El presidente Fernando López Miras, en diciembre, durante un pleno de la Asamblea Regional. Foto: ABEL F. ROSMURCIA. Los Presupuestos de la Región están a un paso de ver la luz. La Asamblea Regional retomará la próxima semana la última etapa del trámite parlamentario, que se paralizó justo cuando apenas faltaban dos sesiones (la comisión de las enmiendas parciales y la votación definitiva). La Junta de Portavoces, reunida este martes tras un mes sin actividad en la Cámara, ha fijado la votación de las cuentas para el próximo martes, día 21. Ese mismo pleno también abordará la convalidación de la Ley de Tributos. Un día antes, el lunes 20, se desarrollará la comisión de Economía que debatirá las enmiendas parciales.
Con este calendario encima de la mesa, el Gobierno regional -en manos de PP y Ciudadanos- y su socio parlamentario -Vox- ya tienen vía libre para sellar el pacto que firmaron en enero. Si no hay sorpresas, la Región pondría así fin a un culebrón que ha durado más de cinco meses. La carrera por las cuentas comenzó en noviembre, con la aprobación del techo de gasto. El Ejecutivo se marcaba como objetivo validar sus primeros Presupuestos en coalición en la primera semana de diciembre. Pero las negociaciones se alargaron más de lo esperado y la Comunidad llegó a Año Nuevo sin conseguir un acuerdo con su aliado en el Parlamento.
Las cuentas de 2019 se tuvieron que prorrogar aunque el presidente regional restaba importancia al retraso. "No hay que perder la perspectiva, no pasa nada por que se aprueben en enero", decía Fernando López Miras. El pacto, tras dimes y diretes, se alcanzó a mediados de enero. Los tres grupos se daban la mano y suscribían un documento con doce puntos. Entre esos postulados figuraba un párrafo que validaba el polémico 'pin parental', puesto en marcha a principio del curso por la consejería de Educación. Fue en esas mismas fechas cuando el Gobierno central, recién constituido, puso su atención en la Región, exigiendo la retirada de los permisos familiares, y el asunto se convirtió en objeto de debate en todo el país.
Ya en febrero, la Asamblea recibía el texto del Gobierno e iniciaba el trámite parlamentario. Esta fase transitó cumpliendo el guion previsto, sin obstáculos por la mayoría absoluta que suman PP, Cs y Vox, aunque sí hubo un sobresalto: Vox amenazó con bloquear los Presupuestos si el Ejecutivo regional suavizaba el 'pin parental', tal y como pretendía recoger en un decreto. Pero las cuentas siguieron su curso en el Hemiciclo sin contratiempos. Su aprobación era una cuestión de tiempo... hasta que el Covid-19 estalló, dinamitando los planes de todo el mundo.
La Asamblea suspendía su actividad y paralizaba los Presupuestos. Esa decisión se acordó el 16 de marzo, dos días después de la declaración del estado de alarma y a falta de una semana para la votación definitiva. El PP pidió adelantar los dos últimos plenos para convocarlos el mismo día 16, pero finalmente la propuesta no prosperó. El PSOE la rechazó y Ciudadanos no la apoyó. Desde entonces, la Cámara ha funcionado con servicios mínimos.
Poco después, con la pandemia haciendo estragos y con toda la población confinada, el Gobierno regional se pronunciaba: ya no hay tiempo para rehacer el texto, hay que sacar cuanto antes los Presupuestos, a pesar de que reconocía que son "unas cuentas desfasadas" y que resulta "imprescindible adaptarlas a la realidad actual". Su plan pasa por aprobar modificaciones posteriores en el Consejo de Gobierno, siguiendo el ejemplo de Andalucía, que validó sus Presupuestos en diciembre.
La portavoz de San Esteban, Ana Martínez Vidal, también admitía que la mayoría de las partidas no se pueden retocar porque "están comprometidas y marcadas con carácter finalista". El 80% de los fondos, agregaba, se destinan a Salud, Educación y Política Social. Pero sí se comprometió a reforzar las áreas prioritarias en la gestión de la crisis y las inversiones destinadas a los sectores de población más afectados. También recalcaba que la recuperación del Mar Menor "sigue siendo una prioridad".
La oposición, PSOE y Podemos, pidieron la retirada de las cuentas del Gobierno. "PP, Cs y Vox siguen empeñados en sacar un Presupuesto anterior al coronavirus, fallido de antemano para responder a las necesidades de la Región", reprochaba el líder socialista, Diego Conesa, quien hacía hincapié en la necesidad de alcanzar un "gran acuerdo" para hacer una nueva hoja de ruta y proponía 90 medidas para las cuentas. "Es un Presupuesto con importantes recortes en sanidad y políticas públicas", recriminaba por su parte la portavoz de Podemos, María Marín.
El PP, por el contrario, argumenta que no aprobar los Presupuestos acarrearía "nuevas negociaciones", lo que supondría, a su juicio, "perder meses cuando ahora no se puede perder ni un día". Joaquín Segado, el portavoz popular, añade que el Presupuesto incluye 110 millones extras (es el incremento con respecto al texto de 2019) y recuerda que hay convenios que sólo se pueden renovar con la validación de las cuentas.
Ciudadanos, que no oculta que el texto ha quedado obsoleto y ha estudiado alternativas para adaptarlo a la nueva realidad del coronavirus, finalmente se ha sumado a celebrar un pleno el 21 para, aducen, "no consumir un tiempo del que no disponemos". Su apuesta, afirman, es el plan del Gobierno Reactiva 2020, una "Estrategia de reactivación económica y social de la Región" que ejecutarán las consejerías de Empresa, Empleo y Hacienda.
