La entrega de Unidas Podemos con el Mar Menor mantiene muy vivo su pulso electoral en la Región

MURCIA. Un clavo morado resiste ardiendo en la Región de Murcia. Podemos se niega a aceptar la tendencia nacional de su partido, en claro retroceso electoral en cada una de la citas con las urnas en este tiempo. En la Región no sucede: el partido crece y consolida su espacio en la carrera electoral, ya que quedaría como una fuerza con grupo propio, a tenor del barómetro de invierno del Cemop, que por segunda vez consecutiva otorga tres diputados a los morados, uno más de los que tienen actualmente. 

Podemos está lejos de sus días de gloria, cuando consiguieron 83.000 votos en la Región y seis escaños en la Asamblea Regional, pero el sondeo sienta como un espaldarazo al trabajo que llevan realizando en la legislatura sus dos parlamentarios, María Marín y Rafael Esteban, y también su líder regional, Javier Sánchez Serna, diputado en el Congreso. De confirmarse la encuesta, supondría ganar un diputado más y, lo que no es baladí, abandonaría el Grupo Mixto en el que está instalado, compartiendo recursos, tiempo y visibilidad con Ciudadanos.

Los dos primeros años de la legislatura fueron especialmente duros para Podemos. El partido se recuperaba tras el varapalo de su anterior líder, Óscar Urralburu, quien abandonaba la formación morada para enrolarse en Más País, y se veía obligado a recomponer las piezas. Ningún sondeo le auguraba más de dos escaños y lo condenaba a repetir su suelo electoral. Pero esta dinámica ha cambiado desde el verano de 2021. ¿Qué ocurrió? El Mar Menor volvió a gritar de puro auxilio, golpeado por la enésima agresión medioambiental, y esa situación alarmante la ha sabido canalizar bien Podemos, que no dudó ni siquiera en bajar al barro para clamar contra el estado de la laguna. 

Los analistas del Cemop así lo sostienen en sus reflexiones: "Mantiene el efecto rebote que supuso en el verano de 2021 su implicación en las movilizaciones" de la laguna "tanto de la plataforma SOS Mar Menor como de la ILP", esgrimen. Se refieren, en concreto, a la presencia de los dirigentes morados en las protestas por la salud de la albufera, con mareas negras y gritos de socorro, así como a su empuje en la recogida de firmas para dotar de personalidad jurídica al Mar Menor.

Podemos se ha volcado con la laguna. Su principal proyecto legislativo es precisamente la creación de un parque regional para proteger todo el entorno. La medida, reclamada desde hace tiempo, todavía no se ha debatido en la Asamblea Regional. La formación además ha seguido su particular camino, combativo, ya que incluso se negó a apoyar una de las pocas normas sacadas adelante esta legislatura con consenso entre PP-PSOE y Cs: la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor.

Así las cosas, apuntan, Unidas Podemos "mantiene su voto muy estable y experimenta un ligero crecimiento de medio punto y un incremento en su cuota de representación de un escaño más que en 2019". La lista morada apenas obtuvo el 5,6% de los votos en 2019 y el estudio demoscópico pronostica ahora el 6,5% de las apoyos. Eso sí, hay un pequeño descenso en comparación con el Cemop de otoño, que le dio un 7,1%. El sondeo, además, abarca la suma de Podemos e Izquierda Unida, una confluencia que se da por hecha (aunque no formalizada oficialmente todavía).

Podemos, aun así, prefiere optar por la "cautela" a la hora de valorar el barómetro invernal. "Apenas hay transferencia entre bloques; si acaso una mayor radicalización de la derecha, que cada vez se escora más del sentido común de la gente", opinaba Víctor Egío, secretario de Comunicación. "Los encuestados nos dicen que el Mar Menor es el principal reto que tiene que responder el Gobierno regional". Egío también remarcó que el 68% de los encuestados afirma que debe haber regulación de las macrogranjas. Este tema, caballo de batalla del ministro de Consumo, Alberto Garzón, fue introducido por Podemos en el barómetro.

Con todo, la encuesta no deja de tener una lectura final amarga para Podemos, pues las opciones de la izquierda para gobernar son nulas: PSOE y los morados sólo suman 18 escaños, lejos de los 23 necesarios para conseguir la mayoría absoluta en la Región. Y, para colmo, el PP vencería en las urnas y se bastaría con Vox para mantener el poder, la alianza que más detestaría Unidas Podemos.