CARTAGENA. La inauguración, hace un par de semanas, del Complejo Gastronómico Alviento, en el Puerto de Cartagena, se convirtió en un auténtico hervidero político. Allí estaban todas las fuerzas vivas de la trimilenaria y algunas de Murcia. Los comentarios iban y venían. El presidente de la Cámara de Comercio explicaba que su reelección no era desobediencia civil, sino que el informe adverso del Consejo Jurídico no era vinculante. Trasluciendo que fuerzas ocultas habían conspirado contra su candidatura, esperaba que su elección se viese legalmente confirmada en el próximo futuro. Lo de las conspiraciones lo ha desgastado un poco el presidente Sánchez, pero ocasionalmente las hay.
De todos modos, el interés mayoritario se centró en las especulaciones sobre el próximo alcalde o alcaldesa. Algunos opinaban que la estrategia de Vox de retener los nombres de sus candidatos podría reducir sus resultados electorales. Sigue fuerte en Cartagena, pero ya no goza de la aureola que lo adornaba en sus primeros pasos. La tensión entre Noelia, la alcaldesa, y Segado, el jefe local de filas peperas, se ha amortiguado, pero no ha desaparecido del todo. El auge del proyecto de Castejón ha alcanzado una zona de estabilidad. Obtendrá algunos escaños, pero no está disfrutando de un crecimiento desbordante. Y en cuanto a Ciudadanos, distraídos en su proyecto de refundación, sin que nadie alcance a adivinar el nombre del joven liberal que podría sustituir al trabajador Padín. En el frente izquierdista sigue la duda acerca de hasta dónde llegará la Suma de Yolanda. Las noticias que llegan de Andalucía no son muy alentadoras. Probablemente no queden fuera del Ayuntamiento, pero será difícil que suban de forma significativa.
Así las cosas, el favorito en las apuestas de los asistentes era, cómo no, Pepe López. Unos con esperanza y otros con temor, en los corrillos se comentaba que sus posibilidades siguen subiendo como el precio del café en plena escalada inflacionaria. O entre Noelia y Castejón deflactan sus expectativas, o será el nuevo alcalde. Bueno, eso suponiendo que el socialista Pedro Contreras, que andaba por allí sin pregonar su candidatura, pero sin llegar a negarla, se aviniese a apoyarlo. Las mayorías absolutas cotizan a la baja, de modo que, en el escenario central del tenis político, se desarrolla un partido de dobles, con damas contra caballeros: Noelia y Castejón contra López y Contreras. Y eso sí, con Vox al acecho. ¿Y si al final fuese decisivo, como antes lo fue Cs?
JR Medina Precioso