Obtendrían tres diputados, según el barómetro de otoño del Cemop
MURCIA. La travesía en el desierto por la que atraviesa actualmente Unidas Podemos parece encaminarse a su fin. El partido morado, que en 2019 sufrió un gran desplome electoral al perder cuatro de sus seis escaños y quedar relegado al Grupo Mixto, volvería a ser dueño de un grupo propio en la Asamblea Regional si hoy se celebraran los comicios, a tenor del barómetro del Cemop de otoño, que les da tres representantes.
Ninguna encuesta hasta ahora había dado más de dos diputados a Unidas Podemos. El sondeo del Cemop rompe ahora esa tendencia y premia así el trabajo de sus dos actuales miembros, María Marín y Rafael Esteban, que en verano interrumpieron sus vacaciones y se implicaron a fondo en la crisis del Mar Menor, golpeado por la enésima agresión medioambiental.
El barómetro, de hecho, destaca que el incremento del voto se debe a varios motivos: una "ligera transferencia" desde el PSOE y un "leve incremento" de su fidelidad partidista. Aunque la causa "fundamental", subraya el estudio demoscópico, se basa en "captar la movilización que se produce con los sucesos del Mar Menor y transformarla en voto activo para Unidas Podemos".
El lado negativo del sondeo para Podemos es que la izquierda no tendría ninguna posibilidad de gobernar, pues el PSOE se estanca en las encuestas y apenas cosecharía 14 parlamentarios. La suma de ambos partidos, 17, queda muy lejos de la mayoría absoluta, situada en 23 en el Parlamento regional. Para más inri, el PP, que ganaría los comicios, se bastaría con Vox para mantener el poder.
El Cemop, en concreto, augura que los morados recibirían el 7,1% de los votos. Se trata de una mejoría del 1,5 con respecto a las urnas, en las que obtuvieron el 5,6% de las papeletas. Aquella caída supuso a la postre el final del anterior líder morado, Óscar Urralburu, quien cuatro meses después anunciaba su salida a Más País (ahora Más Región). Javier Sánchez Serna, el diputado murciano en el Congreso, tomó las riendas del partido. Hoy es el coordinador autonómico y los murcianos, asimismo, le dan una valoración del 4,45, la cuarta más alta de todos los políticos preguntados (el único que aprueba es López Miras, con un 5,31).
Los sondeos además preguntan por la fórmula Unidas Podemos, y no Podemos a secas. Es decir, dan por hecho una confluencia electoral entre Podemos e Izquierda Unida. Cabe recordar que estos dos partidos concurrieron por separado en las autonómicas de 2019, dada las malas relaciones de la anterior ejecutiva morada con la dirección de Izquierda Unida, lo que condujo al fracaso de la confluencia. Ahora, en cambio, ambas formaciones mantienen buena sintonía y su alianza electoral se da por hecho que esta vez sí se producirá.
Podemos, además, desde abril, tiene que convivir con Ciudadanos en el Grupo Mixto, ya que los dos representantes naranjas perdieron el control de su grupo -en manos ahora de los diputados expulsados de Cs-. Esta circunstancia resta presencia y minutos a los miembros de Podemos que hasta la moción de censura eran los únicos inquilinos del Grupo Mixto. No obstante, la Portavocía queda en manos de Marín, algo que no ha gustado a los naranjas y que buscan revertir a través de reclamaciones. La Mesa de la Cámara, por el momento, se niega a darles la razón.