MURCIA. Sucede todos los trimestres. Tanto que ya ni sorprende. La deuda pública de la Región de Murcia se vuelve a incrementar y deja otro (triste) récord por el camino. La situación no es nueva. Ni siquiera reciente. Es un fenómeno que se reproduce contante e ininterrumpidamente desde el año 2008, en tiempos del estadillo de la crisis financiera y justo un año antes de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero reformara el sistema de financiación autonómica. Desde entonces, el pasivo regional ha escalado de forma vertiginosa, hasta el punto de que se ha multiplicado por 18 en apenas quince años.
Si en 2007 las arcas de la Comunidad Autónoma debían 648 millones de euros; el último dato del Banco de España, referente al segundo trimestre de este año, refleja que la Región tiene una deuda de 11.587 millones de euros. Es su pico más alto hasta la fecha. Y supone el 34,2% del PIB regional. Es decir: Murcia debe un tercio de su producto interior bruto. Esto significa si la deuda pública se tuviera que repartir por cada uno de los murcianos para liquidarla (el censo regional es de 1.522.640 habitantes), tocarían a 7.609 euros por persona.
No hay visos de que esta escalada se vaya a frenar. "Mientras no cambie el actual sistema de financiación autonómica será imposible reducir la deuda", sostiene a Murcia Plaza el consejero de Economía y Hacienda, Luis Alberto Marín, que defiende también que desde el Gobierno regional hacen "todo lo posible por controlar el gasto y dinamizar la economía". Marín subraya que, en términos interanuales, sólo ha crecido una décima la deuda con respecto al PIB y ha bajado en 7 décimas con respecto al anterior trimestre.
Sin embargo, basta con mirar con perspectiva los datos del Banco de España para ver que no ha existido ninguna ralentización: en 2009 se superó primera vez la barrera de los 1.000 millones (1.340 para ser exactos; el 7,5% del PIB); en 2012 se llegó a los 4.628 millones (17,5%); en 2014, a 6.838 millones (el 25,6%); en 2016, a 8.305 millones (28,3%); en 2018 a 9.232 (29,7%); en 2020, el año de la pandemia, se sobrepasó la simbólica barrera de los 10.000 millones (34,1%). Y en 2021 se cerró en 10.959 millones (34%). Dicho de otra forma: hay indicios estadísticos e históricos más que sobrados para prever que, si continúa esta progresión, la Comunidad Autónoma podría acabar el año superando la franja de los 11.000 millones de euros.
La oposición al Gobierno regional es todavía más pesimista. El PSOE cree que la deuda rondará los 12.000 millones cuando finalice el año. "En términos absolutos, la Región es la comunidad que más crece con mucha diferencia", criticaba en septiembre el líder del PSRM, Pepe Vélez. Los socialistas, de hecho, discrepan de que el origen de la elevada deuda sea el sistema de financiación. "La realidad es que la mayor parte tiene que ver con una mala gestión de los recursos públicos, con el despilfarro provocado por la corrupción y un sistema productivo ineficiente", apunta Alfonso Martínez Baños.
La financiación autonómica es -objetivamente- un sistema que perjudica a la Región de Murcia. Los datos de la liquidación del Sistema de Financiación Autonómica del Ministerio de Hacienda ya colocan a Murcia como la peor financiada del país. Sirva como ejemplo que un murciano recibe 2.346 euros para la sanidad, la educación y los servicios sociales, muy lejos de los 3.001 euros por vecino de Cantabria, la autonomía mejor financiada per cápita.
¿Tiene que ver la infrafinanciación con la deuda? El Gobierno regional asevera tajantemente que sí, que está intrínsecamente relacionado. Una cosa es cierta, al margen de interpretaciones políticas: desde que el modelo se reformara en 2009, la deuda se ha disparado año a año. En 2009, Murcia y Asturias eran las comunidades de régimen común con menor deuda con respecto a su PIB, con un pírrico 4,8%. "La Región ha dejado de recibir una media de 650 millones de euros anuales durante los últimos 10 años debido al sistema de financiación autonómica", señala el consejero Marín, que circunscribe el 80% del incremento del pasivo al "injusto" sistema de financiación autonómica.
No obstante, no todas las voces autorizadas culpan a la infrafinanciación de los desmanes de la deuda. Hace dos años, el Colegio de Economistas de la Región reclamaba contundencia contra el déficit y reivindicaba que no toda la deuda se debía a la infrafinanciación, si bien reconocía que existe un déficit estructural causado por la mala financiación. Del mismo modo, un informe del Centro Económico y Social (CES) calculaba que el perjuicio de la financiación representa apenas el 20% de la deuda regional. Desde el PSOE también esgrimen que los informes de FEDEA y de la Comisión de Expertos que nombró Mariano Rajoy en el 2017 "dejan clarísimo que sólo entre el 20% y el 30% de la deuda puede ser achacada al sistema de financiación".
No lo cree así la Comunidad, que "lamentablemente" sólo ve una solución: condonar la deuda. "Que el Gobierno de España compense a la Región la deuda que le ha generado y apruebe ya un sistema de financiación justo, equitativo y suficiente para todas las comunidades". Y, puesto que esa reforma no se producirá de manera inmediata, abogan por un fondo transitorio de nivelación.
El cambio del modelo ha permanecido mucho tiempo abandonado en un cajón de los sucesivos Ministerios. En esta legislatura no ha sido menos, aunque se han dado algunos pasos. De hecho, en septiembre de 2021 la ministra de Hacienda abrió la puerta a estudiar la posibilidad de condonar la deuda histórica de regiones como Murcia y Valencia, perjudicadas por la financiación autonómica. A finales de diciembre, María Jesús Montero enviaba a las comunidades su propuesta de población ajustada para reformar la financiación. Pero, mientras tanto, el contador de la deuda pública sigue sumando...