CARTAGENA. Un total de 220 personas, usuarios habituales del transporte público, en concreto de la línea MUR-083 Murcia-Cartagena se han quejado, a través de un escrito dirigido a la empresa concesionaria del servicio -Interbús- y a la Consejería de Fomento, del deficiente servicio de transporte interurbano que vienen sufriendo desde hace meses. Afirman, los firmantes, que son continuos los retrasos en el horario de salida, tanto como las averías en los vehículos de la flota, o el hecho más que habitual de no poder acceder todos los usuarios al autobús y esperar una hora, hora y media, al siguiente autobús. Además, denuncian los usuarios de bonobús de no tener la oportunidad de reserva el billete vía online o la imprudencia en la conducción de un empleado en concreto.
Los usuarios que han firmado esta carta dirigida a Fomento y a Interbús describen situaciones que, a veces, podrían parecer surrealistas para el resto de los mortales, pero que, debido a la frecuencia con la que se producen, se han acabado convirtiendo en un asunto casi habitual en sus trayectos. Entre ellos, destacan, por ejemplo, que algunos pasajeros dicen pasar "miedo en la carretera" por un conductor "temerario que no respeta la distancia de seguridad, realiza adelantamientos peligrosos, frenazos continuos y que ha recibido varias quejas verbales por parte de los pasajeros, así como reclamaciones oficiales".
Pero, además, relatan lo sucedido el 29 de marzo 2022, cuando en un autobús con salida de Murcia a las siete de la mañana en la subida del Puerto de la Cadena "el motor dejó de funcionar y gracias a la pericia del conductor logró desviarse por una salida y aparcar". El autobús para continuar con el viaje tardó en llegar 55 minutos, en un tramo de menos de 10 kilómetros, añaden los denunciantes.
En estas condiciones hemos hecho el trayecto Murcia - Cartagena de esta tarde. Goteras en los asientos de los pasajeros y conductor con paraguas para poder continuar. @GrupoInterbus @laverdad_ct @laverdad_es @A3Noticias pic.twitter.com/IxUzCVghb1
— Cris (@criscrismr) April 13, 2022
Pero para disparatado es lo que ocurrió en abril del pasado 2022, en uno de los autobuses con salida de Murcia a las cinco de la tarde, cuando una viajera "tiene que realizar el viaje con un paraguas para proteger al conductor de la gotera que cae justo encima de su asiento". Un mes después otro autocar, con salida en Cartagena a las cuatro de la tarde tiene que realizar una parada de emergencia en la salida 150 de la autovía "ya que una avería provocó un incendio y una explosión que afecto a la luna trasera, teniendo que intervenir los bomberos. El autobús de refuerzo llegó 30 minutos más tarde para finalizar el trayecto".
Los despropósitos continúan en agosto con un autocar que realizó el servicio de salida Cartagena a las 15:00 horas que llevaba el cristal delantero sujeto con cinta. Más recientemente, hace tan solo una semana, en el servicio del día 16 de noviembre de 2023, hora 14:30 sentido Cartagena-Murcia, el autobús llegó averiado y fueron los clientes que esperaban su llegada los que observaron el "olor a quemado y humo que salía de la parte trasera del autobús". Cuando el conductor bajó del vehículo le explicaron la situación, "y sin darle importancia nos instó a que subiéramos. Tal era nuestra asombro y preocupación que le preguntamos directamente si viajar en esas condiciones era seguro, y la respuesta del conductor fue que no nos podía garantizar nada". En ese contexto, "los viajeros decidimos no subir al vehículo, temiendo por nuestra seguridad, y solicitamos un autobús de sustitución, pues ya había clientes esperando el servicio de las tres de la tarde. No llegó el autobús de sustitución".
"Este hecho se suma a los múltiples incidentes del día a día con esta compañía, entre los que predominan las continuas faltas de puntualidad, y el que a determinadas horas queden personas sin poder hacer el viaje que tenían previsto, por falta de plazas en el vehículo", añaden en su escrito los usuarios de la línea dirigida tanto a la Concesionaria del Servicio como a la Consejería de Fomento. Ante tal situación los usuarios de autobús, reclaman ante la próxima firma de otro contrato para la gestión del transporte interurbano, en concreto de la línea Murcia-Cartagena una "renovación de la flota de autobuses, los usados por la empresa de transportes son anticuados, ninguno utiliza combustibles menos contaminantes como GNL, electricidad, hidrógeno, etc..., ya que todos van propulsados por gasoil o gasolina".
Además, piden que se establezcan "mecanismos digitales para la reserva de billete a los usuarios habituales que usan bonos, bien tarjeta, bien bono universitario". Igualmente, solicitan que se indique claramente en carteles informativos "el orden de preferencia cuando sean más pasajeros que asientos, billetes, bonos, orden de fila, etc...".
Por último, añaden, que es necesario "tener previsto autobús de refuerzo" los días y horas que habitualmente se quedan viajeros sin poder acceder al autobús por estar completo el aforo. Tener un conductor de guardia para cualquier imprevisto; incrementar las frecuencias en los tramos horarios que más usuarios utilizan el autobús, sobre todo en el tramo de siete a nueve de la mañana, aumentar la frecuencia en intervalos de 30 minutos. Igualmente incrementar los tramos horarios de salida de dos a cuatro de la tarde".
Y, para terminar, añaden, por si alguien parece que se le haya podido olvidar "limpieza y desinfección de los autobuses como mínimo una vez a la semana".
Esta misma semana se ha tratado el asunto en el Consejo de Gobierno de la UPCT, ya que el colectivo de los alumnos es uno de los más afectados por este número de incidencias. Varios miembros expusieron los problemas de transporte Cartagena-Murcia, con retrasos frecuentes, autobuses viejos, alguno que se ha quemado, sin capacidad suficiente en horas punta, con una reserva muy complicada. La rectora, Beatriz Miguel, ha escuchado lo sucedido y ha decidido presentar una queja formal ante tal situación ante los diferentes organismos involucrados.