La Asamblea Regional, este miércoles. Foto: ARMMURCIA. Las diferencias entre Gobierno y oposición se agrandan en la Región de Murcia. El último pleno de la Asamblea Regional presenció el enésimo enfrentamiento entre los grupos del Ejecutivo, PP y Ciudadanos, y el principal partido de la oposición, el PSOE. Los ánimos ya estaban caldeados, tras el bronco debate del estado de la Región, en el que los socialistas sólo sacaron adelante una de sus quince propuestas, y especialmente tras el fiasco de las negociaciones entre la Comunidad y los socialistas para llegar a un acuerdo con la Estrategia Reactiva 2020, que el pasado sábado vio la luz sin el plácet del PSOE. Así las cosas, el reencuentro entre ambos diputados en la Cámara no hizo sino ahondar en la fractura.
El pleno, que abordó dos proposiciones de ley y cuatro preguntas orales al Gobierno regional, estuvo marcado por los reproches mutuos y las acusaciones de falta de diálogo. "Pare, señor Conesa, piense y dialogue", recriminó la diputada naranja Valle Miguélez al jefe de la oposición, Diego Conesa. Aun así, populares y liberales apoyaron las dos propuestas del PSOE: el texto para regular la condición de familia monoparental y una modificación de los tributos cedidos para incluir bonificaciones fiscales para energías renovables y la compra de vehículos eléctricos. No obstante, los grupos del Gobierno reseñaron "deficiencias" en las iniciativas legales y justificaron su voto a favor en pos de presentar enmiendas y "mejorar las propuestas".
El momento más tenso se produjo antes de la primera votación de la mañana. Diego Conesa, que no había intervenido, pidió la palabra para responder a las alusiones de la diputada del PP, Maruja Pelegrín, que minutos antes había comparecido para defender la postura del PP sobre las familias monoparentales. Pelegrín, en su alocución, acusó al alhameño de ir de "víctima" cuando no tiene "voluntad de pacto" al tiempo que le culpó de "tener secuestrado a su grupo parlamentario".
El líder del PSOE se sintió aludido y, amparándose en el reglamento, solicitó al presidente de la Cámara, Alberto Castillo, poder responder. Conesa subió a la tribuna y afeó a los populares que "no tuvieran voluntad de negociar en el pasado". El diputado sacó a colación las rencillas entre el Gobierno y su grupo, como las fallidas negociaciones de diciembre por el decreto del Mar Menor y su rechazo en enero a censurar el 'pin parental' en los Presupuestos. También mencionó el debate del estado de la Región, lo que acrecentó las murmuraciones en la bancada del PP.
"La falta de respeto", criticó Conesa, "es interrumpir". En ese instante Castillo intervenía pidiendo silencio a sus señorías al tiempo que emplazaba al socialista a centrarse en las alusiones de Pelegrín. El secretario general del PSRM continuó con más reproches: "La falta de respeto es gritar mientras uno habla". El dirigente se dirigió no sólo a Pelegrín sino también al presidente de la Comunidad, presente en la Cámara. "La falta de respeto, señor López Miras, es que en un debate del estado de la Región se hable de voluntad para negociar el decreto del Mar Menor...". No terminó la tesis, pues el presidente le cortó de nuevo: "De eso no se ha hablado hoy, señor Conesa. No ha lugar; coja el reglamento, por favor".
Una vez terminado Conesa su exposición, fue el portavoz del PP quien pidió intervenir. Segado, de pie desde su escaño y con el libro del reglamento en la mano, se basó en mismo artículo 93 que citó Conesa para defender que el PP "no había puesto ninguna objeción" y regañó a Castillo por no detener al portavoz socialista. "El presidente", dijo leyendo el reglamento, "tendrá que retirar la palabra si la persona aludida abre un debate. Esperemos que esto no se vuelva a repetir. Y le ruego que haya una rectificación en el futuro", afirmó.
La riña parecía zanjada y la Mesa dio paso a la votación de la proposición. Pero no se había dicho todo aún. Concluida la votación, la vicepresidenta del Gobierno, presente en el Patio de los Ayuntamientos al igual que el resto de los consejeros, solicitó expresar su opinión. "El Consejo de Gobierno siempre puede pedir la palabra", autorizó Castillo.
Franco comenzó regañando al líder de la oposición: "Lo pone usted muy difícil, señor Conesa". La consejera de Política Social lamentó el tono empleado por el dirigente socialista. "Mi intención aquí era lograr un punto en el que podamos encontrarnos todos. Afortunadamente no todo el grupo socialista es igual y podemos hablar con algunos de sus compañeros con un tono que no sea el de la crispación". Y añadió: "Hasta su intervención [espetó a Conesa], la mayoría de la Cámara celebrábamos tono que se estaba empleando. El anuncio del señor Ivars del pasado sábado y la actitud de la señora Alarcón [la diputada que defendió la ponencia] demuestran que no todo el mundo está por la crispación". La vicepresidenta remachó argumentado que el debate de hoy "no era el foro para ser crítico", ante un tema tan sensible que afecta a 60.000 familias monoparentales de la Región.
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