No hace falta que España se rompa; basta con que se evapore, como está sucediendo. El anuncio del Gobierno pinocho de transferir más competencias al País Vasco y Cataluña llevan al Estado a un camino sin retorno. El Estado español se suicida ante la indiferencia de casi todos
Las medidas de política económica tomadas de forma irresponsable e improvisada tienen sus consecuencias
Con la distribución de diputados en el Congreso, política de bloques, gobierno de coalición y demás alianzas el bloqueo político no es ninguna sorpresa. Los adelantos electorales en Galicia y País Vasco, el previsible en Cataluña con la evolución de acontecimientos,-mesa de diálogo-, refrendan la realidad. Solo falta saber hasta cuándo se puede mantener el bloqueo y si alguien va a ceder
Esta semana el Rey Felipe VI ha presidido el consejo de ministros que es como ser el árbitro de un partido de futbol, jueces de línea incluidos. Un trámite institucional puesto que el Jefe del Estado no puede intervenir ni participar en las decisiones del mismo, aunque sean machar a impuestos a sus súbditos
Decepcionado con la política y temeroso de una economía que se enfría, el personal se refugia, como siempre, en el sexo. La última moda es el Satisfyer, un succionador de clítoris con gran demanda. El aparato refuerza la independencia de la mujer en perjuicio del hombre, que camina hacia la más absoluta irrelevancia