Fotos: Ros Container
MURCIA. La innovación resulta vital para el triunfo de cualquier proyecto. No obstante, apostar por los últimos avances tecnológicos no es la única forma de posicionar a los negocios en la vanguardia de sus respectivos sectores. Y es que incluso en la construcción, existente desde que el hombre es hombre, aún queda hueco para cambios y evoluciones. Así, lo demuestra la última tendencia de reutilizar contenedores marítimos como base para fabricar todo tipo de locales, una moda que ha llegado con fuerza a la Región de Murcia.
Y es que hace ya unos años que se comenzaron a construir viviendas, oficinas y comercios a partir de estos contenedores, aunque con el paso de los años los usos han comenzado a diversificarse. Ahora, podemos ver cómo antiguas herramientas de transporte se transforman en piscinas, bodegas, gimnasios, pop up stores, restaurantes, chiringuitos e incluso almacenes de uso industriales para equipamientos de riesgo.
Además de los beneficios para el medio ambiente que supone reutilizar un material que de otra forma sería desechado, este tipo de fabricaciones también cuenta con la ventaja de ser una forma de abaratar costes, una cualidad de especial valor en un momento de gran inflación en la obra. En concreto, el ahorro queda cifrado en un 30% respecto a los componentes más convencionales. En consecuencia, cada vez son más las empresas que han comenzado a apostar por esta alternativa.
Este es el caso de Roscontainer, una compañía que mueve una media de casi 500 contenedores al año para su transformación y posterior uso: "Más allá de las ventajas económicas y su componente de sostenibilidad, es fundamental destacar las posibilidades que tienen estos contenedores de convertirse en diseños originales", remarcan fuentes de la empresa a Murcia Plaza.
Y es que ya en la construcción de viviendas quedó demostrado que las capacidades de los contenedores no quedan estancadas en el plano de lo funcional, sino que también cuentan con un componente artístico para quien lo sepa explotar. En consecuencia, dentro de la Región pueden verse grandes edificaciones realizadas con uno, dos, tres e incluso cuatro de estos containers. No obstante, otro tipo de construcción puede requerir aún mayor cantidad de estos materiales, como es el caso del edificio corporativo fabricado en Molina de Segura por el Grupo Alonso, que empleó hasta ocho contenedores.
Por otro lado, también destacan en este componente su versatilidad, pues las posibilidades se multiplican conforme crecen sus diferentes usos. Como muestra, Roscontainer destaca la utilidad que tienen a la hora de crear gimnasios, pues cuentan con la posibilidad de trasladarse fácilmente y de adaptarse con sencillez a las distintas actividades deportivas.
También para la construcción de piscinas resultan una opción destacada, pues ya cuenta con la clásica forma rectangular de las piscinas convencionales, solo que su instalación resulta más sencilla y menos costosa. En cualquier caso, uno de los usos más curiosos que se le ha encontrado hasta ahora a estos contenedores marítimos es la fabricación de bodegas, una función en la que de nuevo destaca la versatilidad que supone poder instalarlo casi en cualquier parte sin demasiado esfuerzo.