Tintarse la piel está de moda en la Región: "Cada tatuaje es una experiencia que no quiero borrar"

MURCIA. Los tatuajes se han convertido en algo más que una moda, son una seña de identidad para los que llevan tinta en su piel. Atrás quedaron las etiquetas que los asociaban con la marginalidad y con un pequeño nicho de la población; ahora se han convertido en un negocio en auge en el que cada día surgen nuevos profesionales. La fiebre de los tatuajes es ya un hecho en la Región, donde en los últimos años se han multiplicado los estudios especializados para satisfacer esta enorme demanda.

"Cada vez hay más tendencia a tintarse la piel. Ver a famosos tatuados ha hecho que lo normalicemos y nos atraiga, además del efecto que causan las redes sociales donde lo normal es ver cuerpos tatuados continuamente", nos cuenta Lalo Martín de Todo o Nada Tatto en conversaciones con Murcia Plaza. Este aumento de nuevos clientes de todas las edades y clases sociales ha hecho que los tatuajes se conciban como una forma de arte y los tatuadores estén cada día más cotizados. 

Este aumento de nuevos clientes de todas las edades y clases sociales ha hecho que los tatuajes se conciban como una forma de arte y los tatuadores estén cada día más cotizados

De entre todos ellos hay algunos en la Región que están tan solicitados que sus listas de espera pueden superar los seis meses. Es el caso de Paco Cachadas, considerado como un artista de la tinta-no es de extrañar dada su formación en Bellas Artes- y conocido a nivel nacional por la creatividad y precisión de sus trazos. 

La fama del tatuador le ha llevado incluso a abrir una academia en la Región, no le ha hecho falta darla a conocer porque al ver su nombre en la fachada la gente ya estaba interesada en aprender de este profesional. Esto fue lo que le ocurrió a Ana Ros, que nada más ver la apertura decidió apuntarse: "El mundo de los tatuajes es algo que siempre me llamó la atención, parecía algo imposible, pero decidí intentarlo porque me encantan los diseños de Pacho Cachadas". Tras un curso de tres días de formación ya puede empezar a tatuar, y en su caso ha quedado tan contenta con lo aprendido que ha decidido comprarse una máquina y empezar a tatuar en su casa, no solo por su "pasión" por la tinta, sino por el tirón que está teniendo este sector.

En el lado opuesto están aquellos que creen que esta masificación del oficio implica que se pierda la verdadera cultura del tatuaje, como es el caso de Marcelo de True Love Studio. Su local deja muy claro la esencia 'underground' que lo define: guitarras colgadas del techo, sillones de época y hasta una bicicleta en su interior. Especializado en tatuajes 'old school', este argentino es de lo que cree que es mejor centrarse en un único estilo para para poder destacar: "Ahora todo el mundo quiere ser tatuador en unos días, pero para mi esto es una forma de vida. La gente ya se tatúa cualquier cosa, parece que la moda es llamar la atención y llevar varios estilos, cuántos mas mejor. En mi caso todos los tatuajes que llevo significan algo, es una experiencia que no quiero que se borre". 

Las tendencias ahora mismo son la línea fina y el microrrealismo, cuyo precio va desde los 200 euros hasta los 600 según el caché del tatuador. Para tatuajes grandes se puede reservar una sesión de un día entero, para los cuales suelen tener listas de espera de mínimo dos meses por el gran trabajo que conlleva, llegando a costar un tatuaje como el de espalda entera hasta 5.000 euros. Pero, ¿quién está dispuesto a pagar esta cifra por tatuarse? Según nos cuenta Martín nos sorprendería ver a personas de más de 70 años con este tipo de tatuajes, eso sí, "siempre tienen un buen nivel adquisitivo y mucha pasión por la tinta". 

No podemos hablar de tatuajes en la Región sin nombrar a uno de los tatuadores más famosos del mundo 'made in Murcia', Joaquín Ganga. Por su estudio de Los Ángeles han pasado estrellas como el jugador de la NBA Lebron James o Kevin Durant e incluso su paisano Carlos Alcaraz, pero sin duda el tatuaje que le brindó la fama mundial fue el que le hizo al rapero Drake, por su enorme repercusión. 

Tal es la fama de Ganga, que le he permitido pasar de un humilde piso en El Palmar a una espectacular casa en El Valle con unas vistas de ensueño a la ciudad. El artista no ha querido olvidar sus orígenes y por eso ha elegido este entorno para reformar la casa a su medida y en palabras del palmareño "crear algo que pudiese llegar a ser un icono en mi ciudad, para mí la más especial de todas las ubicaciones".