La Consejería de Educación suaviza algunos puntos del permiso parental pero lo convierte en decreto

MURCIA. La Consejería de Educación da marcha atrás, al menos parcialmente, y el llamado pin o veto parental se verá suavizado en algunos puntos para hacerlo más práctico y descargar de burocracia y papeleo a los centros educativos. Sin embargo, a la misma vez el Gobierno regional quiere blindarlo por decreto.

El Gobierno regional seguirá adelante con la norma pero introducirá modificaciones, según han confirmado a Murcia Plaza fuentes de la Consejería, entre los que destaca que las actividades complementarias que imparta personal funcionario no tengan que ser autorizadas por los padres. La finalidad es que no se vean afectados programas de la propia consejería de Educación, de Salud u otras, así como las que ofrezcan policías, bomberos, guardias civiles, médicos y similares.

También se contempla en esta modificación que serán los padres de los alumnos que no quieran que su hijo/a asista a una actividad complementaria los que deberán llevar un escrito para rechazarla. De hecho, en caso de que no exista esa negativa expresa, deberán acudir a la actividad propuesta. Sí será obligatorio la autorización cuando las actividades tengan lugar fuera de los centros escolares y cuando supongan un coste económico.

Si estos cambios en la norma evitarán que se haga efectiva la advertencia de la ministra de Educación, Isabel Celaá, de que el veto parental debía retirarse o acudiría a los Tribunales para paralizarlo, está por ver. El plazo de un mes que dio el 20 de enero sigue su curso.

Manifestación en San Esteban

A los que no parece que les convenzan las medias tintas son al millar de personas que se concentraron este martes ante la sede del Gobierno regional al grito de “es ilegal, el veto parental”. Una manifestación organizada a la plataforma cívica Pacto por la Regeneración de la Región de Murcia para exigir la retirada de la polémica norma pactada por PP, Ciudadanos y Vox. 

Entre los asistentes se encontraban representantes de formaciones políticas como el secretario general del PSOE, Diego Conesa, así como los dirigentes Joaquín López e Emilio Ivars; el senador Miguel Sánchez y el exdiputado nacional Miguel Garaulet, de Ciudadanos; el representante de Más País, Óscar Urralburu; el secretario general de organización de Podemos, Ángel Luis Hernández, o la responsable de Educación de Izquierda Unida-Verdes, Esther Herguedas.

“El veto parental es una imposición de la ultraderecha a PP y Ciudadanos. Es una medida claramente ilegal. La LOMCE marca una serie de valores que hay que impartir tanto en las aulas como en actividades complementarias”, señalaba Jerónimo Tristante, portavoz de la plataforma cívica. Para el escritor y profesor de Secundaria el veto parental "es la pica en Flandes, la avanzadilla de la ultraderecha en Murcia. Sabemos que van a venir más cosas, por eso estamos aquí”.

Destacó que a la concentración contaba con el apoyo de 215 asociaciones, 100 de ellas fuera de la Región, “porque la gente en España sabe que esto es el inicio de algo muy negativo. Luego vendrán cosas como por qué enseñamos cambio climático, evolución o a Federico García Lorca. Esto hay que pararlo y el momento es ahora”.

Por su parte, Diego Conesa, señaló que "le pedimos al Gobierno regional, en especial a Ciudadanos, que no claudique. Es una media ilegal que puede tener consecuencias jurídicas. No tenemos que llegar a ese punto por responsabilidad". 

Miguel Garaulet, de Ciudadanos, señaló que los docentes "son las personas que cuidan, forman y dan criterio a nuestros hijos. No podemos intentar vetar su forma de trabajar" y menos con medidas con "tinte homófobo" y recordó que el sitio donde los padres pueden revisar y contribuir "en todos los conceptos del programa curricular es en el Consejo Escolar".