CRÓNICA POLÍTICA

María Marín, la Pepito Grillo del verano en la política murciana

27/08/2022 - 

MURCIA. La política suele dejar pocos titulares en los meses de agosto. Es tiempo para otras noticias. Los políticos reducen su actividad hasta mínimos, aprovechando el parón legislativo, y guardan un perfil bajo, inmersos en las vacaciones. Y se nota. No es el caso de María Marín, la diputada autonómica de Podemos y portavoz del Grupo Mixto en la Asamblea Regional, que no cesa su labor vigilante como representante de la oposición. Esta última semana de agosto, sin ir más lejos, ha alzado la voz hasta en tres ocasiones para pedir tres dimisiones. 

La primera petición de cese fue contra el concejal de Vox en Mazarrón Carlos Corvalán, por compartir en redes sociales un texto que insulta a la ministra de Igualdad, Irene Montero, con el calificativo de "puta". El asunto habría pasado desapercibido mediáticamente de no ser porque Marín lo denunció en redes sociales. La segunda fue contra el consejero de Agua y Medio Ambiente, Antonio Luengo, de quien pide su salida (y no es la primera vez que lo hace en esta legislatura) por sus declaraciones sobre la polémica macrofiesta con barcos celebrada en la Isla del Ciervo, en pleno Mar Menor. El consejero opinó que le parecían "razonables y adecuadas" las concentraciones de barcos con un fin lúdico, si bien, matizó, llamó a la responsabilidad en esos actos.

Y la tercera se produjo este viernes, cuando no dudó en reclamar la cabeza del concejal de La Unión Ginés Guzmán (del PP), que había reconocido su participación en el evento de la Isla del Ciervo. Para la diputada Marín, su presencia en una fiesta desarrollada en un paraje natural protegido, que no contó con el permiso de Capitanía Marítima, resultó "un hecho gravísimo que no se puede dejar pasar". Por ello le pedía al edil que "se marche a su casa sin esperar ni un minuto más" y de paso aprovechó para recordar que, en su opinión, Luengo no debe permanecer en el cargo. "Ya nos sorprendía la complacencia del consejero de Medio Ambiente con este tipo de concentraciones ilegales, que le parecían razonables y adecuadas. Hoy ya sabemos que lo único que pretendía era proteger a otros cargos, como el concejal de La Unión", recriminaba.

Precisamente la diputada (que ejerce el cargo orgánico de portavoz de Unidas Podemos en la Región) fue la primera voz política que puso el grito en el cielo tras conocerse la denuncia de SOS Mar Menor de que se habían reunido medio centenar de barcos en la Isla del Ciervo. "Éramos pocos y llegó el macrobotellón al Mar Menor", reaccionaba Marín ante un encuentro que tachó de "salvajada". También ahí los medios de comunicación pusieron el foco sobre el episodio, que ha obligado tanto a Capitanía Marítima como a la Guardia Civil a aumentar su vigilancia en ese entorno protegido. Los hechos causaron molestias e indignaciones entre los vecinos y motivaron las críticas de colectivos en defensa de la laguna salada.

Estos tres ejemplos de protesta y papel crítico no han sido las únicas actuaciones de Marín durante este verano. La diputada no dudó en desplazarse hasta Jumilla al declararse el primer incendio forestal del verano en la Región, el más grave del año. El incendio, que necesitó de la intervención de la UME, contó con la participación activa del presidente murciano, Fernando López Miras, como suele suceder en estos casos. Pero también estuvo presente la oposición. O parte de la oposición, para ser más precisos. Sobre el terreno, Marín denunciaba que los aplausos a los bomberos no son suficientes y demandaba más personal y medios, más estabilidad laboral y el reconocimiento profesional de los trabajadores de emergencias.

Hace un año estallaba el peor episodio de anoxia, también en pleno agosto, y la parlamentaria morada fue de las primeras en suspender sus vacaciones para acudir a la zona cero y denunciar los hechos, remangándose en el fango golpeado por la enésima agresión medioambiental. Marín clamó contra el estado de la laguna, como viene haciendo toda la legislatura, pues si un tema ha sobresalido en la agenda de los morados en todo es tiempo es la defensa del Mar Menor. 

El curso político se reanudará la próxima semana. Será el último año de la legislatura, que estará marcado por la carrera electoral. Podemos, pese a que forma parte del Gobierno central, no vive ya sus mejores tiempos demoscópicos, debilitado por los malos resultados de los últimos comicios autonómicos. El panorama no es halagüeño y sobre la mesa hay varias incógnitas por despejar -por ejemplo, las confluencias con el resto de formaciones de izquierdas o la elección del cabeza de lista-. No obstante, Podemos mantiene el pulso en la Región, como así han reflejado las últimas encuestas, que le otorgan tres representantes en la Cámara. De conseguir ese resultado, el partido recuperaría grupo propio, perdido en las urnas de 2019. Eso lo decidirán los ciudadanos con su voto. Pero por no dejarse la piel no será para María Marín

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