencias que tenemos que tienen que ir viendo la luz.
-Noelia Arroyo dejó caer que usted era "muy murcianico". ¿Le va a dar un cariño especial a Cartagena?
-Le voy a dar el mismo cariño que le doy a Lorca, a Yecla o a Caravaca. No entiendo esa discriminación o ese afán por ver las cosas distintas dentro de una misma comunidad. Cuando hablamos del país yo no veo comunidades, veo España. Y cuando hablamos de la Región, veo a la Región de Murcia al completo, no a cada municipio por separado. Para mí no se puede pensar de manera distinta. Sería un error. Sería retroceder mucho.
-¿Qué aprendizaje extrae de sus años como presidente de la Cámara y cómo repercutirá en su gestión en CROEM?
-La Cámara es una organización que juega ese papel bisagra entre la Administración, el tejido empresarial y la ciudadanía. Eso te hace tener perspectiva de todos los ámbitos y adquirir un perfil de talante y negociación. Eso hace que tengas una capacidad de entendimiento y de escucha importante. También te ayuda a identificar no solo las necesidades de las grandes empresas, sino también las del pequeño comercio, que también es Croem.
-Ahora Miriam Fuertes toma su relevo al frente de la Cámara, quien ha sido su vicepresidenta. ¿Qué opinión le merece y qué consejo le daría?
- En los seis años que llevaba conmigo lo que me ha demostrado es que tiene una capacidad brutal de trabajo, que tiene un sentido común espectacular y que lo va a hacer perfecto. Mejor que yo. Creo que le va a hacer mucha ilusión, como ya lo está viendo, y la verdad es que estamos encantados. Se marca un hito que en 125 años sea la primera presidenta de la Cámara de Comercio de Murcia. Para mí es un orgullo. Se ha puesto una fecha a corto plazo, hasta las próximas elecciones, pero yo creo que le va a enganchar el ambiente de la Cámara, que es un órgano super amable.
-En una palabra o una frase muy corta. ¿Cómo definiría Croem?
-Croem es la casa donde los empresarios reivindican.