Vélez se apoya en su guardia pretoriana para el mayor desafío del PSOE de las últimas tres décadas

MURCIA. 1995. Casi nada. Aquel fue el último año del PSOE en el Palacio de San Esteban. Desde entonces el socialismo murciano persigue una meta -a veces una pesadilla- que se le resiste desde hace 28 años. Ese es el gran y único objetivo del líder del PSRM y candidato a la Comunidad, Pepe Vélez, que se apoyará en su guardia pretoriana para intentar revalidar la victoria de 2019 e intentar formar Gobierno. De fracasar, el PSOE sumaría más de tres décadas en la bancada de la oposición, una losa inasumible para un partido que se siente ganador y que gobernó la Comunidad desde 1983 hasta 1995. Ganar es el único verbo que suena en Princesa. No hay otro. No puede haber otro.

La candidatura del PSRM, ratificada este lunes por el Comité Regional, no deparó grandes sorpresas ni tampoco tiró de un gran bisturí. No hubo sonoros fichajes ni salidas traumáticas, sino más bien continuidad en el trabajo que empezó hace cuatro años. El golpe de efecto es que no hay golpe de efecto. Hay caras nuevas, sí, con siete salidas del actual grupo parlamentario, pero ninguna significativa o que se no se supiera a estas alturas. Vélez, que no es parlamentario -de hecho, debe dejar la Delegación el Gobierno antes del 19 de abril- tendrá como principales escuderos a dos de los diputados más reconocidos de la Asamblea Regional: Carmina Fernández y el hoy portavoz parlamentario, Francisco Lucas. 

Ambos forman parte de su núcleo duro, pues Carmina es vicesecretaria y portavoz del partido mientras que Lucas es miembro nato de la dirección regional, ya que también forma parte de la ejecutiva federal que lidera Pedro Sánchez. El raaleño, además, repite en la misma posición (tercero) que lo situó Conesa en 2019 mientras que la cartagenera pasa del sexto lugar a ser la número dos.

La principal novedad de la lista, que en realidad no lo es tanto en Princesa, es el número cuatro: Marisol Sánchez Jódar. La diputada lorquina, que tendrá que dejar su escaño en el Congreso, ya fue nombrada vicesecretaria general -junto con Carmina- cuando Vélez tomó las riendas del PSRM. Otro rostro novedoso será el quinto puesto, el concejal aguileño Juan Andrés Torres Escarabajal, también miembro de la dirección regional -a cargo de Transparencia y Regeneración Democrática- y que saltará de la Corporación local que dirige Mari Carmen Moreno con mayoría absoluta a la arena del Parlamento autonómico.

El séptimo puesto lo ocupará el líder de las Juventudes Socialistas, Miguel Ángel Ortega, un guiño del PSRM por la juventud. Para encontrar otra cara nueva hay que remontarse hasta el duodécimo lugar, ocupado por la murciana Dolores Jara Andújar -cuyo esposo es el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano-. También se estrenan la exconcejala de Mazarrón Magdalena Méndez Noguera (decimosexta) y el antaño secretario de Organización del PSRM, hoy gerente del partido y concejal en Calasparra, Jordi Arce Corbalán (decimoséptimo), una de las personas de máxima confianza del líder y también citado a declarar ante el juez.

Continuidad y experiencia

El PSRM aboga por el continuismo. No en vano, el resto del grueso de los principales puestos de salida lo conforman los actuales diputados Magdalena Sánchez Blesa (la poeta, fichada en su día por Conesa, irá la sexta), Antonia Abenza Campuzano (octava), Alfonso Martínez Baños (noveno), Virginia Lopo (décima), Fernando Moreno (undécimo), Manuel Sevilla (decimotercero), María Dolores Martínez Pay (decimocuarta) y Pedro López Hernández (decimoquinto).

Solamente permanece un diputado de la anterior legislatura (2015-2019), Alfonso Martínez Baños. El totanero, que ocupa el simbólico puesto orgánico de presidente del PSRM, es el único superviviente de la época de González Tovar.

De la actual legislatura (2019-2023), en cambio, se caen de la lista siete de los 17 parlamentarios: Gloria Alarcón, que fue la número dos en 2019, Lara Hernández (que será candidata a la Alcaldía de Alcantarilla), Rosalía Casado, Antonio José Espín (que irá en la candidatura de Bullas), José Antonio Peñalver, José Antonio Campos Bayona y Consagración Martínez.

Es decir, el PSOE busca combinar la juventud con la experiencia del grupo que ganó las elecciones en 2019, al tiempo que pretende respetar a la militancia y representar a todo el partido en todos los territorios. Y sin olvidar la paridad -obligada por la ley- y la lista cremallera, un sello marca de la la casa.

¿A cuántos diputados aspira el PSOE? Los 17 escaños cosechados en 2019 constituyeron el mejor resultado electoral del PSOE desde 1999, cuando consiguieron 18, a la sazón insuficientes contra los 26 del PP. Muy lejos quedan los ochenta, cuando el PSOE barría y lograba 25 (1983 y 1987) y 24 representantes (1991). Desde 1995 el PSOE sólo ha acumulado derrotas: 15 escaños (1995), 18 (1999), 16 (2003), 15 (2007), 11 (2011, el peor resultado) y 13 (2015).

Esa es la histórica tendencia que el PSOE quiere cambiar. Ninguna encuesta -al menos de las publicadas por la opinión pública- da ganador a los socialistas: todos coinciden en una victoria del PP y el auge de Vox. Pero en política la última palabra la tienen los ciudadanos con su voto. Y el PSRM ya tiene listo su equipo para las urnas.