MURCIA. La imagen del día de la Asamblea Regional la protagonizó María Marín. La diputada de Podemos, despojada hace una semana de su puesto de portavoz del Grupo Mixto, se atavió con un mono de estercolero para subir a la tarima durante el pleno de este miércoles y denunciar la situación política que vive el Parlamento autonómico, salpicado por los recientes cambios, que han desembocado en la desaparición del grupo parlamentario Vox y la ampliación del Grupo Mixto a ocho diputados de distinta condición ideológica.
"Esta Asamblea apesta", fueron sus primeras palabras. Marín es una de las damnificadas de estos últimos movimientos políticos, pues a buen seguro que ya no recuperará la Portavocía que ejercía desde el inicio de la legislatura. Tendrá también que compartir recursos y tiempos parlamentarios con cuatro diputados procedentes del grupo Vox, además de los dos de Ciudadanos.
La Cámara "hiede a transfuguismo y despide un olor insoportable a autocracia", criticó Marín, que lamenta que el Hemiciclo "se ha coinvertido en un mercadillo en el que venden y compran voluntades". Justificó así su particular vestimenta: "No quiero que se me pegue nada de este vertedero que recoge lo peor la política regional".
En su opinión, "la corrupción del PP de 25 años ha acabado pudriendo los principios más elementales de nuestra democracia", pues, adujo, "son los ciudadanos los que ponen y quitan con sus votos a los representantes, en el Gobierno y la oposición". Algo que en la Región, a su juicio, no sucede: "No les importa lo que voten".