MURCIA. Como si estuviera contagiado del espíritu navideño, Pepe Vélez, habitual azote del presidente de la Comunidad, concedió esta semana un gesto de cortesía hacia su adversario político, Fernando López Miras. Le planteó un acuerdo y mostró su disposición a reunirse con él: "Para solucionar los problemas de la Región de Murcia tengo todo el tiempo del mundo". Lo sugirió en un repaso informativo del año en el que, eso sí, no escatimó en reproches hacia el Gobierno autonómico y, en especial, hacia el mandatario regional. Aun así, pese a todo, le tendió la mano, justo en la misma semana en que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo quedaban para abordar de los principales asuntos de la política nacional.
En la Región de Murcia, Gobierno y oposición conviven en el choque permanente, sin apenas entendimiento. Aunque no hay una ruptura de relaciones y el trato institucional es correcto, en la arena de la política sólo hay golpes mutuos a diario. A cada anuncio de López Miras, responde el PSOE con críticas y recelos. Y viceversa: a cada reivindicación de Vélez sobre el Gobierno de España, devuelve con contundencia el PP, por lo general por boca de su portavoz en la Asamblea Regional, Joaquín Segado. Un ejemplo de esta realidad se vio este pasado miércoles: "Vélez aplaude con entusiasmo las vergonzosas concesiones de Sánchez a un fugado por delitos contra la democracia", criticaba Segado.
No ayuda tampoco el clima nacional, con una investidura que ha requerido de los pactos con el independentismo y la aceptación de una medida de gracia impensable hasta el 23 de julio: la amnistía. Todo ello ha crispado la relación entre los dos bloques: el conservador, con PP y Vox, ha salido en tromba a manifestarse contra Pedro Sánchez y sus aliados, mientras que Vélez, leal al partido, ha secundado todos y cada uno de los pasos que ha dado su jefe de filas para lograr la reelección como presidente.
Bien es cierto que en la Región López Miras, a diferencia de Sánchez, no necesita a la oposición en el día a día pues cuenta con el apoyo de José Ángel Antelo como compañero de coalición para sacar adelante sus propuestas en la Asamblea. El PSOE no es imprescindible para la gobernabilidad del Ejecutivo regional. Pero ello no debería ser obstáculo para que se busquen los consensos. En la pasada legislatura, PP y PSOE también lidiaban a la gresca, pero su pugna no impidió que ambos sellaran un gran pacto, junto con Ciudadanos, para aprobar conjuntamente la Ley de Protección y Recuperación del Mar Menor.
Justo esa norma es la que usó esta semana el calasparreño para plantear a López Miras un acuerdo que evite tener que aceptar la reforma que pide su socio de Gobierno, Antelo, quien quiere modificar el texto para corregir aspectos como sacar a Fuente Álamo de la zona vigilada por la ley. Vox también quiere que los saneamientos y la depuración terciaria de los municipios de la ribera se conviertan en una prioridad. Igualmente quiere que el entorno sea compatible con todas las actividades económicas. Si todo eso sucede, augura Vélez, "habría que llamar al Mar Menor como el Mar Muerto". El PP, hasta el momento, se limita a sostener que no tiene previsto cambiar la ley y reitera una y otra vez que no van a dar "ni un paso atrás en la protección del Mar Menor".
¿Habrá acuerdo? Parece difícil. En lo que llevamos de legislatura -apenas un trimestre-, apenas ha habido unanimidad, un requisito que compete también a Podemos, el otro partido de la oposición. Solamente hubo consenso en dos mociones: el rechazo al cierre de la planta de Sabic en Cartagena y la petición al Gobierno de España para que ayude a los abogados. También se ha acordado por los cuatro grupos la creación de una Comisión Permanente Legislativa para las Personas con Discapacidad. Nada más. El resto ha sido frentismo. Y si el PP regional saca adelante sus iniciativas es porque cuenta con un socio natural, Vox.
¿Habrá reunión entre el jefe del Gobierno y el líder de la oposición como ha pasado en el ámbito nacional? Para que eso ocurra, primero debe haber una invitación. Algo que de momento no ha sucedido. López Miras sí ha iniciado la ronda de entrevistas institucionales con los alcaldes, que comenzó en noviembre con el regidor murciano, José Ballesta. Tampoco Vélez la ha solicitado públicamente. Su última carta la envió el pasado año, cuando le planteó por escrito un acuerdo para los Presupuestos. Desde entonces apenas existe interlocución. Ni López Miras llama a Vélez ni Vélez llama a Miras.